Lee Yoo Eun: La jugadora

Lee Yoo Eun
Por: Darío Valle Risoto

Creo que se trata de Crocket, deporte que jugué una vez en la vida y hace como mil años una soleada mañana en el parque Capurro mientras mi amigo Juan tomaba vino y le erraba a todos los tiros y los automóviles se detenían para mirarnos jugar con esos palos de colores intentando meter las bolas de madera por entre los arcos de metal…que recuerdos.
Perdón por el dislate, se trata de esta modelo coreana ya compartida pero en plan fotos de conejta con sus dulces y toda la cosa.
 
 
 
 
 

Flores en el Ático: El terror correcto

Flores en el ático
Por: Darío Valle Risoto

Esta película canadiense de el corriente año que vi anoche de madrugada en la televisión cable me hace pensar que existen otras versiones de esta novela, devenida en una historia ciertamente plena de interés para aquellos que nos gusta un cine de terrores reales y posibles, amén de que también le rendimos culto a los monstruos. Faltaba más.

Una perfecta familia usamericana de matrimonio rubio, hijos rubios y vida rubia de pronto se ven en el abismo tras la muerte del padre y llenos de deudas y sin hogar, la madre les propone a sus cuatro hijos ir a vivir con los abuelos que tienen mucho dinero.

Una historia oscura pronto es rebelada: el padre de los chicos era el medio hermano del padre así que la joven hermosa y rubia mama se había casado con su medio tío pero por suerte sus niños nacieron hermosos y tan normales como para aparecer en un aviso de Master Card.

Y serán aceptados en la enorme casona de los abuelos bajo la férrea consigna de permanecer encerrados en un cuarto del último piso: dos adolescentes: chico y chica y la pareja de gemelos menores también nena y niño.

Lo primero que les aconseja sabiamente la abuela es que los varones duerman juntos en una cama y las nenas en otra para que no sucedan cosas “raras” y entonces claro que algunos espectadores enfermitos como yo, nos quedamos esperando la relación incestuosa que se avizora entre los adolescentes que van creciendo encerrados con solo la posibilidad de ver el mundo a través de la ventana del ático.

Aquí me quiero detener en el tema central de la película que realmente es el tema de la libertad porque están presos bajo ciertas normas y solo pensarán escapar cuando las cosas se vayan poniendo peor porque hay cierta confortabilidad en un mundo ordenado aunque sea por una vieja enferma de la cabeza que vive pensando en el cielo y el infierno. De todas formas destaca el papel de la chica, como sabemos las mujeres maduran antes que nosotros y ella será el fuerte e inapelable grito de rebeldía mientras su hermano se somete hasta que no puede más.

Esperando que el abuelo muera para cobrar la herencia y salir de ese escondite forzado la historia parece irreal y fantástica más no imposible porque sabemos que esa raza extraña de gente rica suele mantener secretos hasta pagar el precio del asesinato y la muerte como sucederá en esta película y todo para mantener el status y el buen nombre.

Así que muy sutilmente los jóvenes adolescentes crecen y terminan fornicando ganándose su pasaje al infierno y el final se somete a las leyes de un cine usamericano que siempre deambula muy cerca de lo políticamente correcto. Quisiera una versión Francesa de este libro que estoy seguro sería mucho más… caliente.
Ellen Burstyn como una vieja de mierda realmente aterradora
Una perfecta familia usamericana
Que dios nos perdone…

El Misterio de la Felicidad: Pudo ser mejor

El misterio de la felicidad
Por: Darío Valle Risoto

Película argentina protagonizada por Guillermo Francella e Inés Estévez. Esta última, creo que es de las actrices más interesantes de nuestro país hermano sin desmerecer que Guillermo Francella cada día crece más y mejor como versátil intérprete luego de algunos años dedicándose al ramo cómico aunque siempre tuvo alguna suerte de característica ciertamente casi “triste” en su actitud.

La entrada del afiche: “Te enamorarías de la mujer de tu amigo” es facilonga, pobremente comercial y poco tiene que ver de lo que yo al menos vi en esta comedia sobre la amistad entre dos hombres y la desaparición intempestiva de uno de ellos. Creo así también que la película es suficientemente buena más el final me decepcionó bastante porque yo si hubiera escrito esta historia hubiera tomado otros rumbos quizás más metafísicos que un cierre bastante pobre si se me permite el atrevimiento.

