Iluminados, oscurecidos y sometidos
Por: Darío Valle Risoto
Desde que el mundo es mundo o desde que al menos algún hombre prehistórico se asomó desde su cueva y se puso a pensar en el sentido de la vida existen las religiones, desde las animistas a las presuntamente superiores que piensan en dioses metafísicos alejados de los tótems animales han pasado siglos, milenios donde la mayoría de la humanidad cree en algo, en cualquier cosa pero siempre estuvo y estará ligada a un concepto absurdo de supra existencia donde un ser o seres superiores dictan el destino de la humanidad.
Para que estas religiones prosperen no solo alcanza con el largo brazo de la costumbre y las tradiciones culturales de cada región, también son necesarios los salvaguardas de la fe que al ser portadores de la palabra de sus deidades se mantienen económica y sexualmente activos y bien provistos por las masas ignorantes y necesitadas de guía. Sabemos bien que el esclavo aún con la pérdida de su libertad vive cómodamente bajo la mirada vigilante de su amo y que probablemente ante la posibilidad de libertad absoluta preferiría ese ojo vigilante antes que depender de sí mismo.
La poderosa vigencia de las tradiciones y las instituciones que mantienen y conservan nuestras sociedades es prácticamente inamovible y solo gracias a grandes esfuerzos, sacrificios y hasta pérdidas de vidas van cambiando pero demasiado lentamente y por lo tanto a punto de llegar al primer cuarto del siglo XXI y con grandes avances en los aspectos tecnológicos aún tenemos que convivir con absurdos sistemas de creencias y cuando no con gobiernos Teocráticos en gran parte de la tierra.
No será raro encontrar grandes científicos que manifiestan su fe cristiana, a mujeres que sometidas en sus países musulmanes se sienten más cerca de su dios aunque vivan sometidas y cubiertas por tradicionales velos frente a los hombres. Tampoco es extraño encontrarnos entre personas inteligentes conque elaboran en base a sus conocimientos bíblicos toda una suerte de fantasías donde el extraño concepto del amor o la enorme mentira del libre albedrio no pueden sobrevivir a un mínimo de sentido común pero sin embargo se mantienen.
En medio de esta vorágine de mentiras los ateos militantes vivimos desafiando el estatus quo tratando de que la gente razone por lo menos por sobre unos diez años de coeficiente intelectual para saber que la Biblia no es un dechado de virtudes sino un libro infame que como tantos otros libros religiosos se ha transformado en la peor arma de destrucción masiva responsable de grandes guerras, de la perdida de la libertad de millones de personas y lo que es peor: de la sumisión de muchísima gente, aún de los creemos vivir en países laicos y sin embargo dependemos de los líderes religiosos ligados históricamente a los poderes militares y económicos más reaccionarios y conservadores.
La iglesia católica dejados los años oscuros de la inquisición ha sabido mantenerse haciendo cintura entre el fascismo y la libertad procurando por un lado darles aliento a los más desfavorecidos y por otro apoyando todos los regímenes fascistas del planeta y aún con todo esto sigue perdiendo terreno frente a los protestantes evangélicos, los tele predicadores y cada estafador que se declare pastor y levantando una Biblia en su decidida mano colabore para que la gente cambie un poco para que todo siga igual.
Por otra parte tenemos el mundo musulmán donde de alguna manera no son tan hipócritas como nosotros los occidentales y de plano tienen gobiernos teocráticos donde la religión, la política y el poder de las armas forman un todo inseparable que en algunos sitios tienen el tupé de llamar: revolución islámica y si rascamos un poco encontramos sociedades incambiadas durante siglos donde las mujeres y grupos como el de los homosexuales valen menos que un cabra o un camello. Aun así con todo lo anterior el poder de las tradiciones forma una parte tan fuerte del ADN de las personas que razonar libremente dentro de estas naciones probablemente signifique la muerte o el exilio.
Han prosperado enorme cantidad de sectas como Los testigos de Jehová, Los Mormones y otra gran cantidad de grupos menores más para quién suscribe toda religión es una secta porque separa y aísla aún en sociedad a los individuos perpetuando una serie de rasgos característicos propios para separarse de los otros, los que siguen un camino errado o los que están irremediablemente perdidos porque son ateos y por consiguiente iremos al infierno de los equivocados o libre pensadores para perder esa fabulosa oportunidad de resurrección, reencarnación o lo que sea que cuaje para que nos sigan robando la dignidad.
He visto el rostro transfigurado de mentiroso amor en quienes creen firmemente en dios, en su hijo que también es él y en la blanca paloma del espíritu santo, he tratado de ser respetuoso de esta demencia social totalmente aceptada por todo el mundo pero que se me ocurre mucho peor que el loco anónimo que piensa que es Napoleón Bonaparte y que sin embargo no trata de que yo también lo sea y solamente se siente bien de que le siga la corriente. Pero me es imposible ser un mentiroso por lo que las bendiciones deseadas sinceramente por algunas personas me molestan como una aguja en el culo y también aquellos que le dan gracias a dios por todo, hasta por sus miserias. Debo aceptar que el suspiro del: “Dios mío” me es imposible de desprender de mi ateo cerebro y solo creo que persiste en mí como prueba irrefutable de lo poderosa que es la programación religiosa en este mundo inmundo y que espero algún día desparezca para siempre.
Para terminar debo reconocer que algo he aprendido de algunas religiones orientales como el budismo en tanto tienen algunos conceptos prácticos tanto como el Tao, etc. Más si rascamos un poco también hay muchos grupos religiosos que han sabido hacer negocio de estas filosofías como los Hare Krishna y algún grupo hinduista más como así también de todos los estafadores New Age que un día sí y otro también inventan una terapia nueva, una medicina alternativa absurda que va desde la vela terapia, el Reiki y cuanta pelotudés sirva para sacarles dinero a pobres personas que creen que fuera de la medicina podrán curar sus dolencias.
No mis amigos, la vida es efímera, profundamente corta, injusta y azarosa pero es lindo vivirla y si nos despojamos de todo ese molde, esa basura generada para mantener a unos pocos iluminados habidos de sexo, fortuna y fama podremos disfrutarla en lo que nos dure. Luego solo sobreviene la nada.