Mulan: Una gran obra épica

Mulan de carne y hueso
Por: Darío Valle Risoto

Traté de hacer un ranking de las mejores películas que vi en este 2009 y realmente es una muy difícil tarea, pero si me decido este filme que vi hace tan solo unas pocas horas, tras volver cargado de comestibles y mucho alcohol para afrontar el fin de año como se debe (mamado hasta el cabúz) estará entre los 10 mejores.
Nada más ni nada menos que se trata de la leyenda de Mulán, conocida a través de la película del tío Walt Disney que aparte de ser agente honorario de la Cia y matar a la madre de Bambi para traumar a una generación de niños, también hizo buenas películas.
Si el dibujo animado es muy bueno, esto es otra cosa, nos estamos enfrentando a una película de características épicas que el cine Chino sabe hacer muy bien y en este caso solo le podremos objetar porque somos Uruguayos y siempre le buscamos el pelo al huevo, que no es demasiado sangrienta. (Ni una mutilación ni un buen chorrete de tripas, nada).
Pero es una historia magnífica que se centra en la personalidad de una mujer aguerrida que se hace pasar por hombre para ir a la guerra en el lugar de su padre enfermo. Con solo esto alcanzaría para una buena historia pero Mulan va a más, ¿Una historia de amor? si, ¿Una hazaña pacifista?, también, ¿Una historia feminista?. Claro.
Y podría haber resultado un panfleto feminoide si la hubieran hecho en los Estates, por suerte los chinos trabajaron la personalidad de la protagonista a cuotas máximas de realismo y sus compañeros de armas son geniales, así también las estrategias en el campo con cientos de hombres en lucha y nos conmoverá especialmente la idea de que las naciones perdieron miles de vidas en sus sangrientas historias sin un fundamente claro.
Es una obra que nos hará refleccionar sobre la guerra, el heroísmo y como los hombres se pueden transformar en héroes y/o asesinos.

Sexo con amor (Chile)

Sexo con Amor
Por: Darío Valle Risoto

Hace unos cuantos días haciendo zapping en el cable me encuentro con la escena de una conservadora ama de casa que se comienza a masturbar ¡con un pepino!, luego sigue una serie de escenas picarezcas que lamentablemente no pude oír bien porque era tarde y no quería molestar a los vecinos con el volumen, al consultar la revista veo con asombro que esta se trataba de una película: ¿Chilena?.
Es así: «Sexo con Amor» es una excelente, soberbia e inigualable comedia Chilena que me remite a algo que yo les había confesado hace un tiempo sobre ese olvido que tenemos con el cine latinoamericano en ese caso con una película Mexicana. ¡Ni que hablar de Chile! que está tan cerca del Uruguay y a veces sabemos tan poco.
Tratándose de sexo todo deberá necesariamente girar por el difícil camino de lo cómico y lo casi trágico cuando una maestra dispuesta e enseñarles educación sexual a sus alumnos hace una reunión con los padres de estos. allí básicamente encontraremos varias historias, una de ellas la de la propia maestra (La actríz de la foto principal) con un veterano escritor encarnado por el único actor que conozco por su trayectoria en el cine y tv argentinos, luego nos encontramos con la esposa frígida (La señora del pepino), su marido que se la tiene que aguantar o recurrir a remedios «Manuales» y una sobrina llegada de Francia, otra historia gira en torno al típico machista que se levanta toda mujer que se le cruce pero que quiere y mucho a su esposa embarazada. ¡Que locura!
Un verdadero kilombo filmado con un humor muy pero muy adecuado, gran cantidad de escenas formidables y todo el equipo de actores sin lugar a dudas que deben ser de lo mejor de Chile sino lo deberían ser.
Es casi obligatorio verla porque es de lo mejor que vi este año.

