The real game over
Por: Darío Valle Risoto
Cuatro invasiones simultáneas, no era posible, nunca se había imaginado la humanidad ni en las más febriles narraciones de ciencia ficción apocalíptica que iba a pasar. Las conjeturas eran interminables.
Catorce de Enero del año dos mi dieciséis: una enorme nave no detectada por los diversos dispositivos de rastreo se posó sobre la casa blanca en Washington, los Estados Unidos, unos minutos después de hacerse visible, de su interior comenzaron a percibirse miles de esferas negras de aproximadamente ochenta centímetros de diámetro. Cada una dio lugar a una letal criatura de aspecto insectoide. No dejaron nada con vida a su paso.
Dieciséis de Febrero del mismo año. Mientras en los Estados Unidos se combatía metro a metro contra las criaturas denominadas: “Arañas espaciales” sin lograr conseguir doblegarlas, Londres envía tropas de apoyo desde el puerto de Douriff. En medio del océano atlántico se cruzan con diversas señales de vida marina desconocida y hostil.
Anguilas eléctricas de aspecto humanoide abordan los barcos y destruyen toda la vida a bordo, luego se dirigen en los mismos, rumbo a las islas británicas. Al llegar a tierra se disponen a acabar con todos los humanos en su camino rumbo a Londres y sin poder ser detenidos por el ejército o la fuerza aérea. El primer ministro Edward O’connor decide emplear disuasión atómica pero tampoco obtiene el éxito.
Casi a fines del mismo mes en China comienzan a emerger lagartos acorazados desde lo profundo de la tierra destruyéndolo todo a su paso, el ejército intenta establecer una zona de exclusión pero las criaturas están armadas con tecnología desconocida pero mortalmente eficaz.
El primer día del mes de Marzo del año dos mil dieciséis mientras el hemisferio norte combate contra tres tipos diferentes de criaturas que no parecen provenir de la tierra, el papa hace un llamado a la paz mundial y a que estos seres se comuniquen para lograr parar las muertes que ya se cuentan por cientos de miles.
En medio del discurso un resplandor se puede apreciar sobre la plaza de San Pedro y dos ángeles bajan desde una especie de portal. Uno de ellos sostiene una especie de cetro.
El vaticano desaparece en medio de un resplandor dorado, solo queda un enorme cráter.
A mediados de año de los Estados Unidos solo quedan restos calcinados y muerte, el ejército invasor detiene su avance frente a la vaya que separa esta nación de territorio mexicano y permanecen en sus posiciones.
En China el gobierno decide trasladar su sede a una ciudad del Este de Rusia sin concomerse el lugar exacto, luego de incontables escaramuzas los lagartos son detenidos en la llanura de Meg Tiang a un costo de dos cientos cincuenta mil muertes.
Londres ese mismo día sucumbe frente a las anguilas humanoides y estas cruzan al territorio europeo enfrentando al ejército Francés – Alemán en las costas de Dunkerque.
Y cuando todo parecía imposible de empeorar en la Argentina aparecen diversas esporas que al explotar transforman a las personas en muertos vivientes que atacan a todos los que no son contagiados, el canibalismo impera y el ejército decide limpiar diversos sectores por medio de explosiones atómicas de baja densidad.
Al llegar a diciembre del año dos mil dieciséis Pedro Joaquín Fernández descubre que su consola Playstation cinco X tiene un extraño defecto, al apagarla comprueba que todo lo que parecía parte de un juego sofisticado era precisamente una maniobra brillante para acabar con la tierra por parte de una civilización superior.
Al volver a conectarse con la nube decide recomenzar las misiones tomando el lugar de los diversos enemigos y atacando a sus propios camaradas.
Un mes después todos los ejércitos invasores en las diferentes zonas de la tierra comienzan a autoeliminrse ante la mirada asombrada de los escasos soldados humanos que aún permanecían luchando.
FIN.