“La última línea de defensa” es una película rusa del año 2020 que relata la resistencia de unos tres mil jóvenes de una academia militar en el año 1941 tratando de detener al ejército nazi alemán que se encuentra a solo doscientos kilómetros de Moscú. Como todo relato tomado de hechos reales deberemos aceptar que a fines dramáticos habrá historias mínimas que quizás no tengan un correlato cierto con los hechos verdaderos, más lo que sí es verdad es que dos tercios de estos jóvenes rusos murieron luchando contra un ejército superior en armas y todo por defender a su tierra y sus compatriotas.
Afortunadamente hace un tiempo aparecen películas rusas relatando su visión de esta contienda que el régimen de Hollywood durante décadas nos hizo creer que ganaron los aliados cuando en verdad el verdadero y victorioso ejército ruso fue quién puso freno a los nazis dando miles de vidas a cambio y facilitándoles así el camino a los aliados.
Es al menos para mí muy interesante acceder a esta nueva visión tan postergada por el monopolio cinematográfico de los estados unidos que con su proteccionismo durante décadas nos evitó ver este tipo de obras maestras de otros cines y otras miradas. Y más allá de nuestros colores políticos es bueno ver que el mundo no se resume en jóvenes yanquis mascando chicle y liberándonos de las fuerzas del mal.
Bien actuada, reitero que como todo cine inspirado en hechos reales a fines de elaborar una obra tan ilustrativa como entretenida tal vez algunas historias no sean más que un intento de llegarnos afectivamente, como si hiciera falta con solo ver lo que sucedió a estos jóvenes hombres tratando de detener la infame maquinaria del tercer Reich.
Gen V: Un Spinoff de The Boys Por: Darío Valle Risoto
Aparte de los clásicos de Marvel y DC tenemos toda una serie de personajes que si bien provienen de la misma idea de los superhéroes en la mayoría de los casos procuran distanciarse de estas dos clásicas miradas o bien por desarrollarse de forma un tanto más realista o porque como en el caso de The Boys tratan de apartarse de la moralina de estas dos editoriales apostando a la violencia y el sexo más o menos explícito así como en sus cómics. Doy fe de ello porque en una de las tantas suspensiones de mi página de Facebook: “La Generación de Turú” me arrestaron treinta días por una viñeta en The Boys donde había una orgía.
La serie The Boys nos mostró una versión oscura, sangrienta y excitante de la Liga de la Justicia y en este caso podríamos decir que Gen V se trataría de los jóvenes Titanes por pertenecer estos a la misma idea, más creo que se aproximan mucho más a los X-Men por aquello del instituto donde se trata de educar a los jóvenes en el uso de sus extrañas facultades y agregaría que esta serie, de la que apenas vi los dos primeros episodios porque es muy reciente, sería una buena versión de “The New Mutants” película que fracasó precisamente por ser demasiado blanda.
Tenemos entonces una excelente serie para adultos especialmente dedicada a quienes somos fans de The Boys y descuento que como todo dentro de este género lo tomas o lo dejas, más seria bueno darle una oportunidad aunque no gusten de los “encapotados” porque está muy bien la historia y tiene los mismos ribetes ultra realistas de la serie madre, como por ejemplo la chica que se puede empequeñecer y allí la vemos abrazada al pito de su amigo a pedido especial de este o los extraños poderes moviendo la sangre a voluntad de la protagonista.
Por lo pronto hay una mirada bastante crítica del capitalismo al servicio de estos héroes o proyectos de serlo cuando se manipula a la gente por medio de publicidad o entrevistas fraguadas o vemos como los jóvenes viven sosteniendo en las redes a fuerza de likes que es lo que sí y lo que no. Elocuente es la chica que simula llorar por la muerte de un compañero solo mientras se hace una selfie para YouTube y luego vuelve a la normalidad tras apagar su celular. Triste pero cierto y no tan lejos de la fantasía el mundo de Gen V nos alerta quizás sobre el fin de la civilización o nos está avisando demasiado tarde ya.
Horacio sufría de Insomnio, largas horas no pudiendo dormir. Ni leer, ni escribir, solamente los ojos abiertos mirando al techo o a la nada mientras la mortecina luz de la lámpara ilumina viejos cuadros en las paredes de su cuarto. Horacio miraba a los profundos y abismales silencios de una noche que se resistía a cerrarse sobre su aterida mente. La extrañaba, su mundo se había dado vuelta y parecía no tener remedio.
