Plenilunio
Por: Darío Valle Risoto
Mes: junio 2008
Crepúsculo
Mujer de la Sangre
Mujer de Sangre
Por: Darío Valle Risoto
Tiembla el candil ausente
siento tanto miedo… pero ella viene
plano su abdomen, puntiagudos sus huesos
una mujer que flota en silencio
sus labios carnosos, sus pechos resueltos
se tira sobre mí, fría y en silencio
gime sobre mi cuerpo y la siento…
Mujer hecha sangre
vampira en mi lecho.
¡Dame vida eterna!
Le grite semi despierto
¡Arrójame de la luz!
¡No quiero seguir viviendo!
Ella me exilio del sol
y al reino del gusano me presentó luego.
Vagamos áridas llanuras entre esqueletos
grises montículos de héroes deshechos
gentes con fe que moran el silencio
abrazados a sus dioses marchitos
a sus atardeceres de romances pequeños.
¡Dame vida eterna!
Y lamí sus pechos sangrientos.
Sangrientas madrugadas
Sangrientas madrugadas
Por: Darío Valle Risoto
Tiembla de frío y ve a la tristeza
muerte afiebrada y reseca
confín de un día nublado
presagio manifiesto de la sed
pausa arriesgada entre el conflicto
Cielo, maldito cielo
Infierno, cobijo, padre infierno.
Un demonio sonriente respira
entre tus piernas de niña
sobre tus pechos de mujer
y abre una línea de sangre
que te estremece como a un ave.
¿Porque me abandonaste madre?
Errática madre del miedo
que te dijo todo lo que no debes
y todo lo que tienes que sufrir.
Ahora recorres las tumbas inmortales
nacarados pasillos del colmillo festivo
y mares calientes de sangre adolescente
fieras de la carne, vida a la vida
muerte a la muerte
vampira
vampira y adolescente.
Yo te invoco y te ofrezco
la oscura inmortalidad…