¿De verdad debemos respetar las creencias ajenas?
Por: Darío Valle Risoto
Continuamente advierto que quienes son seguidores o acólitos de alguna religión nos dicen a los ateos que debemos respetar las creencias ajenas y si bien pienso en que el respeto debe ser hacia todas las personas por aquello de por sobre todas las cosas respetarnos a nosotros mismos, tampoco es asunto de insultar nuestra inteligencia y seguirles absurdas conversaciones a quienes manifiestan tener fe en este o aquel dios, deidad o ser supra poderoso que desde luego es imaginario.
Cada ser humano es dueño de alucinar con lo que quiera más es notoriamente conocida aquella frase de que si alguien cree en algo sobrenatural individualmente está loco pero si son muchas las personas que creen en ello les llamamos “religiosos”.
Me molesta bastante que haya gente realmente buena, gente que de corazón siendo cristiana, judía, musulmana, budista, etc. Dedican parte de su tiempo para ayudar al prójimo de diversas formas, más me duele que sean cómplices involuntarios (O no) de estas mafias que en sus cúspides son dominadas por grandes estafadores de la razón y los bolsillos de millones de personas.
Muchas veces me he preguntado si realmente estas cabezas religiosas allí en sus pedestales de poder político y económico saben de verdad que están alimentando una gran mentira, una descomunal estafa y la violación de los principios éticos más fundamentales del hombre. Por otra parte tal vez también han sido adiestrados para creer en todo esto siendo víctimas primero y luego victimarios de la idea de que en alguna parte hay un poder “superior” creador que nos guía, nos conduce y nos destruye.
Es notorio que en las redes encontrar: “Bendiciones”, los “Amen” y que gente con la mejor de las intenciones piense que orando van a arreglar algo, a curar una enfermedad o terminar con una guerra… ¡sería tan sencillo! Quiero creer que es buena gente pero bastante ingenua aquella que piensa en que hay un mundo espiritual que nos gobierna y que somos una especie de marionetas de ese poder inconmensurable y de esta forma aunque buenas personas son como niños a los que no les cuesta nada creer tanto en reyes magos, santas Closes, dragones y doncellas, pitufos y unicornios y unas cuantas cosas más.
Como me respeto a mí mismo muchas veces me he callado preguntarles: “¿Ustedes se dan cuenta los disparates que están diciendo?” pero tampoco me quedo en seguirles la corriente porque eso si para mi es faltarles el respeto, prefiero ser duro pero honesto y decirles que soy ateo y que no creo en nada más allá de lo que la ciencia demuestra y que estoy firmemente convencido que cuando me muera muerto estaré y no habrá más nada.
El asunto es que debemos convivir en medio de estas alucinaciones colectivas y estafas majestuosas, ver como gente sencilla y buena es adiestrada por la programación que corresponde a su cultura religiosa, se pasan estos delirios de padres a hijos y así estamos cientos de años creyendo por ejemplo en el cristianismo que un tipo es a la vez hijo y dios mismo y que caminó por sobre el agua haciendo milagros para que luego en su nombre fundaran una de las mafias más poderosamente organizadas de la tierra responsable de cosas tan lamentables como la inquisición, la conquista de otros pueblos por medio de la biblia y la espada y la condena a todo lo que significa el progreso de la humanidad.
A todo esto la cultura occidental y cristiana a los tumbos ha evolucionado bastante si la comparamos con el oriente y aquellos países donde reina la cultura musulmana sumida esta en una milenaria y letárgica adoración al mismo dios judeo-cristiano pero por medio de otro profeta y la casi inamovible idea de que esa es su versión verdadera de “dios” y por lo tanto el resto del mundo somos infieles y merecemos poco menos que la muerte. Es notorio que aun dentro de otros países culturalmente muy diferentes los musulmanes emigran pero se niegan férreamente a aceptar otras visiones del mundo formando guetos donde se mantienen lo más fielmente posible a su dogma. Así educan a sus hijos manteniendo una tradición que está muy lejos de tener sus pies en este siglo y más bien parece vivir eternamente en una edad media perpetua.
Las religiones budistas, el taoísmo y otras filosofías orientales en principio tienen tal vez mayor sentido sobre todo en los aspectos “Espirituales” y en general por carecer de autoridades religiosas a nivel mundial aunque por aquí y allá siempre aparece algún gurú, maestro o guía ¡faltaba más! Que llevan a la gente por el camino que ellos consideran debe apuntar a la iluminación sobretodo de sus propios bolsillos. De todas formas no son más que otras versiones del mismo sueño de pensar que hay un mundo invisible donde habitan energías tales que es mejor seguir determinados rituales, dietas y ejercicios para estar en consonancia con este maravilloso universo, etc. , etc. y otras bobadas por el estilo.
Para terminar como decía mi madre: “Cada loco con su tema”, cada uno puede creer, tener fe o soñar con lo que le siente mejor a su demencia cotidiana y no sé si estará bien pero no los voy a respetar mucho que digamos, pero tampoco a ofender explicándoles lo que pienso, a menos de que se pongan insistentes.