¿Cuándo se murió la música?: El declive de la cultura musical en el siglo XXI

¿Cuándo se murió la música?
Por: Darío valle Risoto

Un profesor de guitarra que tuve hace una vida me dijo algo que nunca olvidaré: “No hay música buena o mala, hay música simple y música compleja y luego está la que te gusta y la que no te gusta” Si bien comparto casi todo este pensamiento digamos que ya casi al llegar al primer cuarto del siglo veintiuno no hay duda de que estas dos décadas y poco apenas nos han traído algo realmente disfrutable en el ámbito musical y las producciones simples, paupérrimas y anodinas son las que cubren toda plataforma donde podamos escuchar música. Desde luego y afortunadamente podemos así mismo optar por los viejos clásicos.

Alguna vez allá por los años sesentas a ochentas teníamos una clara diferenciación entre por ejemplo: el rock y la cumbia, los primeros sentíamos una clara sensación de asco por los ritmos tropicales y estos nos despreciaban así mismo con argumentos como que éramos foráneos, pro yanquis, etc. Y la música tropical (Léase: cumbia, salsa, plena etc.) pertenecía a la gente más humilde. Es decir al pueblo. En algún momento esto comenzó a cambiar y suelo sostener el pensamiento de que todo se fue a la mierda cuando las clases sociales más altas comenzaron a escuchar estos ritmos tropicales cuando antes lo detestaban precisamente porque eran la música del pobrerío.

Podemos decir que desde un punto de vista social hubo un cambio de mentalidad en cuanto que antes las clases más desfavorecidas trataban de consumir por ejemplo: música clásica porque esto significaba tener una cultura superior y porque era lo que consumían sus jefes y/o patrones, ya que las clases dirigentes eran las que marcaban el rumbo de la cultura hasta el recambio al que me refiero: en algún momento estos “bajaron” al llano y comenzaron a consumir la música de la gente más humilde. Obvio que estoy marcando grandes rasgos y siempre hubo y habrá excepciones que precisamente confirman la regla. Este pensamiento se asienta en que la cultura generalmente provenía de las clases dirigentes y en general ha sido así hasta ahora que lo popular sube mientras bajan las aspiraciones artisticas.

A todo esto vuelvo a referirme a algo que me dijeron hace muchos años y es que en la década del setenta en música se había hecho e innovado prácticamente todo por lo que los restantes años hasta aproximadamente el dos mil solo encontraremos la progresión de todo lo que se había adelantado en esa década; no olvidemos que en los años sesenta tenemos a monstruos absolutos como: The Beatles, Creedence Clearwater Revival y The Rollings Stones como emblemas de un rock que rápidamente evolucionó a grados superlativos en la década siguiente.

Tenemos la maravillosa tarea de cada uno de revisar los años setentas con un amplio espectro desde la revolución Punk al rock espacial, progresivo, como quieran llamarle, formidables bandas desde: The Sex Pistols, The Clash a: Yes, Génesis y ni que hablar de Pink Floyd para dejarnos pensando seriamente en esto de que en la década del setenta se había hecho todo, incluso en insipientes estilos como el electrónico y alguna cosa extraña más por allí.

¿Qué pasó luego?
La década del ochenta indudablemente fue la década de oro del heavy metal, denominación que no es más que otra forma de denominar la progresión máxima (Hasta el momento) del Hard Rock y creado por bandas como: Black Sabbath y Deep Purple con Led Zeppelin en menor grado ya que esta última siempre perteneció al Hard Rock, pero las etiquetas son fácilmente intercambiables. El nombre correcto creo que es mejor denominado por la banda española: Barón Rojo como: “Heavy Rock”.
Sería inútil nombrar la enorme cantidad de preciosísimos trabajos musicales de esta década evidentemente encabezada por: Iron Maiden, Van Halen y los ya mencionados “Barones” entre cientos de bandas y solistas maravillosos.

El comienzo del fin
La década del noventa nos trae el Thrash Metal que como me dijo un amigo sería la receta de poner en una olla un 90% de Motorhead y un 10% de The Ramones, más o menos así nace la vertiente más extrema del Heavy metal (O Heavy Rock) con tres bandas fundamentales: Metallica, Megadeth y Slayer, los usamericanos le suelen agregar a Anthrax pero si bien tenemos que estos últimos fueron innovadores en parte son los culpables de fusionar el metal con el Hip Hop y el Rap lo que a mi parecer dio lugar a una muy desafortunada idea.
Con esto último tenemos el germen de algo que se dio en llamar desde: “Rock alternativo” una etiqueta eminentemente comercial porque el Rock siempre fue alternativo sino escuchen cosas como: “Planet caravan” de Black Sabbath o todo el álbum blanco de The Beatles y verán que lo de alternativo es una estupidez para vendernos discos de un montón de tipos que mezclan todo para parecer creativos y muy pocos lo han logrado. Igualmente el «Grunge» o Rock de garage es otra vforma de denomianr al rock más simple entre el punk yel Rockabilly, nada nuevo.
El Trash Metal se diversificó en un montón de sub estilos como: Doom, Black, Grind, o cosas totalmente demenciales denominadas: “Ñu Metal” con diversos intentos de seguir mezclando el rap y el Hip Hop con el Rock. Cada loco con su tema.