Orejano

El Orejano
Por: Darío Valle Risoto

Nunca olvidaré y hace más de veinte años que le dije a Eduardo Romero que de tener un himno para mi país ficticio, este sería el tema: «Orejano» de Serafín J. García. Y el tipo con apenas unos diecisiete años me lo canta de principio a fin sin errores ni pausas. Eduardo era un Anarquista que murió joven, con menos de treinta pero me dejó el tremendo honor de haberlo conocido, de discutir con él, de pelearnos y amigarnos cuatrocientas veces, de viajar juntos al Chuy y de tratar de que no se reviente el alma cuando la gente del taller no entendía un pito lo que es dignidad y lucha. Cosas de la vida y esta revolución más interior que para afuera.
Por lo tanto pasaron años hasta que compré un disco de los Olimareños muy trucho que tenía el tema Orejano en vivo con un sonido realmente terrible y por alguna parte hay un libro de canciones que era de mi vieja, canciones del repertorio de Horacio Guaraní que también tenía este himno imponente, esta letra revolucionaria y a la vez dolorosa porque retrata un mundo que con algunos matices aún pervive y no solo en el campo.
Lo incluyo en las etiquetas de Tangos de mi discoteca no por ser un bestia del oído, que si lo soy, sino porque creo que contempla el descarnado retrato de muchos queridos autores del tango rioplatense y por allí tal vez alguno lo haya tanguisado.

El Orejano
Serafín J. García

Yo se que en el pago me tienen idea
porque a los que mandan no les cabresteo,
porque dispreciando las huellas ajenas
se abrirme camino pa’ dir donde quiera.

Porque no me han visto lamber la coyunta
ni andar hociqueando pa’ hacerme de un peso
y saben de sobra que soy duro e’ boca
y no me asujeta ni un freno mulero.

Porque cuando tengo que cantar verdades
las canto derecho nomás, a lo macho,
aunque esas verdades amuestren bicheras
donde naides creiba que hubiera gusanos.

Porque el copetudo de riñón cubierto
pa’ quien no usa leyes ningún comesario
lo trato lo mesmo que al que solo tiene
chiripá d’ bolsa pa’ taparse el rabo.

Porque no me enyenan con cuatro mentiras
los maracanaces que vienen del pueblo
a elogiar divisas ya desmerecidas
y hacernos promesas que nunca cumplieron.

Porque cuando truje mi china pal’ rancho
me he olvidao que hay jueces pa’ hacer casamiento,
y que nada vale la mujer mas guena
si su hombre por ella no ha pagao derechos.

Porque a mis gurises los he criado infieles
aunque el cura chille que iran al infierno,
pues de nada valen los que solo saben
estar todo el dia pirichando el cielo.

Porque aunque no tengo donde caerme muerto
soy mas rico que esos que ensanchan sus campos
pagando en sancocho de tumbas resecas
al pobre peon que deja los bofes cinchando

Por eso en el pago me tienen idea,
porque entre los ceibos estorba un quebracho,
porque a tuitos eyos le han puesto la marca
y tienen envidia al verme orejano.

Y a mi que me importa, soy chucaro y libre!
no sigo a caudillos ni en leyes me atraco
y voy por los rumbos clareaos de mi antojo
y a naides preciso pa’ hacerme baqueano.

