Argylle: Una maravillosa porquería

Argylle: Una maravillosa porquería
Por: Darío Valle Risoto

Mi madre tenía la teoría de que si una película reunía a una gran cantidad de estrellas de seguro era mala, esto por supuesto que no es cierto aunque viendo Argylle uno bien y con toda autoridad puede llegar a pensarlo.

Digamos que comienza como una buena parodia del cine de espías al mejor estilo “James Bond” y nadie mejor que nuestro amigo Henry Cavill para encarnar a este “Bond” de cotillón, más la película poco a poco se va volviendo tan errática como estúpidamente previsible y tengo la sensación de que está mejor dirigida a ese público de: “Barbies y La la lands” que tiene su lado gay a flor de piel y me parece notable que así sea pero yo no formo parte de este grupo y por lo tanto la he visto con ganas de golpear al director, al escritor, al pelotudo que generó las escenas de baile, etc.

Para colmo: Bryce Dallas Hogard es tan mala actriz que mi tía Gladys que es renga y bizca hubiera estado mil veces mejor en el papel, Bryan Cranston está porque es un buen actor pero sin duda necesitaba el dinero tal como John Cena y la única que destaca es: Sophia Boutella quizás porque aparece poco, Dua Lipa supongo que es la rubia que abre la película y que también sobra, así que el único buen actor en definitiva creo que es el gato aunque sea mayormente generado vía CGI. Sam Rockwell hace muy bien de Sam Rockwell y por si fuera poco tenemos a Samuel L. Jackson que siempre es bueno en lo suyo.

La película en definitiva es una maravillosa porquería porque su enorme despliegue visual es genial aunque esté al servicio de un guion que es una enorme basura más creo que me he vuelto viejo y desconozco los gustos frescos y juveniles de una audiencia que de seguro pasara más rato en la oscuridad del cine viendo «Tik Tok» en sus celulares que mirando esta parafernalia de colores y música tonta que me ha hecho sentir milenariamente viejo, aburrido y con ganas de golpear a alguien.

Los “Pochitos” cumplieron cuatro años.

Los “Pochitos” cumplieron cuatro años.
Por: Darío Valle Risoto

Ayer nueve de enero del corriente 2023 los Pochitos cumplieron cuatro años, son dos de los cinco gatitos que nacieron aquel 9 de enero del 2019 en circunstancias al menos para mi bastante particulares. Son hijos de Pochita, gata que en el 2016 comenzó a venir a casa a comer, nunca supe de donde vino pero casi a diario compartió mi hogar con Selma mi querida gata gris y muchas veces se quedaba a dormir en casa. Esta hermosa gata también gris pero atigrada por dos veces al menos la vi preñada, luego faltaba un tiempo de sus visitas a casa y luego reaparecía más flaca y nunca acompañada de cachorros por lo que llegue a conjeturar que alguien probablemente los sacrificaba.

Bien, el 24 de diciembre del 2018 como tantas veces dejé una ventana que da a los techos del corredor para que entre Pochita y para mi sorpresa fue Selma la que salió y horas más tarde la encontré muerta en la planta baja por lo que probablemente se había caído desde el quinto piso. No les voy a explicar que este ha sido uno de los momentos más tristes que me ha tocado vivir luego de la muerte de mis padres y algunos amigos.

Como Pochita estaba de nuevo preñada y tal vez al no haber otro gato en casa quisieron las circunstancias que aquel siguiente nueve de enero tuviera cinco cachorros debajo de una estantería en este mismo cuarto que yo llamo: “El de la computadora” Fue todo un momento muy especial ya que por primera vez en mi vida fui testigo presencial de una gata pariendo y afortunadamente todo fue normal y al día siguiente mi amiga Marcela que trabaja asistiendo en una veterinaria me confirmó que eran tres machos y una hembra.

Todo fue transcurriendo bien, en principio me iba a quedar con las dos hembras y la primera fue: Wendy una gata idéntica a la madre pero con color de pelo marrón que me sorprendió y me sorprende aún hoy porque desde que abrió los ojos por primera vez me mira todo el tiempo. A medida que fue creciendo se volvió una gata muy miedosa que corría al solo intento de tomarla en brazos pero eso prácticamente se le ha pasado aunque siempre conserva distancia a menos que yo vaya al baño porque allí se me pone cerca de las piernas y me pide que la acaricie.

La otra hembra la llamé: “Manchita” porque si bien también es atigrada tiene colores asimétricos en la cara lo que la hace muy linda y especial, fue la última gata que pudimos dar en adopción ya que había cambiado mi decisión de quedarme con las dos hembras optando por: “Bruno” un gato de los llamados: “Tuxedo”, de esos blancos y negros que parecen que llevan siempre un smoking, de allí su denominación en inglés. Digamos que es el gato más cariñoso y bueno que he visto en mi vida, es muy inteligente, solo basta llamarlo una vez para que venga corriendo y siempre está cerca de mí y si estoy en la cama siempre duerme a mis pies.