Alguien golpeó con fuerza el aldabón de la puerta de la casona y el acudió a atender, eran las diez de la noche y por lo tanto no eran horas de visitas inesperadas…menos la de ella. Cuando abrió no sin cierto temor a ser abordado por un ladrón no pudo creer lo que sus ojos veían: Andrea había vuelto. _ Pero… _ Me tienes que invitar a entrar sino no puedo. __Escuchó su voz que ya no era su voz sino una plegaria cascada pidiéndole entrar, sonaba extraña y lejana sin embargo era la voz de ella. Ese ruego de ultratumba lo estremeció pelo por pelo, cada micra de su joven ser se conmovió como las islas rocosas que resguardan esos faros que de forma perenne son fantasmas de la más oprobiosa soledad. Ella, nada menos que ella estaba allí delgada y parada frente suyo mirándolo como si sus ojos de extraña expresión lo sobrepasaran hasta anidarse en la pared más lejana del corredor de entrada.
La observo a punto de desmayarse de angustia, de felicidad y de miedo porque Andrea había muerto, la habían dejado bajo tierra en el cementerio central hacia exactamente una semana.
La miró a los ojos y se perdió en ese otrora azul mar que ahora tenía color gris de tormenta, su rostro triangular estaba más pálido que la luna y sin embargo seguía siendo el de su amada Andrea. Andrea por siempre Andrea. _ Estas muerta. _ Estoy parada aquí, hace frio, me tienes que invitar a entrar sino no puedo. _ Estas muerta. _ Creo que sí.
Dijo mirándose las manos. Tenía puesto el vestido negro conque la habíamos enterrado aquel domingo lluvioso de Junio luego de perderla en la fría cama del hospital, luego de llorarla en silencio y compartir con familiares y amigos la muerte de esta maravillosa mujer de tan solo veintisiete años. Si no me invitas… Tengo sed, tengo hambre, siento frio. Fueron sus palabras ante Horacio que sentía que le temblaba la voz, le temblaban las piernas, le temblaba el corazón.
Los vampiros no existen, solo son personajes imaginarios de… Le dijo cuando ella intentó sonreír y le vio dos colmillos de mármol asomando de sus labios color violeta. _ No sé lo que soy, ese hombre me mordió, me sacó del cajón y me dijo que no estaba muerta, que tenía un regalo para mí y que me lo había dado antes de dejarme salir… tengo frio. _ ¿Qué hombre? _ Me tienes que invitar a entrar sino no puedo hacerlo, son las reglas, el me lo dijo.
Horacio no pudo más y la invitó a pasar y parecía que el invierno entraba con ella congelando las habitaciones de la casa que alguna vez fue de los dos y ahora parecía recibirla con enormes dudas sobre la calidad de su existencia. _ Te puedo convidar con algo: un café, té, lo que quieras. _ Necesito beber sangre o me voy a morir definitivamente. “Definitivamente” parecía una palabra demasiado extraña en boca de su pareja muerta hacia una semana pero que ahora estaba sentada en el living oliendo a naftalina y flores marchitas. __ No sé qué hacer, esto no puede estar pasando, debo estar dormido, aunque es demasiado real para ser un sueño, te veo allí pálida, blanca como el mármol y siento que no estás acá sino en otra parte. ¿Sangre?, ¿Mi sangre?
Ella entró caminando en absoluto y lapidario silencio hasta sentarse en el sofá. Horacio prendió la luz de la sala, la vio reflejada en el vidrio del combinado donde apagado el tocadiscos aún tenía a Ella FitzGerald. _ No sé qué hacer…no lo sé Andrea. Ella bajó la cabeza, su largo cabello negro brillaba a la amarilla luz de la lámpara de pie, él se sentó a su lado y ella se estiró para besarle la frente depositando sus canosos labios helados como el mármol más frio de una catacumba griega. _ Me tengo que ir, pero ya puedo volver cuando quiera porque me invitaste. __ Esta siempre será tu casa, sabes que te amo.
Ella desapareció en una nube de niebla espesa que poco a pocos e transformó en nada y Horacio pensó que solo había sido un extraño sueño. Pero desde ese día lo visita prácticamente todas las noches y se va antes del amanecer.
Esta película cuyo título en castellano sería: El callejón de las pesadillas está escrita y dirigida por Guillermo del Toro por lo que ya descontamos que será por lo menos buena y lo cumple y vaya que sí. Tenemos un circo itinerante o feria allá por los años treintas en unos estados unidos aún azotado por el fantasma de la depresión y ante la inminente segunda guerra y a un hombre cualquiera que llega a pedir trabajo y termina como discípulo de un mentalista.