Steamboy – La máquina de vapor

La máquina de vapor
Por: Darío Valle Risoto

Estamos frente a ese tipo de obras maestras del anime que nos deja anonadados frente a la pantalla, solo los orientales puede desplegar tal muestra de arte, minuciosidad y rigor reviviendo la revolución industrial desde su origen inglés, donde un intrépido niño descendiente de una familia asociada a las máquinas de vapor pone en juego toda una aventura donde el antibelicismo será el corazón.
De Katsuhiro Otomo el creador de Akira que si no la conocen se merecen una decapitación instantánea pero bueno, puede que no, Akira fue el primer animé que conquistó occidente y entonces nos dimos cuenta que había vida después de la muerte de la madre de Bambi y de las orgías de Blanca Nieves con sus enanos libidinosos. Ya me fui de tema.
Lo único que le podríamos agregar como negativo es que la historia suele hacerse algo larga aunque si nos detenemos a observar con total atención, veremos que cada intrincado mecanismo de engranajes y poleas es totalmente ceñido a un rigor arquitectónico que da verdadero miedo.
Scarlett O’Hara (¿A que me recuerda ese nombre?) es una soberbia niña rica mal criada que pertenece a la familia relacionada con esta especie de castillo gigantesco que se sobrepondrá a la muestra de ciencias en Londres escondiendo una intriga que implica la venta de armas a escala internacional. Cualquier relación con este mundo es pura coincidencia nipona.
Y Steamboy anda por allí cayéndose y armando mecanismos con absoluta prestancia mientras intenta dilucidad quienes son los malos y quienes los buenos, no le resultará fácil comprender que a veces todos esconden sus propios infiernos.
Difícilmente este filme sea comprendido si lo ven niños muy pequeños porque está hecho para refleccionar desde una lejana época donde parecía que las máquinas nos iban a traer progreso y sin embargo…

Donde se come… (Cuento)

