Neo Vampiros 76
Perros a la luz de la Luna
Por: Darío Valle Risoto
__Al final lo extraditaron a la Argentina.
__Casi veinticinco años en democracia y recién cae este hijo de puta.
__ Más vale tarde que nunca, al menos se dice eso, ¿No?
__ En cuestión de derechos humanos cada año en impunidad ha sido un insulto para este pueblo, acabamos de votar de nuevo en contra de derogar la ley que dejó a estos libres y tenemos que vivir buscando subterfugios técnicos para meterlos presos. ¡Un desastre!
Jacqueline Danabian se despidió de su principal socio del estudio, frente a ella tenía la profusa carpeta del reciente extraditado a la Argentina: José Carderio Gonzáles, conocido por diferentes nombres en sus incursiones torturando antes y durante la dictadura Uruguaya.
Hubiera prendido un cigarrillo, ¡tenía tantas ganas!, pero había dejado de fumar, inmediatamente pensó en Lorena, en aquella joven eterna en la noche y en su no muerte. ¿Dónde estará ahora?
__ ¿Dónde estarás mi querida?
Miró por la ventana a la avenida 18 de Julio, la gente caminaba agobiada por una ola incontenible de calor, treinta grados a la sombra y todo parecía continuar igual, sin embargo había una sombría pena en sus ojos, el recuerdo de el caso que le había quitado el sueño y la calma. Los padres desparecidos de Lorena se perdían en una nebulosa de expedientes confusos y la consiguiente escasez de testigos. La “Operación Zanahoria”, el intento póstumo por ocultar la mierda debajo de la alfombra, el traslado de los muertos a otra parte porque iba a volver la democracia. Ni los milicos mismos se imaginaban que los “demócratas” que seguían eran más continuistas que ellos mismos.
__ Más realistas que el Rey.
__ ¿Está hablando sola doctora?
__ Cosas de vieja, ¿Correspondencia?
__ Variada pero hay una carta sin sello, es raro.
Sebastián el cadete le dejó los sobres y se retiró, Jacqueline miró el sobre celeste, con su nombre, lo abrió y comprendió inmediatamente que Paula estaba en serios problemas o era una broma de perfecto mal gusto.
La gente seguía acampando en clubes y campamentos improvisados, las inundaciones en gran parte del noroeste del país provocaban diferentes formas de caos, entre ellas la ausencia de caminos transitables.
El negro Carlos llamó a sus amigos y les avisó que había dejado la carta en el despacho en Montevideo y que iba a llegar lo más pronto posible.
__ ¿Qué hacen tus padres?
Le preguntó Romero Castro a la chica que entumecida permanecía atada a un camastro en el rancho donde solían esconderse de la policía o solamente llevar la caza para desollar. Varias pieles colgadas en una pared demostraban su afición más delicada.
__ Mi padres son inversionistas, compran y venden, trabajan con depósitos, esas cosas.
__ Son ladrones como nosotros ¿Oíste Arellano?
Arellano largó una carcajada, tenía los ojos enrojecidos por el vino y fumaba un tabaco mirándole las piernas a la joven.
Paula las recogió, la frazada donde estaba olía a sudor y mugre, todo el lugar era francamente asqueroso, había envoltorios y restos de comida cubiertas de hormigas en algunas partes, en las paredes tenían diferentes fotos de mujeres, almanaques viejos y retratos de jugadores de futbol así como escudos y banderas.
__ ¿Tenés novio?
__ Necesito ir al baño. __Ya no podía aguantarse más las ganas de orinar.
Arellano se puso de pie trastabillando.
__Yo la llevo, no te preocupes que me porto bien ché.
Romero Castro hizo un gesto y siguió leyendo el mensaje de celular donde el negro Carlos avisaba que todo había ido bien con la nota del rescate, habían pedido 100.000 dólares por la vida de la pituca.
Arellano llevó casi en el aire a Paula a un baño que solo era una casucha de chapas detrás del racho, el olor a mierda, las moscas y el tufo a orín, casi la hacen vomitar, el tipo la obligó a dejar la puerta entreabierta y miraba de reojo aparentando no interesarse en ella.
Orinó lo mas rápidamente que pudo aguantando la respiración, se tuvo que levantar la ropa interior sin limpiarse y cuando estuvo finalmente vestida salió corriendo tan rápido que el enorme tipo se tiró para atraparla pero no pudo alcanzarla.
__ ¡Para hija de puta! … ¡Ya vas a ver carajo!
Juicio y Castigo