Blood +
Por Darío Valle Risoto
Mes: octubre 2008
Cuatro Paredes
CUATRO PAREDES
Por Darío Valle Risoto
El miedo nos hizo creativos
y fabricamos cárceles confortables
evacuando a la naturaleza
hasta de nuestros sentimientos,
todo lo vendemos, todo lo compramos
e intercambiamos la vida
por un montón de baratijas inútiles.
Somos la cúspide de una montaña
de un basurero enorme
enrejado, amortajado, siniestro
donde bebemos agua podrida
y jugamos al sexo plastificado.
Marchamos al ritmo de la guerra
marginando a los diferentes
antes que nos toque a nosotros
y del agua clara adolescemos
como tambien de los vientos frescos.
Escupimos a la tierra como hijos torpes
que se niegan a reconocer su fragilidad
aún con los peores tiempos.
Jugamos al mercado y el liderazgo
a las finanzas virtuales,
a los dioses apopléjicos
y a los fascismos hereditarios.
Somos humanos, somos lo mismo
que decir insectos ciegos
Entre cuatro paredes nos criaron
entre cuatro maderas nos entierran
entre cuatro ciudades nos gobiernan
entre cuatro sentidos nos someten
porque les falta …
El buen gusto.
La Inconmensurable Niebla del odio (Cuento)
La Inconmensurable niebla del odio
Por: Darío Valle Risoto
Hacía diez años que no la veía y tuvo que ser esa calurosa tarde de Noviembre en que me choqué contra su fantasma, justo cuando comenzaba a disfrutar de la vida tomando una cerveza helada y sentado a buen resguardo de un sol tardío pero amenazante aún.
Los síntomas suelen ser siempre los mismos: la puntada en el estómago, el retrogusto amargo del viejo tiempo que nos desvela la memoria y las ganas de huir lejos.
Estaba sentada a unas mesas de la mía en el exterior del Bar y aún no me había visto cuando me creí que volvía aquella tarde en que nos despedimos en otro recinto, otro barrio pero casi el mismo clima veraniego.Leticia lloraba y yo intentaba permanecer fuerte, luego me insultó y yo llamé al mozo para pagar la cuenta y salirme de todo aquello.
No recordé como había llegado a casa y frente a la foto de ambos de aquella excursión a los cerros me derrumbé, estuve casi una semana comiendo poco y mirando al teléfono como si se tratara de un felino dispuesto a saltarme encima.
Me dijeron que se había casado, que la habían visto embarazada… un montón de cosas lindas, sin embargo luego vinieron algunas otras mujeres pero esa muchacha flaca y casi siempre desorientada permaneció como otra de tantas asignaturas pendientes.
Un hombre mucho más joven que ella se sentó a su lado, no se besaron pero comenzaron a reírse y a revisar unos apuntes. ¿Seguirá estudiando?
Me serví el resto de la botella de cerveza, el contacto con el vidrio helado me crispó la piel y me hizo volver al presente donde pocas cosas cambiaban mi realidad, pronto anochecería y tendría que volver a mi vida.
Entonces al tomar el líquido amargo y agradable recordé que no podía ser ella y al mirar a la pareja de nuevo comprendí que era otra, algo parecida a la misma que asesiné y enterré en el parque aquel verano cansado de sus continuas persecuciones.