Digamos que la película consta de dos partes claramente diferenciadas que podríamos dividir en un inicio con este personaje aprendiéndolo todo en su vida en las carpas de dicho circo y luego cuando se emancipa como un mentalista que en su fama creciente termina asociándose a una sicóloga y allí la película toma ribetes con una oscuridad un tanto diferente a aquella de la feria del inicio.
Con un impresionante elenco lo más que destaca en este trabajo además de la perfecta estética de esos tiempos, de los ambientes, de la fotografía es adentrarnos en el mundo de estos estafadores que se llaman a sí mismo: mentalistas, médiums, etc. y que prosperan aún hoy día. Como nota extra nos enteraremos de algunas técnicas para hacer creer a los incautos que en verdad se les lee la mente y además de esto tenemos una serie impresionante de buenas actuaciones y aunque en los últimos tramos la película me pareció extenderse excesivamente creo que el final tiene un enorme mérito aunque sea algo previsible.
Dracula, Padre e Hijo 1976 Por: Darío Valle Risoto
Christopher Lee rodó siete películas interpretando a Drácula para la legendaria Hammer films, desde 1958 a 1973, esto no quita que haya interpretado al conde en otras ocasiones pero fuera del canon diríamos.
Esta película del año 1976 me tomó por sorpresa porque la desconocía totalmente y gracias a la gran página de descarga cine clásicola pude ver ayer con gran expectativa y esta no solo fue colmada sino que le agregó a la figura de este enorme actor inglés su gran entrega en una historia con ribetes de comedia acida muy a lo francesa porque es una producción entre Francia y Alemania, es más la pude ver en francés evitando al traducción en español que me pareció horrible.
La película trata del conde Drácula decidido a tener un hijo y por lo tanto las escenas saltan décadas o varios años mostrándonos como el pobre conde intenta ser un vampiro en un mundo moderno y con un hijo bastante inútil para las dotes de las criaturas de la noche. Hay escenas memorables como cuando Drácula trata de morder a una señorita y esta es nada menos que… No les voy a quitar la sorpresa, claro.
Verla pensando que es de 1976 es imperioso por aquello de que ahora puede parecer una película mediocre pero no lo es, es más, creo que su principal hazaña es mostrarnos escenas de humor pero nunca ridiculizar a Lee ni al personaje aunque este tenga que prestarse para una publicidad de pasta dental, etc.
Buena entrega, ahora estoy abocado en conseguir: El conde Drácula de 1970 con Christopher Lee pero rodando en Europa en una versión subtitulada porque la tengo doblada el español (Castellano en realidad porque el idioma español no existe) y la verdad que no me puedo habituar además que nada paga más que escuchar las voces auténticas de quienes la interpetan.
Maggie Q es la protagonista de esta película que conforma un poderoso triángulo actoral sostenido por Samuel L. Jackson y nada menos que Michael Keaton quién creo no ha hecho muchas películas de acción y más bien se ha dedicado a la comedia o el drama, descontando sus tres interpretaciones como Batman, claro está.
Con muchas escenas rodadas en Vietnam tenemos una historia que abreva en el trágico pasado de una asesina profesional de hoy que intenta vengar el asesinato de su socio y a su vez tiene recuerdos de su pasado y de cómo terminó siendo una experta en lo suyo, por otro lado tenemos a otro profesional del crimen y en una suerte de odio y fascinación veremos cómo cada uno trata de hacer su trabajo pero…
Interesantes momentos de acción con algo de John Wick por aquello quizás de que es la misma productora pero Maggie brilla con su propia luz y si mal no recuerdo ella fue la protagonista de la remake de “Nikita” a la que me parece no le fue muy bien en cartelera. Al menos como la original, aquella la de “Peta”. En este caso funciona muy pero muy bien su personaje y la película también me hizo recordar por algo a Mr y Ms Smith por eso de dos que se quieren pero se odian.
Recomendable para los que gustan del buen cine de acción, las producciones espectaculares y los lugares poco vistos en la pantalla, en esto cumple con creces.
The Retirement Plan 2023 Nicolas Cage Por: Darío Valle Risoto
Nicolas Cage encabeza el cartel de esta gran película de acción donde reconoceremos a varios actores de lujo que lo acompañan como Ron Perlman (Hellboy) y Jacke Hearle Haley (Rorschach en The Watchmen) entre otros y aquí tenemos locaciones en las islas Caimán porque el abuelo retirado vive en este lugar paradisíaco y es visitado por su nieta de once años que trae consigo un pendrive que varios chicos malos están dispuestos a conseguir a cualquier precio.