No soy crítico de cine y solamente un espectador comentarista que de atrevido se mete a estas cosas pero en el cine Argentino sobra paño para hacer mejor este tipo de películas que si bien son llevaderas creo que mejorables un ciento por ciento. Quizás no supe entenderla bien pero me pareció que comienza tratando bien la amistad de estos dos veteranos socios y amigos y así también me resultó notable el personaje de “la esposa del desaparecido”, más la resolución “en sunga” me decepcionó bastante. Ustedes tendrán sus opiniones, claro.
 

La Escollera

La Escollera
Por: Darío Valle Risoto

Se enfrían las noches devastadas
Bajo las llamas de un farol triste
Y en la amargura de un café negro
Revuelvo sin azúcar los recuerdos.

Tengo en las alas de un ave oscura
Los viajes postergados hace tiempo
Y en los ojos de una bruja pagana
Ese amor que estoy reviviendo.

La ventana sucia de un bar maloliente
Conserva el reflejo de los pasajeros
Viajeros de mesas alcohólicas lustradas
A base de confundidos sentimientos .

Y una pareja argentina baila un tango
Sobre una suerte de pequeño escenario
Mientras miro el reloj del celular
Sintiendo que moriré recordando.

Una suerte de siluetas eléctricas estriadas
Pátina sustancial de derrotas y furias
Sobre una soledad invernal desajustada
Me fuerzan a las lágrimas de la angustia.

No estarás solo, me dicen los fantasmas
De muertos amigos, de incómodas amantes
Un ejército putativo de padres e hijos
Paridores de rememores intrigantes,
Sufridores de forzados optimismos.

Se enfrían las noches devastadas
Bajo las llamas de un farol triste
Y salgo a un Montevideo negro, intemporal
A sumergirme…
En la escollera de los muertos.

Uruguay: 41 Años del Golpe de Estado

41 años del Golpe de estado en el Uruguay
Por: Darío Valle Risoto

Cuantos más años corren más nos urge a aquellos que lo vivimos, el recuerdo de este nefasto suceso pergeñado por la paranoia anticomunista usamericana que lanzó sobre esta parte de Sudamérica su sombra siniestra llamada: Plan Cóndor.
Yo tenía apenas nueve y recuerdo poco de la dictadura hasta que fui creciendo y comencé a atar cabos sueltos que en sus momentos no daban para armar en mi mente lo que ahora conservo con una suerte de mezcla agridulce de cosas varias. La terrible marcha militar anunciando un comunicado de las “Fuerzas Conjuntas”, la pantalla en blanco y negro de nuestra televisión Columbia de 24 pulgadas en nuestra pobreza de cuarto de conventillo y mi padre puteando y mi madre enojada con él porque se metía con los milicos.
Comunicados con palabras como “Asociación para delinquir” que años luego me pongo a reflexionar y me doy cuenta que los mafiosos eran ellos y que los malos como en las películas de vaqueros no eran los indios sino los de uniforme. Pero ojo al gol porque la dictadura fue cívica-militar y muy cívica…demasiado.
Hasta será necesario mirar a la izquierda y especialmente a algunos comunistas que se alegraron con los comunicados luego de que se disuelven las cámaras, quizás queriendo otra unión soviética y es que en aquellas épocas nos vendían algunos ignorantes o malas leches que en Rusia había una especie de paraíso. Anarquista mediante me di cuenta luego que no es posible un edén con militares y mucho menos reinstitucionalizar un Estado que nunca dejó de ser policial…ni siquiera hoy aunque se disimule.
Mi tía aguantando en casa unos días porque se había “metido en líos en la universidad”. El hijo de la patrona de la madrastra de mi padre llevado preso por “Tupa”, les allanaron la casa de madrugada y sacaron a la madre y a la vieja empleada a la vereda, las dos en ropa interior mientras revisaban todo, el pibe cayó en otra parte. Tengo un leve recuerdo del muchacho, yo era muy chico, lamentablemente no recuerdo el nombre.
Tortura, desaparición, niños vendidos o regalados, el recuerdo de una noticia sobre cadáveres “de chinos” que aparecían atados con alambres y después nada, fuga de información complicada, gente que hablaba en voz baja, funcionarios públicos catalogados de acuerdo a su perfil entre izquierdozo o de los otros. Huelga general y partidos tradicionales prácticamente alineados detrás de la milicada siempre ignorante, títeres de un monstruo mundial e imperialista más fiero que nunca.
Los tupamaros eran cuatro gatos locos que hicieron algunas cosas bien y otras mal, pero hicieron algo hasta volverse caricaturas y otros alejarse renegando de esta democracia emparchada de multinacionales que tenemos hoy.
Sigue el pobrerío pero consumiendo mucho más que en aquellos tiempos de almacenes que envolvían en papeles de astrasa y gente que tenía palabra y viajaba a trabajar en aquellos Leyland ingleses que se trepaban a la carrera y por atrás. Sigue el latifundio o se llenó de eucaliptos para alimentar otro monstruo más moderno, más correcto. 
La tortura hoy es la gente cada vez más ignorante, los sindicatos cada día menos combativos, los medios de comunicación llenos de imbéciles fascistas o solamente imbéciles.

