Juntos en prisión condicional Dentro del enorme taller Entre papeles y tintas Y el sueño de siempre perder.
Los buitres que supervisan Nada de conversación Nos prohibieron las risas Nos separan a otras mesas Nos cambian las tareas Parecen trabajar por razón De que todo se convierta En un Campo de concentración.
Y cantamos nuestras canciones Nos reímos de la vida Ser esclavos es trabajar Sin pensar en la salida.
Habrá formas de conflicto No ser amigos del juez Separarnos de los carneros No confraternizar con el fiel.
Solidaridad contra el arrastre Pertenecer al sindicato Levantar la cabeza y no hacerle Asco a ningún paro.
Los supervisores tiemblan Entre tanta humillación Están colgados del medio Entre gusanos y el patrón.
Ya no nos tratarán como niños Con respeto si señor También vinieron de abajo Paro vendieron su condición.
Cuando nos echen a todos Y cierre para siempre el taller No se olviden de los cornudos Que en las duras jornadas Nos enseñaron A luchar hasta vencer.
Si solamente consideramos el alto índice de audiencias, Friends es la sitcom más famosa de la historia, otras consideraciones las veremos más adelante, pero no podemos negar que durante diez años millones de personas nos entretuvimos con estos seis amigos neoyorkinos.
Reunir a sus seis protagonistas diecisiete años después del final de la serie es una gran idea que a aquellos que de alguna forma la seguíamos nos reconecta con sus actores y sus vivencias con estos entrañables personajes pero no puedo evitar pensar en que terminaron ganando cada uno un millón de dólares por episodio y que ahora se embolsaron unos 35 millones cada uno y de verdad me parece tan obsceno como los sueldos de muchos jugadores de futbol.
Pero se trata de puro y absoluto entretenimiento sometido a la máquina devoradora del consumo que con Friends encontró la química perfecta y aún así me quedo con aquella alumna de doce años que me dijo que eran: “Unos idiotas” refiriéndose a sus protagonistas. No se lo discuto: seis treintañeros actuando como adolescentes bobos es muy cómico pero a la vez patético y aún así: funciona.
Por otra parte cada uno con sus gustos hay al menos tres sitcoms que prefiero antes que Friends a saber: Seinfeld, Frasier y Loco por ti, pero también he sucumbido al consumo porque aún cuando hice mi rating de mis comedias en este rubro preferidas tuve un enorme olvido y fue nada menos que la serie: Roseanne. Y esto se debió a que quizás sea la única sitcom de la historia en que se trataron temas tan duros como el desempleo, la explotación, el machismo y el rol de la mujer en el trabajo y en el hogar. Cosas que jamás se toman en cuenta en estas series tan exitosas.
Pero volviendo a Friends por cierto que tuvo enormes aciertos como actores invitados de primera línea y una inigualable dinámica y manejo de los tiempos de sus seis protagonistas y vuelvo a la química de sus personajes de los que en lo particular me quedo con Phoebe y Joey precisamente por ser los más naturales del grupo dadas sus condiciones sociales.
Hoy día a diez y siete años algunos actores como “Joey”, “Ross” y “Phoebe” maduraron dignamente pero no así: ”Chandler” que aparece desgastado y envejecido por el consumo de drogas y ya lo hacía durante la emisión en aquellos días, mientras que “Mónica” con su rostro hinchado y deforme por el botox da un poco de terror. Un capítulo aparte es el de “Rachel” que se mantiene bastante bien y es la que más ha hecho trabajos más o menos recordables luego de la serie. Tomemos en cuenta que desde 1994 a 2004 ya se notaba que los actores de Friends estaban más maduros, ni pensar ahora. En síntesis es interesante este espectáculo de reunir a viejos amigos para recordar, creo que sobran los segmentos de gente de todo el mundo opinando sobre la serie o el desfile con la ropa rara hecho por «Famosos» pero vuelvo a lo del principio, se trata de entretenimiento llano y puro, mismo que por ser yanqui pertenece a una idea del mismo absolutamente alejada de cualquier ideología política y precisamente por eso comulga con la derecha más insufrible.
Love, Death and Robots Segunda temporada Por: Darío Valle Risoto
Dicen que lo bueno si es corto es dos veces bueno y eso tratándose de las historias animadas (La mayoría) de esta serie se acrecienta sobretodo porque cada uno de sus episodios tiene una buena dosis de creatividad.
Esta segunda temporada es de solo ocho episodios pero mantiene exactamente el nivel muy a lo “Twilight zone” de la anterior que contaba con dieciocho historias auto conclusivas, pero debemos tener en cuenta que fue antes de la pandemia zombie por lo que probablemente esta segunda temporada no esté concluida y aparezcan otros segmentos.
