Medios de Comunicación: ¿Cambiar de ideas o cambiar de camisa?
Por: Darío Valle Risoto
Alguien dijo una vez que nuestra cabeza es redonda para que las ideas circulen, más creo que dado el caso podría ser comprobado científicamente con un poco de paciencia de por medio, más ahora se trata de pensar en todo aquello que nos hace cambiar de parecer durante los años, lo que muchos llaman madurez y otros se lo adjudican a la locura.
Cuando uno va creciendo pasa por una etapa temprana en que simplemente esta en contra de todo lo que nos enseñan nuestros mayores, lo que es terapéutico porque nos hace mirar el otro lado del río y no quedarnos con esa presión de los adultos por seguirles el camino. Para bien o para mal nos damos de cabeza contra ciertas paredes y solemos caernos de culo pensando a continuación en que mejor les hubiéramos hecho caso por tal o cual asunto y un buen día descubrimos que ya estamos grandes.
Desde el punto de vista político generalmente respondemos a la misma tendencia de nuestros padres siempre y cuando estos no sean demasiado fervientes defensores de la misma y si se da el caso es probable que optemos por la oposición, es así casi siempre. Pero sin lugar a dudas es mucho más probable que padres de derecha tengan hijos de izquierda que lo contrario, aunque conozco más de cuatro casos en que padres comunistas o socialistas engendraron un pichón de nazi.
En el Uruguay como en casi todas las partes del mundo los medios masivos de comunicación son oficialistas, con esto quiero decir: conservadores y defensores del status quo del poder dominante a ultranza. Pertenecen a viejos dueños familiares de rancias oligarquías y aristocracias venidas a menos que nunca cejan ni cejarán de defender sus principales tesoros: la tradición, la familia y la propiedad. Con todo lo de tenebroso que encierran estos tres conceptos. A saber:
Las tradiciones: Reivindicar lo nuestro recordando a ilustres explotadores de campesinos y obreros como héroes, repetir hasta el cansancio rituales cristiano religiosos, adorar a dios con toda su carga manipuladora de los humildes por medio de la religión adjudicándose ellos la palabra de este ser imaginario y por medio de su corrupta idea de santidad mantener el estado de las cosas.
La familia: Un concepto que siempre fue malinterpretado o poco comprendido pero que se aceptó porque mantiene al hombre como cabeza o “jefe” proveedor de un núcleo familiar heterosexual con una mujer dependiente y sumisa y dos o tres hijos, no más, obedientes y respetuosos de sus mayores… la mascota es opcional.
La propiedad: concepto artificial que pretende reconocer por medio de diversos documentos firmados la posesión de: tierras, edificios, animales, cosas por las que se habrá trabajado o heredado dado el caso. Fundamento primero del robo social abalado por la tradición de pertenencia de los más fuertes con el menoscabo de todo sentido de solidaridad o fraternidad entre los hombres. Solo hay una aproximación llamada: Caridad por medio de el acto religioso de devolver algunas migajas al que fabrico el pan y a eso llamarle: Bondad.
Volviendo a los medios sin la necesidad de cursos de comunicación y solo prestandoles un ojo, o un oído atentos veremos que continuamente aún desde el humor estos tres ítems son continuamente defendidos por los diferentes empleados que trabajan en radios, televisoras, periódicos, portales, etc. Tenemos por lo tanto una ininterrumpida gama de defensores de “lo que debe ser en contra de lo que es”: No nos engañemos porque son suficientemente inteligentes para jugar de transgresores mientras entre chiste y chiste siguen promocionando nuevas formas de consumo para mantenernos esclavos de una ideología dominante cuya principal arma es nuestro afán de acumular porquerías.
En definitiva y para terminar es probable que muchos de nosotros a medida que nos vamos poniendo viejos ya no nos creamos cualquier cuento de primera y optemos por saber que el idiota de tuno sigue defendiendo al amo por más que juegue a ser un esclavo… que lo es, pero es un esclavo peligroso porque a diferencia de nosotros: Nunca se rebela contra sus amos.