Al comienzo del siglo veintiuno seguimos aplaudiendo a las bandas históricas y que hay muy poco de nuevo, quizás alguna cosa desde Europa con las nuevas bandas de Heavy Metal sinfónico pero lo que tampoco es muy original que digamos, al decir de otro amigo: «el heavy metal no es más que música clásica tocada con elementos eléctricos» y bandas como: Nightwish, Opeth, Épica y una larga lista desde los cuatro costados de esta tierra lo demuestran en los noventas y las que siguen nos dan más de lo mismo, pero nos gusta.

Aclaro que no es compartimento estanco cada década y que solo establezco esto más o menos para darnos una idea de que volvemos una y otra vez al concepto de que en los años setentas se hizo todo en música por lo que solo nos queda disfrutar de cada estilo que nos guste sin esperar nada nuevo.

¿Qué es lo nuevo?
Si por una lejana casualidad existiera el infierno allí deberá tener una ubicación especial bajo el enorme pene del diablo quién popularizó el Auto-Tune y bajo las peludas bolas de este benemérito caballero deberán descansar los que crearon el reggaetón y cualquiera de estos nuevos sonidos que se caracterizan precisamente por ser la quintaesencia de la simplicidad musical más hueca y pobre de la historia.
Como verán varias veces he parafraseado cosas que he escuchado a lo largo de mis… años y siguiendo con esto alguien me dijo una vez al escuchar el reggaetón: “Y pensar que con las Cumbias creíamos que habíamos llegado al fondo del tarro y ahora esto”
Indudablemente Bad Bunny y cia. Han demostrado con gran énfasis que se podían dejar a bandas uruguayas como: Borinquén, Camagüey, Cienfuegos, etc. como verdaderos popes al estilo de un Bach o Beethoven en tanto aunque no nos gusten ellos hacían: Mu-Si-Ca y estos… bueno, también los del regaetton la hacen pero sería como comparar a un nene de dos años dándole a un tamborcito de plástico con un palo con una performance de Paco de Lucía y llamarles a ambos: música.

Vendrán otros que nos harán buenos.
Dejando de lado al rock, dentro de otras vertientes musicales buenos son los Maná y los Arjona para reivindicar a talentos como: Sandro, Camilo Sesto o un Leonardo Fabio que en su momento escuchábamos porque nuestras madres flipaban con ellos y que pasados equis años ahora valoramos frente a la porquería de estos dos intérpretes anteriores. Es como en literatura que encontramos que: “Corín Tellado” es Shakespeare al lado del pelotudo de Pablo Coelho aunque no sean de la misma especie sus historias. ¿O sí?
Sobre gustos los colores decía una vieja y corría desnuda en invierno, cada uno es lo que come y lo que escuchamos nos etiqueta (Aunque no nos guste) y por supuesto que nos define. Cuando tengo un conocido de exactos veintitrés años, un auténtico: “Centenial” que no tiene la más remota idea de quienes fueron The Beatles me comienzo a preocupar y cuando todo el día escucha en su celular este buen chico a tipos como el referido Bad Bunny y otros tantos, realmente siento una especie de miedito del mundo por venir.

¿Se murió la música?
Afortunadamente no, pero creo que la creatividad si o al menos está agonizando y no quiero saber que será del mundo cuando muera el último rockero clásico tomando en cuenta que la mayoría de los músicos históricos anda por arriba de los setenta años. Aún con tipos como: The Rolling Stones, AcDc o Iron Maiden que se vienen auto plagiando desde hace unos treinta años podemos decir sin temor a equivocarnos que sus peores obras son mil veces superiores a estos tipos que mueven el esqueleto con bases rítmicas monocromáticas cantando con acentos de lesionados cerebrales al uso de sus auto tunes.
En definitiva bienvenidos sean los servicios de audio online como Rockradio.com y tanto otros que nos dan la posibilidad de elegir escuchar: Mu-si-ca mientras transitamos nuestras diarias jornadas invadidos por estas cosas de la modernidad del siglo veintiuno donde parece que ya nadie quiere pensar ni siquiera un poquito.

4 comentarios en “¿Cuándo se murió la música?: El declive de la cultura musical en el siglo XXI

  1. Asi es amigo Darío. Música, lo que se llama música -sea rock, clásica, pop, baladas rancheras, etc- se componen de armonía, melodía y ritmo. Si no lo tienen, no es música y punto. Como la basurita esa que oyen los «centenial»
    En nuestra pág favorita para descargar cine clásico -jejeje- hay varios documentales sobre la historia del rock, del heavy, etc. Asi cómo de eventos especiales como Woodstock, Live Aid, etc. Y que decir de conciertos de antología …….. (Mención especial a la serie Classic Albums, es decir un «como se hizo X»)
    Un abrazo

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