El resto fueron: “Ojitos” llamado así porque nació con problemas en los ojos que gracias a Marcela se curaron rápidamente tras ponerle gotas regularmente. Este gatito es peludo y gris también siempre fue un gato muy bueno y recuerdo que de muy chico dormía al lado de mi cabeza. Este lo adoptó un señor mayor que quería un gato de compañía ya que su hija tenía una gata pero se mudaron dejándolo solo.

Por último estaba: “Bonito” llamado allí porque es un precioso gato atigrado con tonos marrones pero con las patas y el pecho blancos. Fue el primero que dimos en adopción a una niña que en el primero momento quedó fascinada por su belleza.

Para finalizar diré que los gatos son una especie animal con determinadas características que los definen, aun así como las personas cada uno tiene sus particularidades y de sus compañeros humanos dependerá aprender a convivir con estas tal como ellos de seguro aprenden a vivir con nuestras costumbres. Los gatos no son “bendiciones” ni seres místicos ni tienen el poder de absorber energías, mucho menos son la avanzada de una civilización extraterrestre ni prodigios de dios porque no existe ningún dios ni dioses. Los gatos son animales que la evolución ha hecho que se adapten a convivir con los humanos para así conservar sus vidas de mejor manera que en libertad.

Finalmente luego del destete castré a Wendy y a Bruno y poco después a su madre Pochita para evitar lo que conté antes, de que aparezca preñada y luego sola por casa. En los primeros días del Noviembre pasado en una de sus escasas salidas luego de pasar casi todo el día fuera de casa apareció con tremendo corte en el abdomen que le llegaba a la pata trasera izquierda. Fue otro momento terrible, afortunadamente con la ayuda de mi amiga Marcela la llevamos a la veterinaria y hubo que darle más de veinte puntos y debí llevarla casi una semana a inyectarse antibióticos, afortunadamente se ha recuperado y desde ese suceso he tratado de que no salga más de casa y parece que se ha adaptado a perder su natural libertad de andar por las viviendas haciendo quién sabe qué.

De tener primero una gata: Wendy allá por el 2003, esta era totalmente negra y muy arisca y luego a Selma pero con las visitas de Pochita, terminé teniendo tres gatos en casa. Afortunadamente se portan de forma maravillosa, no rompen nada, son tranquilos y juegan entre ellos sin molestar por lo que he llegado a pensar que es mejor tener dos gatos o más porque si van a pasar varias horas solos en la casa se hacen compañía.

Hoy día en que estoy jubilado tenemos la visita de “Biscuit” el gato de unos vecinos que viene a comer casi todos los días, es un gato también: “Tuxedo” pero al no estar castrado mete algunos alaridos en el living antes de pedir que le abra para volver a su casa. Ni que decir que temo que poco a poco se vaya instalando para así determinar de alguna manera que un servidor termine como esa vieja loca de los Simpson rodeado de gatos y con un carácter de mier…

Cat people: seis documentales sobre los gatos y sus amos.

Cat People Documental
Por: Darío Valle Risoto

Se trata de seis documentales que se pueden encontrar en Netflix o por allí (Como quien escribe) que tienen como centro a los gatos, son seis episodios cada uno con protagonistas humanos y gatunos diversos. Y si bien soy otro amante de los gatos me disgusta bastante la actitud de algunos humanos tratando precisamente de “humanizar” a estos felinos por siempre salvajes que solamente consienten vivir cerca nuestro porque les resulta cómodo o no tienen otro remedio.

El primer documental trata de un hombre que se dedica a componer: “Rap de gatos” y si bien la historia me resulta más o menos atractiva cuando veo a su felino con gorros o lentes la verdad que me parece sumamente estúpido e injusto para un animal que no necesita tamaños artilugios, lo mismo me molestó el segundo programa en que una señora mantiene con mucho sacrificio una especie de “Circo de gatos” enseñándoles algunas suertes de rutinas para así ganar dinero y ayudar a la causa del rescate, etc. Me molestó porque pienso que debemos respetar a los animales y no utilizarlos para nuestros gustos o empleos porque creamos que ellos lo disfrutan cuando en realidad no lo sabemos y solamente lo hacen para recibir algún premio como comida.

Cuando ya me resignaba a que los documentales eran bastante malos el tercer programa viaja de los EEUU al Japón y trata de una joven que fabrica rostros de gatos enmarcados en tercera dimensión, un trabajo realmente magnífico y que de ninguna manera atenta contra la dignidad de estos amigos felinos sino que dignifica y apunta a recordarlos luego de que ya no están con nosotros, Un trabajo magistral utilizando todo tipo de hilos y filamentos para recrear los pelajes, etc. Creo que este es de lo mejor junto con el quinto que se sitúa en Grecia con un matrimonio que mantiene un refugio para gatos en una isla donde hay una enorme población de felinos sueltos y sus habitantes los ven como una plaga.