Donde se come…
Por: Darío Valle Risoto

Pablo contemplaba asombrado a sus compañeros del taller que bajo los efluvios del abundante alcohol festejaban la Navidad entre malos chistes, abrazos y canciones festivas. Dos secretarias bailaban sobre una mesa pateando envoltorios de papel y tirando copas de plástico con sidra. Uno de los supervisores daba un discurso sobre compañerismo y las metas para el próximo año mientras Marcelo Techera bailaba con una limpiadora gorda de aspecto varonil, al supervisor y su discurso patético nadie le daba bola.
Vio a la esposa del patrón pasar por el otro lado de los boxes llevando una bandeja con masas, ella siempre cargaba una risa triste si es posible reír dentro de una latente amargura interior.
Pablo permanecía sentado lo más apartado posible de sus compañeros y su algarabía pero siempre trataba de integrarse al menos para no pasar como un insociable aunque preferiría estar durmiendo en casa. Eran las seis de la tarde y su abuela seguramente estaría horneando galletas y comenzando a ver la hora.
___¿No te dije que trajeras más Chivas?
Volvía Melisa por el mismo camino pero ahora acompañada por Julio Di Pietro, su marido, gerente y dueño de la fábrica de confecciones donde Pablo trabajaba desde hacía tres interminables años.
Su patrón lo miró de reojo. Él volvió a notar ese rasgo de tristeza imperante en el marco delgado y atractivo de esa mujer de cuarenta años que a veces parecía arrastrar una eternidad de ojos verdes y tristes.
___¡Con la mina que tiene y igual la caga a cuernos! ___Dijo Luís Cardozo uno de los cadetes oliendo a caña con cocacola y apoyándose en el hombro de Pablo peligrosamente al borde de la caída o el vómito.
Era cierto hasta el Vaticano estaba enterado que el hábil industrial y el principal exportador de prendas de vestir del país la recagaba a su mujer, la abogada Melisa Anchorena. Comenzando con sus secretarias que si no se dejaban despedía y siguiendo con diferentes incursiones por la noche Montevideana buscando transvestis acompañado de Pacheco el supervisor más alcahuete que haya dado la creación.
Pero el grasa de Luís tenía razón, Melisa Anchorena era una mujer rica de cuarenta años con un cuerpo perfecto de casi un metro ochenta de alto, hacía gimnasia, estaba muy bien formada y siempre se vestía con muy buen gusto, incluso ese lunar sobre el labio de arriba le quedaba formidable.
Por suerte Luís se fue a tocarles las piernas a las secretarias que seguían bailando sobre las mesas y Pablo observó el regreso de su jefe enfadado y gritando como si se acabara el mundo mientras su mujer lo miraba muy seria.
___¿Y ahora se nos termina el whisky?, ¡Te dije que trajeras dos cajas y no una!
Industrial explotador y borrachín, homosexual no asumido e hijo de puta era poco, Pablo cerró los puños, no le gustaba que la gente se hable mal y menos a su mujer, eso era demasiado.
___Hey, Pablo… ?
___Pablo Gómez, señor.
___Haceme el favor, acompañame a mi mujer en el auto para ir a buscar más whisky, llegaron clientes nuevos y los tengo a pura mierda de ginebra, haceme el favor…
Así Pablo sin saberlo siquiera iba en el lujoso auto Mercedes de su jefe conducido por Melisa, rumbo a una casa que nunca había conocido, el perfume de ella era solo superado por sus cabellos rubios movidos por el aire que entraba por la ventanilla abierta.
Pensó en decir algo, hablar sobre el clima, el tráfico o sobre el reciente hallazgo de un esqueleto de Dimetrodonte en Florida pero todo le parecía estúpido, así que permaneció callado.
Hasta que las lagrimas de Melisa comenzaron a bajar silenciosas por sus mejillas de terciopelo.
___Perdóname Pablo, hoy no es una buena Navidad para mí.
Él estaba seguro de que hacía mucho tiempo que esa mujer no era feliz, más de una Navidad y seguramente todo terminaba en un casamiento por simple búsqueda de la seguridad económica.
La casa era en realidad como una enorme mansión en medio de la zona más rica de carrasco, ella estacionó el auto y entraron al garaje a buscar las cajas de whisky, había un hermoso aroma a flores de los jardines cercanos que eran regados automáticamente.
Pablo subió tres cajas de Chivas Regal que juntas valían mucho más de lo que él había ganado en todo un año.
___¿Tenés un cigarro?
___Perdóneme, no fumo.
Ella lo supo todo el tiempo, Pablo estaba nervioso y le contestaba temblando, parecía un verdadero chico que la maestra llama para amonestar por una travesura.
___Yo se que Julio es una basura, estamos casados hace veintidós años y ya no recuerdo cuando la pasamos realmente bien, sé también que ustedes dicen que soy una cornuda, que hablan de mí…
El “Ustedes” le sonó a insulto, lo emparejaba esa palabra con los demás del trabajo pero Pablo era diferente, era un hombre solitario que vivía con su abuela luego de quedar viudo hacía ya como una vida y media, tenía treinta años pero sin embargo parecía mucho más joven.
___Mire, es mejor que regresemos.
Los ojos verdes de Melisa lo miraron como tratando de leer en los suyos que trataban de no recorrerla como lo hacían habitualmente.
___Todos están calientes conmigo, también lo sé.
___Perdóneme, pero usted ¿acaso se cree que es la única persona triste en este mundo?
Ella sacó un paquete de cigarrillos de su saco, le quedaban dos, entonces sí tenía, pensó Pablo mientras ella encendía uno con un encendedor chapado en oro.
___¿Vos no?
___Mire señora…
Entonces ella escupió el cigarro y lo empujó contra una pared del garaje mientras lo cerraba accionando la puerta automática, a lo lejos unos jardineros seguían trabajando sin enterarse de nada.
Era difícil resistirse a algo así y terminaron o comenzaron haciendo el amor en una suerte de frenesí y desencuentro de manos y piernas, que terminó en un grito de profundo orgasmo de Melisa que hasta pudo asustar a Pablo.
Regresaron en silencio y le llevaron las provisiones de whisky a esos industriales gordos e imbéciles y Pablo regresó a casa de la abuela luego de despedirse de sus compañeros.
Esa noche luego de las doce cuando ayudaba a lavar los platos y ya se habían despedidos sus hermanas, se sentaron con su querida abuela Mercedes a tomar un té como a ella le gustaba. Entonces tocaron al timbre de calle.
___Debe ser una de esas locas que dejaron algo olvidado, nunca falla.
Pero la abuela no regresó sola, estaba acompañada de una triste mujer que solo tenía dinero.
___No tenía otro lugar a donde ir. ___Dijo Melisa.
Fin

