La vigilia

Por: Darío Valle Risoto

Tiembla mujer oscura
en tus manos un río de cabellos negros
lágrimas de aceite y rosas
el recuerdo de una niñez
y el llanto ausente de un hombre frío.

Adorna la distancia una muerte prematura
y el odio anticipado de un ser alado
Ningún ángel es neutral, tu lo sabes
tampoco hay dioses bienhechores.

Todos quieren una parte de tu libertad
hembra solícita y madre resquebrajada
abortaste los sueños castigada
por un hombre carnívoro y traicionero.

Ahora estás sola avivando la llama
de un fuego que lagrimea rescoldos.

El Frío

EL FRÍO
Por: Darío Valle Risoto

El enorme desierto embaldosado
Una siniestra cucaracha corriendo sola
Yo tratando de dormir en el piso
Escuchando la respiración entrecortada
De mi madre enferma.
Hospital Masiel, un enorme mausoleo,
Pasos que rebotan en quien sabe donde
Madrugadas eternas
Y me levanto para revisar el suero
Y mirarla yéndose de mi lado.

Una luz que se prende y mujeres cuchicheando
Una enfermera que se ríe a lo lejos
Pronto llegará la mañana
Y tendré que dejarla sola hasta otro día.
¿Por qué esto?
Cambiaría de lugar con ella
Le daría otra vida un poco más feliz.
¿Fue feliz alguna vez?

Allá en el frío de la cuarta sección Minas
Lavalleja se tragó sus tristes secretos
Violación, pobreza, desamparo,
Un padre casi desconocido,
Dos abuelos ignorantes y buenos.
Una madre desnaturalizada,
A la que nunca llamé abuela.

El enorme desierto embaldosado
Una siniestra cucaracha corriendo sola.

Superman y mi padre…

reeves 4

SUPERMAN y mi padre
Por: Darío Valle Risoto

Mediados de los sesenta, la primera imagen que tengo sobre los cómics es la de mi padre yendo conmigo al quiosco de “El Alemán” en 8 de octubre y Propios, allí me daba carta libre para que yo eligiera las revistas que más me gustaban, Superman siempre era mi primera elección, luego los otros héroes, mi padre prefería a Batman, yo no tanto, aunque igual las terminaba primero ojeando y cuando aprendí a leer por supuesto que recorriendo cuadro a cuadro, viñeta a viñeta.

 Las ediciones mexicanas de editorial Novaro eran magníficas ventanas a mi imaginación, antes de la televisión color, de la Internet y hasta de la llegada a la gran pantalla de los héroes que gracias a los dioses hoy pueblan los cines.
Llegó un momento en que me había leído hasta las que el quiosquero tenía fuera de exhibición y entonces había que esperar un tiempo porque llegaban bastante irregularmente al país, entonces me saciaba con otros personajes: Archi, Roy Rogers, La Pequeña Lulú y hasta sucumbí a las revistas Susy que también editaba Novaro, los salones de canje abundaban y en la feria de Tristán Narvaja podías conseguir de todo: Flash, Titanes Planetarios, Tarzán, Turok el guerrero de piedra, Fantomas, miles de personajes.

Pero Superman era el héroe de mis sueños, ¡Volaba!, ¡y era indestructible!; en mi niñez asmática el significaba el momentáneo escape a mis crisis y el olvidarme que éramos tan pobres que vivíamos en un conventillo, los tres en un una habitación que se llovía. Superman significaba conversar horas con mi viejo sobre mundos lejanos, hombres con grandes cualidades y la posibilidad de destruir a los supervillanos. A veces escaseaba el dinero y mi madre con su carácter decidido me vendía las revistas por lotes para comprar que comer, hoy si así no hubiera sido tendría una gran colección, pero las guardo entre mis mejores recuerdos.

Con dieciocho años entré a trabajar en los Talleres Barreiro, el que fue mi gran amigo casualmente me apodó: Clark y aunque nunca me gustarán los apodos, ese nombre, precisamente ese nombre me retrotraía a mi héroe más querido que tanto tenía que ver con mi viejo.

__Clark Kent. Me dijo mi sonriente padre cuando comencé a usar lentes y luego estudié periodismo, aún espero superpoderes.

 

 

 

Contratiempos


CONTRATIEMPOS
Por: Darío Valle Risoto

Cuanto camino le faltará
a esta rutina de respirar
si estoy cansado
o me siento enfermo
o siento que el día
se me hace eterno.

Y si la miro al recordar
solo es memoria, arena y sal
pero sigo flotando
y sin movimiento
porque a veces los cielos
se me vuelven infiernos.

Y ella que fue risa
ahora es silencio
como agua furtiva
le escapa a mis dedos.

Así voy naufragando en soledad
o voy calléndome sin parar,
ella es abismo,
ella es silencio,
ella es mi vida,
La novia del tiempo.

Trabajadores – 1 DE MAYO

TRABAJADORES
Por: Darío Valle Risoto

¿Cuantos años trabajó mi padre?
¿Cuantos pisos trapeó mi madre?
 
Cuanta vida a cambio de mendrugos
de sol a sol, de luna a luna
de tristeza a tristeza
de desesperanza a desesperanza.
 
¡Cuanto robo armado!
¡Cuantas leyes repudiables!
 
Un estado inamovible de atropellos
bajo la niebla engañosa de la propiedad
y el refugio solidario del sindicato
como único horizonte
y cable a la liberación.
 
Pero habrá carneros y traidores
y obreros enemigos del obrero
tranzadores con gobiernos y lobos
y vendedores de almas
 
al precio inadmisible
de pedazos de papel.