Uruguay: Ni Multicolores ni demócratas
Por: Darío Valle Risoto
Dicen que la unión hace la fuerza y para ganar el balotaje en el Uruguay luego de que en la primera vuelta quedamos casi 50/50 entre izquierda y derecha los diferentes sectores de la derecha se unieron en una coalición de dudoso futuro.
No se si el término: “Coalición multicolor” fue engendrado por uno de tantos periodistas lameculos que conocemos en los medios de este país o propiamente nació de alguno de estos sectores de la derecha que hoy se juntan para gobernar y destruír como dios manda al paisito en los próximos cuatro o cinco años.
Porque de multicolor nada si partimos del blanco cenizas de un partido nacional que desde la muerte de Wilson Ferreira Aldunate está más cerca de la svástica que de los valores republicanos, de allí vamos a pensar en los “Independientes”, un kiosco segregado del frente amplio para la famita de Mieres, esa risible y somnolienta muestra de partido personal de nuestro Luthor vernáculo el señor Novick, un partido colorado regido por su máximo zar y líder: Julio María Sanguinetti quién fue presidente dos veces (Aunque ustedes no lo crean) y sigue pensando que la dictadura fue una especie de spa de vacaciones y los desaparecidos un invento comunista. Por último tenemos a “Cuartel abierto” la muestra más sensata de que los militares solamente pueden ser militares y que haciendo política llegan a ser más destructivos que un chimpancé con una AK47 en cada mano. Desde sus opiniones contra la ley de salud reproductiva, su odio a las mujeres y su apoyo incondicional al golpe en Bolivia y a ese personaje: Bolsonaro… todo dicho.
De multicolor nada: vamos del blanco ceniza a tres hermosos grises cada uno más oscuro hasta llegar al negro de este “Cuartel Abierto” con su elocuente árbol de navidad en la ciudad de Minas decorado con armas y municiones. Aunque ustedes no lo crean.
Vamos a ser claros, si para ganar me tengo que unir con la peor peste que hay en la vuelta, no puedo ser muy diferente de esta o soy un tarado.
Autocrítica: Si o No
El Frente Amplio pretende hacer una autocrítica que se viene haciendo desde siempre e indefectiblemente quiere explicarse porque la gente luego de tres gobiernos de lo mejor de toda la historia de este país termina votando a esos cinco hermosos especímenes anteriormente citados. Puede haber todo tipo de explicaciones y yo no soy tan brillante, pero debemos reconocer que aquí las campañas continúas y mediáticas con el tema inseguridad han hecho mella, que los temas: Sendic, Gasificadora, Mina a cielo abierto y Pluna fueron continuamente puestos sobre la mesa de los uruguayos hasta con inocultable malicia por parte de la prensa, que aunque la mesa esté llena la gente de la calle come y no solo comida sino que a veces: “Se come la pastilla”, que los Neo pentecostales en las zonas más pobres y especialmente en el interior del país vienen creciendo como tropa de zombies con sus biblias y su nazi sentido de un fascismo digamos que… santificado.
No creo para terminar que el Frente deba sentirse culpable por sus errores, al cabo que gran parte de mi vida y aquí voy a bajar al título estrictamente personal: En ella soporté de la peor manera las necesidades y la pobreza trabajando como un burro bajo los gobiernos de la derecha y el Frente cumplió con creces con lo único que como anarquista le pedía y era que retornaran los consejos de salarios. Que por primera vez en mi vida, al menos en los últimos diez años vivo si deudas, como todos los días y ando con plata en el bolsillo. Además como bonus track hubo una serie de conquistas en lo social nunca antes vistas ni aún con el sobrevalorado Pepe Batlle. Pero no todos pensamos igual.
Cuando se hacen cosas se cometen errores, se aprende de ello o no. O podemos generar a partir de estos errores todo un pensamiento neoliberal que ponga las cosas en su sitio: Donde los ricos sigan explotando a la gente y esta sea feliz solo por tener trabajo aunque se cague de hambre con la única esperanza de ganar la lotería o de que haya un dios que los escuche en esa dimensión de un despreciable universo que idolatra a los poderosos y discrimina a los más débiles.
La derecha volverá, ya vemos que los ministerios estarán comandados por un grupo de personas con tristes antecedentes de corrupción que van desde ex torturadores a ladrones de toda monta, que el verdadero presidente no será el hidalgo Lacallito sino y por tercera vez: Julio María Sanguinetti secundado por Cuartel Abierto, la Biblia y el Calefón.