Just Like Heaven

Como en el cielo
Por. Darío Valle Risoto

Tal como me pasa con ciertas películas, Just like heaven, tiene la particularidad de engancharme cada vez que la dan en el cable, que a veces suele ser bastante seguido. Es esta una comedia más que entretenida que parte del interesante tema de los fantasmas pero con una veta por demás original que no les voy a contar.
Un viudo que sub alquila un bello departamento en la ciudad de San Francisco debe enfrentarse a una chica que aparece misteriosamente y asegura que está en su casa, hay un pequeño problema, ella atraviesa las paredes y no recuerda quién era cuando estaba viva.

Buena comedia con dos actores buenos para lo suyo, especialmente Mark Ruffalo que es un gran actor con un futuro promisorio. Reese Witcherspoon es una actríz con gran carisma pero que lamentablemente le han hecho hacer comedias muy bobas como «Legalmente rubia» y otras muy olvidables pero en este trabajo encaja a la perfección.
No es cine que busque nada grandilocuente, apenas se trata de una comedia para pasar unos buenos momentos lejos de tanto cacharrerio en el celuloide, la recomiendo para aquellos que quieren desenchufarse un poco de tantos efectos especiales.
En la web la conseguí en español latino ya que es del 2005 y difícilmente se pueda encontrar en su voz original, este tipo de comedias son más solicitadas en un formato que todo el mundo pueda ver aunque se sacrifique parte importante del sonido auténtico.

La Princesa

La Princesa
Por: Darío Valle Risoto

En sus alas perdí la cobardía
y de su fruto bebí hasta cantar,
ella nada decía pero lo sabía
el amor es un mundo sin final.

Cada sueño nacía en el ocaso
y sus muslos guardaban el lugar
de los tiempos en que fui salvado
penetrando al túnel de la verdad.

Era un ángel desnudo y sin prudencia
se quejaba con sus piernas sobre mí
nunca supe como perdí mi conciencia
enamorado, hipnotizado como un chiquilín*

Y borracho vendí mi alma al cariño
de esa sirena con pechos de miel
y bailábamos desnudos como niños
bañados por un vino que nunca olvidaré.

Sus jadeos me contagiaban la fiebre
de estar vivo, respirando y sin ceder
yo le fui fabricando con promesas
un mundo puro que jamas pudimos ver.

Nota del autor *Chiquilín (Uruguayismo: Niño, pibe, botija, crío)

Crónica 468 (Cuento?)