Al no tener más de quince minutos podríamos puede verlos todos de un tirón y vaya que me aluciné con cada historiad e las que en especial me quedo con la última que luego vi que hace una punta de años había leído en alguna selección de cuentos de misterio o algo por el estilo.
Para todos los que solo parecen ver Netflix, bueno, está allí y trata de historias cortas generalmente animadas mediante diversos estilos que van del SGI al animé, cartoon, etc. Lo más importante es que tal como la serie “Black Mirror” son narraciones creativas que cambian de unas a las otras y eso nos provee de enormes ejercicios para la imaginación sobretodo porque la serie tiene todo aquello que mueve el mundo: Amor, muerte y… robots.
La década del ochenta además de ser la década de la explosión del Heavy metal como género en todo el mundo y muy especialmente en los países anglosajones también fue donde comenzaron a proliferar una enorme cantidad de bandas y solistas de música Pop que generalmente tras tener uno o dos éxitos difundidos hasta el hartazgo desaparecían y jamás volvíamos a saber de ellos más no sea en algún programa de Old Hit.
Allá por el 83 apareció el tema y la banda que dan título a este artículo, banda alemana caracterizada por la fabulosa y sensual voz de su vocalista y que rápidamente desapareció de nuestro mapa musical. Podríamos pensar que como en muchos casos sería una agrupación de un solo hit y acabo de notar que de ninguna manera con: “Nena” fue así tras escuchar su álbum homónimo, el que contiene: “99 Red Balloms” y su continuación de 1986: “Eisbrecher”, para encontrarme con dos enormes joyas del pop electrónico con una enorme cantidad de temas bien creados, gancheros y que nada deben envidiar a su éxito tan difundido.
Yo denominaría a Nena como una gran agrupación electrónica que es por cierto que muy Pop pero también con una contundencia fabulosa que invita a subir el volumen de cada composición con cosas increíbles como: Indianer, Tokyo o engel der natch pero que de verdad a mi me sería casi imposible elegir un tema u otro ya que todos son de una factura muy creativa pero a la vez diferentes y potenciados por unos teclados increíbles, una voz de película y un resto de guitarras agudas que de verdad me hacen pensar que Nena mereció tener muchísima más fama que su efímero paso por las FM mundiales con una sola canción, también buena por cierto.
Seinfeld rompió varias convenciones de la televisión convencional . A Larry David se le atribuye negarse a seguir la fórmula de comedia de situación predecible que tendría una floreciente relación romántica entre Jerry y Elaine. El programa no ofrece crecimiento ni reconciliación con sus personajes. Evita el sentimentalismo.
Un episodio generalmente es impulsado por el humor intercalado con los conflictos superficiales de personajes con disposiciones peculiares. Muchos episodios giran en torno a la participación de los personajes en la vida de los demás con resultados típicamente desastrosos.
En el set, la noción de que los personajes no deberían desarrollarse o mejorar a lo largo de la serie se expresó como la regla de «no abrazarse, no aprender». También, a diferencia de la mayoría de las comedias de situación, no hay momentos de patetismo ; El público nunca siente lástima por ninguno de los personajes. Incluso la muerte de Susan no provoca emociones genuinas de nadie en el programa. Seinfeld no rehúye tomar a la ligera temas difíciles, desde la muerte hasta la enfermedad y las discapacidades.
El Vecino: Segunda y última temporada Por: Darío Valle Risoto
Generalmente uno siente pena cuando se levanta una serie, en este caso creo que Netflix estuvo más que acertado ya que los ocho capítulos que componen la segunda temporada de esta serie española están muy por debajo de la primera temporada, la que uno más o menos trató de terminar imaginando que iban a ir a más limando un montón de cosas como la porquería de música que continuó igual de mala en estos ocho capítulos finales.
Para colmo se nota que intentaron giros nuevos como la bisexualidad de Julia, dejaron de lado precisamente el rol de “El vecino” e introdujeron un extraterrestre con un aparatito que domina la mente de la gente que pudo ser peor. Vi por lo tanto estos capítulos para comentar con justicia pero la verdad que no bien terminé la serie la borré por completo porque mi disco duro ya está casi colmado y no vale la pena.
Supongo que no cuajó el intento de una especie de “Gran héroe americano” español o que hubiera sido mucho mejor hacer unas buena película como Superlópez y no estirar durante horas algo condenado al fracaso. En definitiva allí quedó el intento de hacer algo de este género pero en España y espero que aparezcan mejores trabajos en el futuro porque siempre será uno de mis temas preferidos de entretenimiento.
Esta película anime nos recuerda una vez más la enorme relación de los japoneses con el mar y por ende la cantidad de leyendas e historias que sobretodo en poblaciones costeras y de pescadores hay sobre sirenas y otros seres marinos. Puede que el afiche nos remita inmediatamente a esa obra maestra de Ghibli denominada: “Ponyo” pero es solo una coincidencia por lo anteriormente mencionado: Japón y el mar son inseparables.