Yo tenía nueve años, en la escuela Sanguinetti tocaba la banda del ejército, el mayor Muiño saludaba a mi padre (Lo conocía de ir a comprar al mercado modelo al puesto donde trabajaba mi viejo) y le decía__ ¡Sos grande flaco!

Mi viejo sonreía con una risa triste.

Una Breve estampa


Una Breve estampa
Por: Darío Valle Risoto

La levanté en el aire, la abrasé y le di un beso en el cuello que casi la desmaya, ella se rió con esa sonrisa cristalina, la alejé un poco de mi cara. ¡Como amaba ese cabello negrísimo tan japonés y sus ojos como dos rayitas oblicuas y sonrientes!
__ ¡Mi reina de Tokio!
__ En Japón no hay reinas y nací en Kyoto. __Siempre me contestaba lo mismo. Sus padres esperabaN que los acompañáramos al taxi, subieron luego de despedirse fríamente con un leve movimiento de cabeza.
Misato miró al auto de alquiler hasta que se perdió dando vuelta la esquina. Entramos. Hacía frío.
__ No entiendo porque no se quedan con nosotros, la casa tiene lugar.
__ Son japoneses por si no te diste cuenta. __Me dijo, mientras se quitaba el maquillaje en el baño allí tan menuda, delgada, deliciosamente bella y enferma terminal.

Prendí la televisión en un acto automático y estúpido, una mina tetona y rubia hablaba sobre una oferta de una mierda de máquinas para rebajar peso. ¡Compre ya!
Misato se asomó desde el baño, llevaba una bata liviana y se le notaba la mirada un tanto apagada, igual sonrió.
__ Mis padres están tan tristes como nosotros, pero lo van a demostrar lo menos posible, son orgullosos.

Yo rompí a llorar y ella se tiró sobre mis hombros, su perfume era maravilloso, me pellizcó un brazo y me hizo doler bastante aunque no tanto como me dolía todo por dentro.
__ Todavía estoy viva. __Me dijo mientras se metía entre las sábanas y le pegaba a la cama con la palma de la mano para que la acompañe.

Siempre solíamos quedarnos conversando en la oscuridad hasta que yo me dormía primero, esa noche no quise apagar la luz, la quería mirar más que suficiente, como para que se quedara para siempre esa bella y diminuta dama de Kyoto que había decidido vivir en Buenos Aires a mi lado.
__ Los vamos a llevar a bailar tangos el próximo sábado, va a estar bueno, vas a ver que se animan bastante, mi padre es un gran bailarín.
__ ¡Mirá vos!, A mi me parece que es un yakuza de esos que te matan sin parpadear.
Misato sonrió y comenzó a toser, inmediatamente fui al baño a buscar la morfina, le di su dosis para que duerma tranquila. Poco a poco cerró los ojos.

A eso de las cinco de la mañana la noté fría, llamé al doctor, a sus padres. Todo había terminado.
Los Kanazawa insistieron en ir la semana siguiente al bailongo como había planeado su hija, en la oscuridad, tomando un amaretto los miré bailar y por un momento sentí el perfume de Misato a mí alrededor.

 FIN

Mucho Hentai…

Mucho Hentai…
Por: Darío Valle Risoto

Desde hace algunos días he leído muchos cómics hentais y la verdad que he quedado sorprendido por dos razones: Primero por la gran calidad de los dibujantes y la forma que tienen los japoneses para plasmar las viñetas dándole a las escenas un movimiento excepcional y la otra cosa que me ha dejado bastante estupefacto (No se me ocurre otra palabra) es como flipan con el tema del incesto en las relaciones sexuales y en todas sus variantes, al punto de que uno realmente se queda mareado de ver este tipo de historias sin absolutamente ningún tipo de restricciones.
 
Por supuesto que no he descubierto nada nuevo, el Hentai es una industria muy productiva que poco a poco se va extendiendo al mundo y que a pesar de transgredir algunas reglas básicas de nuestra moral judeo cristiana milenaria aún así, mantiene una calidad gráfica que es de verdad envidiable. Los guiones podrán ser discutibles moralmente pero no podemos negar que estos trabajos están producidos con verdadero énfasis en el arte.