Crónica 468
Por: Darío Valle Risoto

El traqueteo del colectivo sería un poco más llevadero si el chofer no fuera un sicótico que se detiene sobre las paradas tan abruptamente que siempre se cae una vieja, tampoco estaría mal que dejara de lado la otra alternativa: apenas detenerse y hacer que los pasajeros se tiren a la calzada cual si fueran paracaidistas en la segunda guerra mundial.
Un calor del infierno y yo sentado contra una ventanilla que apenas si da algo de sombra porque la cortina está demasiado alta, a pesar de mis mp3 al borde de la explosión de mis tímpanos a puro Heavy metal, me duermo. No es fácil trabajar casi nueve horas parado a mi edad.
Siempre me duermo la primera parte del tramo, son casi cuarenta y cinco minutos de viaje, aburrido viaje donde nunca falta un rompebolas que suba a hacer teatro, cantar folklore o lo que es peor: rapear consignas cristianas que si en realidad dios existiera ya lo fulminaría con un rayo en el mero culo.
Gracias a estos insoportables exponentes del hambre y la cultura nacional me despierto y trazo una panorámica de rostros tan destruidos como el mío, muchos que regresan de sus trabajos y se me ocurre que tan duros como cualquiera, el ómnibus traza una imponente trayectoria en “U” desde la ciudad de La Paz hasta pasando Carrasco y viceversa, allí recoge empleados de la construcción, empleadas de tiendas del shopping y también domésticas.
Con el transcurso de los meses uno se va familiarizando con ciertos pasajeros que conviven en los mismos horarios que este sufrido viajero; la metalera con cara de culo ya es habitual, también esa mujer gorda que parece una gran Orca dispuesta a explotar en cualquier momento y ese viejo canoso que casi nunca se baña y además se sienta con las piernas abiertas como si fuera solo.
Tampoco faltan los tipos y ahora, últimamente “chicas” que andan con el termo y el mate al aire transformándose así en una promesa de accidente con agua caliente y en el mejor de los casos una mancha de yerba babeada sobre la cabeza de alguien. ¿No estaba prohibido?
Tengo que aguantarme a la gente que no superó la etapa oral y anda chupeteando ese asqueroso mate al lado mío, cada vez que se ceba (Acto de echarle agüita caliente a la yerbita mediante el milagroso evadir de los movimientos del colectivo), cada vez que se ceban, me dan un codazo si voy sentado al lado y en vez de pedir disculpas me miran con gesto de: ¡Bo antipatriota!
Tampoco sobran las viejas que se te sientan al lado sin sacarse esas enormes y duras carteras y/o bolsos que te los encajan encima y ni se inmutan mientras trato de imaginarme un lugar lejano sin colectivos o con colectivos sin gente.
Probablemente el colectivero vaya escuchando el peor programa de radio de este país: Malos Pensamientos, si claro, no es para sorprenderse que la gente se entretenga escuchando a otra gente tan estúpida como ellos narrando anécdotas tan previsibles que ese apestoso programa debería llamarse: “Lugares comunes”.
Imagino que le quito el celular al idiota que va escuchando música plancha al mango con ese sonido repugnante de los nuevos modelos “Truchostar” y se lo tiro por la ventanilla. Me río de mi propia imaginación, cuando entonces, sube ella.
De regreso pero no todos los días sube a mí mismo colectivo, es de mediana estatura y siempre lleva lentes negros, ¿será tuerta? ¿O una espía cubana?
No suelo mirar insistentemente a nadie, en realidad, no suelo mirar a nadie, generalmente veo bultos pero no a la gente, no es que esté al borde de la ceguera, pero la gente en realidad no me gusta, entonces trato de no verla. Pero hay excepciones.
Su cabello es largo y muy negro probablemente tenido, no tiene una boca perfecta pero si atractiva, a veces creo que me sonríe, no lo sé, pero si estoy seguro de que advirtió que tiene un espectador sobre el vehículo, las mujeres y su sexto sentido que nunca falla.
A veces bien puede que suba y yo ni me dé cuenta, duermo casi todo el trayecto, este Lunes el colectivo iba especialmente lleno y yo trataba de despertarme cuando al fin recuperé la vigilia, como siempre a mediana distancia de casa, no se porqué, pero nunca me pasé de parada en mi vida, tengo como un reloj interior.
Esquivando el culo del tipo que casi se me sienta encima apoyado contra el fierro del último asiento, pedí permiso y traté de abrirme paso hasta la muy cercana puerta, entonces veo a una mujer de espaldas que interrumpía el paso.
___¿Baja en la próxima parada?
Reparo en que justo era esta chica, la que de vez en cuando me hace mirarla con el forzado gesto del poco interés.
___No. ___Me contesta sonriente y su rostro se ilumina.
Entonces me bajo pensando en ella, esa pasajera anónima que por un ratito me despertó el amor adormecido y ese conquistador errante.