La historia trata de un jovencito que vive con su padre y su abuelo en un pueblo de pescadores y a poco de formar una banda de rock con unos amigos se encuentran con que una pequeña sirena quiere cantar con ellos y esto desencadenará un sinfín de contratiempos ya que la gente del pueblo en su mayoría le teme a las sirenas porque creen que se comen a la gente.
De allí en adelante tenemos secuencias muy cómicas con gente bailando, extraños seres que vienen del mar y un pueblo que poco a poco comienza a reconciliarse con estos habitantes de las profundidades. La música por ende es una constante en toda la animación y de verdad invita a disfrutarla.
Sin tener la maravillosa calidad de la mencionada: Ponyo sin embargo este trabajo cuenta con un estilo característico ya que se nota que los escenarios difieren de aquello que se mueve que claramente está “ayudado” por los ordenadores y esto hoy día no es ninguna novedad, más estoy seguro de que ese estilo es voluntario para darle un toque personal a la película que si lo tiene.
Una muy buena historia con muy poco violencia y que se disfruta mucho sobre todo para los que amamos el anime desde casi toda la vida, probablemente aún para muchos occidentales sea un estilo de dibujos animados un poco raro pero vale la pena dejar de un lado el estilo occidental para ver otro tipo de arte.
Los Mitchells contra las máquinas Por: Darío Valle Risoto
La historia se centra en una chica joven que quiere ir a estudiar cine fuera de su ciudad y de su relación con sus padres y su hermano menor y muy especialmente en el padre que como el resto de la familia dista mucho de ser especial; toda la historia por lo tanto se ocupa de las relaciones familiares en un entorno hostil generado por la rebelión de los dispositivos electrónicos y especialmente los celulares.
En síntesis esta gran animación de sony por medio de SGI tiene mucho de la calidad que conocimos especialmente en los trabajos de Pixar en tanto puede ser disfrutada por espectadores de todas las edades y es como una tormenta de optimismo dentro de tanto cine que yo denominaría: “Chatarra”. Mucho humor, la asociación con el tema de las redes sociales: memes, mensajes, videos de you tube, etc. es continua y bien elaborada con mucha acción, colorido y aquella moraleja necesaria de aceptar a quienes nos quieren y queremos por como son y no como quisiéramos que sean.
Una historia familiar de ciencia ficción con robots, un perro (O un cerdo) que se las trae y una buena ocasión para verla acompañados de nuestros familiares de cualquier edad. En especial este tipo de animación “cartoon” me atrapa inmediatamente y sobre todo cuando el guion es así de perfecto, una cosa que me vino a la mente es que esta familia con todas las diferencias de igual manera me recordó en parte a la de los Increíbles.
Thelma y Louise Treinta años después Por: Darío Valle Risoto
Esta película producida por el gran Riddley Scott bien podría llamarse: “White Trash” o “Rednecks” ya que es una película profundamente yanqui que retrata una porción de vida al sur oeste de los EEUU por medio de dos mujeres que escapan de fin de semana a bordo de un Thunderbird color verde y todo se va al carajo de buenas a primeras.
El tema del maltrato de la mujer es recurrente en todo el film, leitmotiv que lamentablemente permanece intacto a treinta años de su estreno y que el triste final de la cinta bien podría verse como la moraleja de nacer mujer y vivir en este mundo de hombres donde siempre se termina mal si no tienes un pene entre las piernas.
La libertad puede costarte la vida es una idea que me quedó al terminar de verla a unos cuantos años de su estreno y es que Gena Davis y Susan Sarandon obviamente están impecables y hasta le perdonamos al guion la carencia de mayores profundidades que quizás el paisaje nos muestre por sobre los diálogos. Es que esta película como Top Gun, Rambo o Forest Gump es extremadamente usamericana por lo que me puse a imaginar si esta historia transcurriera en Sudamérica y me fue casi imposible cuando no motivo de imágenes bizarras.
De todas formas la película es buena, quizás excelente pero no una obra maestra precisamente por su enorme dosis de sentimiento “Cowboy” que colabora para que uno la vea de lejos aunque retrate muy bien la continua violación de las mujeres tanto en carne y hueso como sicológicamente. Lo menos creíble: El policía bueno interpretado por Harvey Keitel.
¿Crees que has comprado algunos productos sólo por la publicidad? Y porque la verdad incómoda tiene más dificultades para imponerse al ruido mediático creado para sepultarla. A esta cosa tan sentida llamada vida, es frecuente no utilizar las palabras con prudencia y con respeto.
Este blog es únicamente para mayores de edad. Relata la vida de sumisión de una chica que se adentra en el mundo del BDSM casi por casualidad, sin saber muy bien ni qué significan esas letras.
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