El cuarto programa también en EEUU nos muestra a un hombre que vive en su camioneta y ha dedicado su vida a salvar gatos rescatándolos, esterilizando y devolviéndolos a su hábitat, también hace rap pero en este caso creo que con gran actitud este señor se merece nuestro respeto y uno ve muy bien cuando gracias a la colaboración de muchos amantes de los gatos recibe una contribución para mejorar su calidad de vida y por ende seguir haciendo mejor su labor.

El último documental trata de un surfista que hace surfear a su gato, si, aunque no lo crean y volvemos a los EEUU y a esa gente que se cree que los gatos son como pequeños esclavos que deben hacer lo que creemos les gusta y por lo mismo que escribí antes, se acostumbran y resignan por el simple hecho de que son adiestrados y alimentados atentando deliberadamente contra su libertad de ser lo que son: solo gatos…

Mo Suke: Niñas y mascotas

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Mo Suke

Por: Darío Valle Risoto

Tuve que buscar la traducción del nombre (Que aparecía en japonés) de esta ilustradora en el traductor de Google por lo que aunque lleva dos puntos sobre la «O», es más o menos así, supongo que se trata de una chica pero bien que me puedo equivocar. Lo primero que se aprecia de la gran cantidad de ilustraciones de niñas de esta autora es que casi todas ellas tienen un toque de tristeza cuando no de cierta niebla de soledad aunque por cierto que todos ellos se alejan y mucho de la tendencia a la sensualidad de la mayoría de los autores de estas formas de expresión, de allí es que supongo se trata de un señorita quién las dibujó.

De casi un centenar que he bajado elegí especialmente aquellas con gatos, porque me gustan y porque creo que le agregan a cada arte algo extra.

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Cuatro gatos sin tiempo

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Cuatro gatos sin tiempo
Por: Darío Valle Risoto

Los techos se comunican o los hacen comunicarse con sus saltos expertos o sus fugas improvisadas ellos saben donde posar sus pies peludos no sin antes medir expertamente cuanto hay entre el sitio de acá y el de allá, claro que a veces le erran y se hacen pomada contra el piso… si, es otra mentira humana, no siempre caen de pie.

El viejo llegó tarde y se quedó sobre la chimenea de los Rodríguez mirándolas con ese gesto entre sabio y atolondrado mientras se lamía una pata y se acicalaba las orejas, las mejillas, la nariz, todo su pelo atigrado con manchas naranja.

La blanca levantó la cola y se arrimó a Manchita que se dejó acariciar, el ronroneo se levantó como si pequeños trencitos viajaran por su lomo buscando una pequeña estación donde dejar a sus pasajeras: cuatro pulgas mal alimentadas.

Los humanos son ruidosos pensó la negrita que se llamaba en algunas partes: Morita y en otras: “Negrita” o gata de porquería si llegaba a bajar en el taller de Lorenzo. Conocían a cada ser humano hombre, mujer o niño en casi diez cuadras a la redonda, cada techo, cada jardín, el ladrido de cada perro, sus olores y sus marcas en árboles, esquinas, ligustros, jardines, ruedas de coches, faroles, portones y porteras. Ellos son los auténticos dueños del barrio…hasta el viejo lo es.

Cumbias de mierdita, pensó la negrita mientras se asomaba y abajo los hombres gordos y panzones les hacían chistes zafados a sus mujeres pardas teñidas de rubio mientras escuchaban a sonido Cotopaxi y movían sus tristes traseros sin colas. La Blanca fue a acariciar a la negrita pero no tuvo suerte porque esta saltó hasta la claraboya de los “Martínez Andrade”.

Entonces el viejo les contó como si nada que la gata del edificio “Artigas” había parido el fin de semana: siete crías, tres machos y cuatro hembras y que todos están bien. No le creyeron nada porque no los habían olido pero el viejo como indiferente se dio vuelta y se fue. Una tiene que ir a investigar dijo Blanquita y la negrita se ofreció pero Manchita quería ir también aunque era muy jodida para salir de la cuadra desde que un taxi le había pisado la cola el mes pasado.

Vos sos muy belinuna y no vas, a vos que te importa y quien te hizo líder de este velorio y que los velorios no tienen lideres y que sos una gata boluda y que se yo. Manchita miro al edificio y la verdad que quedaba lejos y allá abajo pasó amenazador un taxi que frenó bruscamente como para advertirle o como para tomarle el pelo que tenía y mucho. Mejor vayan ustedes y me cuentan, traigan fotos.

Blanca y Negrita saltaron por aquí y allá, un poco al otro lado y llegaron a una terraza sintiendo de pronto la presencia de nuevos calorcitos de gatitos pequeños y se enternecieron hasta que una vieja les tiró agua y las hizo salir pitando.

Vieja de mierda con ese perro que parece una oveja, yo se lo araño dijo la negrita mientras blanquita entrecerró un ojo y pensó. Mejor nos vamos a dormir la siesta no te parece, le dijo con gesto meditativo.

Prrr… contestó Negrita.

FIN

Cuento escrito como tarea para el taller de escritura bajo la consigna: humanizar a los animales, dado como ejemplo el cuento: Una Gallina de Clarise Lispector.