FIN

Gigante

Un Gigante uruguayo
Por: Darío Valle Risoto

¿Hay un cine uruguayo?, ¡Que pregunta!, desde hace algunos años las producciones nacionales se suceden con más cantidad de filmes pero aún así y pese a que muchos de ellos reciben premios en Europa, no creo que haya una respuesta definitiva sobre si en realidad tenemos un cine realmente «Oriental» (Como suelen llamarnos aquellos que nos confunden con los Chinos).
Gigante es una película que trata una historia absolutamente sencilla y que a mi me tocó muy de cerca ya que su protagonista es un guardia de seguridad y yo al estar desempleado en el año 2006 no tuve más remedio que caer en ese infierno laboral que es ser guardia de seguridad, solo hay que estar allí para saber lo deprimente que es para un anarquista trabajar vigilando el capital ajeno y soportando un ámbito seudo miliquero y terriblemente agobiante.
Jara el protagonista es un enorme tipo de nobleza absoluta que es amante del heavy metal y se enamora de una empleada de limpieza llamada Julia (Cuando vi el trailer de este filme temí que fuera sobre mi vida ya que mi compañera en ese momento se llamaba Julia y el heavy metal es parte de mi vida), Bueno: La película probablemente sea lenta pero no llega a los caracoles terribles de la mayoría de los filmes de este paisito, tiene lo suyo, se trata de una historia mínima que deberemos comprender como fiel retrato de tantas vidas anónimas que andan por nuestras ciudades sufriendo los amores y padeciendo la soledad.
Hay muy buenos gags cortitos pero excelentemente elaborados: Diálogos impecables, momentos sublimes y la fotografía creo que es la mejor que vi en películas nacionales en mucho tiempo, Leonor Svarcas es de las pocas actrices uruguayas que no sobre actúan, cosa que sucede continuamente entre intérpretes en este país, herencia del teatro cochambroso que en su mayoría sigue existiendo a duras penas.
Horacio Camandule aparte de interpretar un papel que parece hecho a su medida (King Size), se desempeña como maestro escolar en barrios carenciados de Montevideo y fue muy interesante escucharlo en una entrevista radial contándonos la gran experiencia de llevar a sus alumnos a ver esta película interpretada nada menos que por su querido maestro.
Como siempre la película tiene perlas que solo los uruguayos podremos detectar como a Ignacio Alcuri (Comiquero y comediante uruguayo) que aparece como empleado de un ciber café y Leo Lagos el principal guitarrista del grupo surf: «Los Supersónicos» (Se los recomiendo) que entra como extra en un boliche bailable donde el protagonista oficia de guardia.
Una historia de amor sin boludeces, bien narrada, la recomiendo, si este es el nuevo cine uruguayo solo se me ocurre: ¡Por fin carajo!!!
Le doy un 9/10

La tristeza de un trabajo sin presente ni futuro

Leonor Svarcas, excelente actríz, la mejor intérprete femenina del Uruguay es Julia, una empleada de limpieza de un supermercado.

Cristo te Odia

El Cuarteto de Nos
Letra de: CRISTO TE ODIA

No tenés plata para nada
debés un mes del alquiler
te echaron ayer del trabajo
y te abandonó tu mujer

Y vos vas corriendo a la iglesia
y ya te ponés a rezar
a pedirle a la virgencita
un milagro te pueda salvar

Y la gripe te está por vencer
esperando el 506
y el pastor de T.V., te saluda sin ver
desde el Mercedes Benz

Cristo te odia.

Vos comés ratas y gusanos
en un rancho roñoso vivís
pero que lindo el Vaticano
que no hay ningún cantegril*

Y nació tu décimo hijo
que no vas a poder criar
porque no era de buen cristiano
anticonceptivos usar

Y no quisiste ir al doctor
y tu hernia el milagro no curó
y lo ves al doctor abrazado al pastor
que con tu plata su hernia operó

Cristo te odia.

*Cantegril: Nombre dado tradicionalmente en Uruguay a las villas miseria (Arg) que fue cambiado ultimamente por: «Asentamientos» que es más políticamente correcto.
(Nota de Muertevideanos)

Fuente: musica.com
Letra añadida por Mickita
Este tema pertenece al disco: Cortamambo de la banda Uruguaya Cuarteto de Nos