Descontado está que el tema ha sido harto llevado a la pantalla de diversas formas pero siempre nos trapa el hecho del héroe anónimo que debe defender a su familia entre diversas intrigas entre el servicio secreto de los EEUU y un cartel de delincuentes con varios personajes que trabajan para ambos bandos.
Destacada la actuación de Cage como siempre y quizás muy ceñido a su papel con muy pocas de sus locuras pero igual lleva de forma pareja al personaje de este “agente” retirado que muchos comparan con Rambo en la historia pero que es de verdad y por lo tanto mucho más peligroso.
Me impactó la iluminación y toda la fotografía de la película con fabulosos panoramas, encuadres e imágenes a pleno sol que invitan a olvidarnos por un momento de este invierno Montevideano que se niega a retirarse del todo aún en estas fechas.
Buena acción con un personaje que me gustaría volver a ver de nuevo porque después de todo: ¿Quién no quiere ver de nuevo a Nicolas Cage?
Esta película está hecha especialmente para nosotros los incondicionales fanáticos de Nicolas Cage y si no les gusta este enorme, grandioso, majestuoso actor no la vean. Se trata pues de una película mínima donde principalmente destacan el secuestrador: Nicolas y el secuestrado encarnado por: Joel Kinnaman que es tomado por este loco dentro de su propio auto que punta de pistola lo obliga a ir por la ruta, mientras tanto su esposa está a punto de dar a luz y el tipo se pierde de estar con ella por este demente que lo domina.
Descuento que la película está hecha a la medida de Cage y que hay muchas secuencias de libre interpretación como cuando pierde la chaveta (Bueno, ya la tenía perdida) dentro de restaurante de carretera y se pone a cantar. Esto es poco cuando se trata de sacarle el mayor partido a un tipo que insiste en que el secuestrado es otra persona y la victima asegura que está equivocado mientras en la ruta se van pasando los minutos y la muerte acecha.
El final es algo imprevisto, tal vez si o tal vez no pero la película solo vale la pena como lo asegure antes para los acólitos de esta leyenda viviente y no para los ciegos cinematográficos que creen que “Barbie” es una gran película. Road Movie como le llaman los entendidos solamente porque pasan en la carretera la mayoría de las peripecias y con todo esto uno inmediatamente se pone a pensar en que haría en una situación de estas si es abordado por un loco a punta de revolver y nos dice que manejemos rumbo al mismo infierno tal vez.
Lo absurdo del lenguaje incluyente La RAE censuró en 2012 el empleo del lenguaje no sexista con un informe que cuatro años después está de actualidad. ¿Hasta qué punto es pertinente emplear términos como ‘la ciudadanía’ en lugar de ‘los ciudadanos’?
Julia Alegre* 13 de enero de 2016
La Real Académica de Lengua Española (RAE), en un alarde de sentido común (que valga decir, últimamente brilla por su ausencia; sino, hablemos de los ‘amigovios’ y los ‘papichulos’), emitió en 2012 un informe titulado ‘Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer’, que, debido a la atemporalidad en la que se suscriben los contenidos en Internet, se ha vuelto a viralizar.
En el informe se criticó el aluvión de guías elaboradas en España por universidades, sindicatos y gobiernos regionales en los últimos años, en las que se propone el empleo de un lenguaje incluyente. Se aconseja, entre otros, que es preferible utilizar términos como ‘ciudadanía’, en vez de ‘ciudadanos’; ‘el profesorado’, en lugar de ‘profesores’, y evitar el uso del genérico (‘personas sin trabajo’ y no ‘parados’) o ‘todos y todas’, y no ‘todos’.
Ignacio Bosque, autor del informe que suscribieron en su momento 26 académicos, reconoce que, si bien existe una “discriminación contra la mujer en la sociedad” y la presencia de “usos verbales sexistas”, el lenguaje inclusivo “difunde usos ajenos a las prácticas de los hablantes” e imposibilita “la comunicación efectiva”. Es lo que la RAE denomina “economía del lenguaje”.
Y quien niegue este último punto (practicidad y agilidad) incurre en una falta de imparcialidad que roza lo irrisorio: hablar en un texto de ellos y ellas, niños y niñas, personajes y personajas (ah no, eso no), doctores y doctoras, colombianas y colombianos, es agotador y tedioso, por no decir absurdo.
