Neo Vampiros 26
“Naufragio de Sangre”
Por: Darío Valle Risoto
Tener la menstruación puede ser algo normal para la mayoría de las mujeres o una verdadera tortura para algunas, ese era el caso de Paula. Una vez por mes pasaba casi cinco días en cama con imponentes dolores en el bajo vientre, un carácter terrible y mucha desilusión frente a la vida. Solo fuertes analgésicos lograban calmarla, según su terapeuta debía afrontar el hecho de ser mujer y tratar de vivir con lo que la naturaleza le había deparado.
__ ¡Vos porque sos hombre hijo de puta! __Le contestó y el doctor permaneció impertérrito, cuatrocientos dólares la hora bien valen un insulto.
Lamentaba no haber nacido con huevos, los tipos no se inmutan por nada, parecen no sufrir, se la llevan de arriba y encima alardean cuando penetran por primera vez a una mina como si fuera una especie de hazaña.
Paula a tomó cuatro Noveminas y caminó fuera de la habitación, se dio un baño viendo los hilos de sangre que le bajaban por las piernas cuando un nuevo dolor, como un mordisco interno la hizo sentirse desgajada.
__ ¡Lorena, a vos esto no té pasa! __Gritó llorando e inmediatamente comprendió que si no paraba la iban a internar.
La empleada entró alarmada. Le dijo que no era nada mientras se vestía, casi no le quedaban toallas femeninas y mucho menos paciencia, así que luego de vestirse subió al Nissan rojo y tomó rumbo al Prado.
La radio informaba de la muerte del veterano policía Romeo García por motivos pasionales, pero ella no creyó una sola palabra de los periodistas en referencia al móvil del asesinato desde el primer reporte de la mañana.
__ ¿Lo mataste por mí?
Lorena permanecía sentada en silencio en el sótano, la había escuchado llegar a la casa y esperaba que entrara a su recinto privado tal como lo hizo, sintió una marea de sangre contenida, fruto del ciclo menstrual de su amiga y se aferró tan fuerte a los candelabros de bronce que los dobló.
__Yo no lo maté, te dije que cuando menstrúes no vengas a verme. __Le dijo mostrando sus ojos lobunos y dos imponentes colmillos blancos.
Paula movida por su sentido de supervivencia subió corriendo la pequeña escalera de caracol hacia la planta baja, en el camino su crucifijo cayó sobre los escalones alfombrados. Lorena lo levantó, si no se sintiera tan sedienta hubiera sonreído por la ingenua religiosidad de su amiga.
Paula casi se cae al pisar la alfombra del living, pensaba que Lorena la iba a atacar cuando la vio aparecer como una exaltación animal dispuesta a saltar sobre su cuello. Trastabilló aterrada, le pareció enorme e inmensamente remoto el recinto de pisos brillantes, la araña pendiendo del techo solemne e impertérrita frente al inminente ataque depredador.
Lorena saltó unos siete metros sin hacer ruido y arrancó de cuajo la puerta secreta que ocultaba las bolsas de sangre que guardaba para casos urgentes, mordió una vaciando el vital elemento sintiendo que poco a poco sus manos recuperaban la tersura y sus garras volvían a ser uñas. Cubierta de rojo líquido volvió a tomar de otra hasta que apretando el recipiente vacío se apoyó en una de las columnas. Paula seguía junto a la puerta de calle apretándose el abdomen y llorando.
__ ¿Lo mataste por mí?
__Te dije que no, no seas niña, ya me calmé, no vuelvas a jugar con la sangre porque estás ofreciendo tu vida por nada.
Se fue caminando hasta el espacioso baño y la ducha automática se abrió para que la hemoglobina que le cubría el pecho drenara hacia las tuberías, aún sentía con sus finos oídos el sollozo de Paula al borde del histerismo.
__ ¡Cómo nueva! __ Dijo poco después abriendo los brazos al salir de su habitación, tenía un vaquero negro y un buzo Hering blanco como únicas ropas, aún seguía descalza y Paula junto a la puerta continuaba petrificada.
__ ¿Lo mataste por mí?
__Felicia Morrigan se llama la asesina, llegué antes que la policía y la olfatee, es como yo, más bien como Henrich pero mucho más fuerte, te pido que si por casualidad la llegas a ver que huyas lo más lejos posible de ella porque no tendrías posibilidades de sobrevivir a su ataque.
__ ¿Y al tuyo?
__Acabas de ver que nunca te atacaría pero antes de irte por donde viniste recuerda lo siguiente.
__ ¿Qué? __Preguntó sollozando.
__Que los animales a veces no reconocen a sus víctimas.
Juicio y Castigo