Hace un tiempo, Nicolás Maduro, se convirtió -muy a su pesar- en el mejor ejemplo de la problemática que se circunscribe a la pretensión desbordada y sin base lingüística de incluir ambos sexos en los discursos. Los 35 millones de “libros y libras” que iba a repartir entre los jóvenes venezolanos, le convirtieron en el hazme reír del momento. Igual que sus “liceos y liceas”, esos centros educativos que el mandatario anunció que pondría a disposición de estudiantes becados.
Los defensores del lenguaje no sexista alegan que “una lengua que no se modifica solo está entre las lenguas muertas”. En otras palabras, una lengua debe ser el reflejo del momento histórico actual, y evolucionar de forma análoga a los tiempos que corren. Es producto de una práctica social.
En este punto, es innegable el avance de la mujer en materia política, social y económica, así como en términos de equidad de derechos con sus homólogos hombres. Lo que, en ningún caso, significa que se haya alcanzado una paridad real. Pero eso no es razón para ensañarse con el lenguaje y desacreditar sus formas en pro de una defensa del feminismo.
Hay que saber elegir las batallas. Especialmente si lo que se busca es acabar con el sexismo en todas sus manifestaciones y hacia ambos lados. Porque no tiene sentido dejar de emplear palabras acabadas con el grafema ‘o’ y significado genérico, sino se va a hacer lo mismo con las que terminan en ‘a’ y también integran ambos sexos.
Si vamos a hablar de ‘médicos’ y ‘medicas’, hablemos también de ‘periodistas’ y ‘periodistos’, no seamos cínicos.
Los puristas del lenguaje no sexista alegan que “los términos colectivos que dan valor común a hombres y mujeres ocultan a estas últimas”. Pues bien: si le vamos a poner peros a ‘los ciudadanos’ y abogar por el uso de ‘la ciudadanía’, que toda esa moralidad mal llevada también afecte a palabras como ‘persona’, por la que se hace referencia tanto a hombres como mujeres (¿la persono?).
La lucha lingüística por la que abogan los feministas si tiene una razón de ser que nada tiene que ver con la construcción del genérico: el léxico.
Es ahí donde se refleja el mantenimiento del machismo y la cultura patriarcal, en los términos que incluyen connotaciones denigrantes contra el género femenino que rozan lo grotesco. Ejemplo de ello, y atendiendo a las definiciones de la misma RAE, ‘perra’, que significa prostituta, mientras que ‘perro’ es un “hombre tenaz, firme y constante”; o ‘loca’, “mujer informal y ligera en sus relaciones”, que no ‘loco’ (“que ha perdido la razón”).
La lengua sí que debe ser un reflejo de los tiempos que corren, de una sociedad que integra a sus miembros, sujetos de derecho todos ellos. Pero eso nada tiene que ver con caer en la demagogia, el populismo o la ignorancia.
Tenemos en esta película “de espías” a Gal Gadot (Wonder Woman) interpretando a una agente internacional al mejor estilo de James Bond, podríamos decir que todo el producto es una versión femenina de Bond y les recuerdo que ya hubo un personaje así que hasta tuvo una película y se llamaba: Modesty Blaise.
Por lo tanto tenemos lo mismo que tienen las más de veinte ediciones de este agente Británico con licencia para matar: tecnología, acción y el recorrido por varios países y escenarios más o menos exóticos tratando de salvar al mundo libre en principio de maquiavélicos personajes que intentan al principio dominar el mundo y luego…también.
La película es buena pero por todo lo anteriormente mencionado es más de lo mismo y a mí en lo personal Gal Gadot es una actriz que nunca me termina de cerrar y solo me gustó en la primera versión de Wonder Woman y nada más. Digamos que hace muchos años que se intenta posicionar a un personaje femenino dentro de este género pero la cosa no ha funcionado, tal vez con “Ballerina” la chica salida de John Wick funcione pero no recuerdo en este momento a ninguna chica espía o agente que haya destacado como para iniciar una saga satisfactoria. Si se me olvidó alguna por favor déjenlo en los comentarios.
Se deja ver, entretiene pero por momentos el abuso de eternos clisés le hace a uno imaginar lo que viene y por lo tanto es terriblemente previsible, quizás de eso se trate el género escapando de lo detectivesco para adentrare más en la acción que otra cosa.
¿Crees que has comprado algunos productos sólo por la publicidad? Y porque la verdad incómoda tiene más dificultades para imponerse al ruido mediático creado para sepultarla. A esta cosa tan sentida llamada vida, es frecuente no utilizar las palabras con prudencia y con respeto.
Este blog es únicamente para mayores de edad. Relata la vida de sumisión de una chica que se adentra en el mundo del BDSM casi por casualidad, sin saber muy bien ni qué significan esas letras.
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