Neo Vampiros 03: Rabioso sol

Neo Vampiros 03
“Rabioso Sol”
Por: Darío Valle Risoto

Podía ver el sol en fotografías, en el cine, en la televisión y sobre todo en sus recuerdos. En vivo, significaría su muerte, si es que era posible volver a morir. Lorena sonríe, es lo único que de vez en cuando debe hacer, solo por costumbre. Paula intenta cocinar, tarea infructuosa para una piba que tiene personal de servicio en su casa de Carrasco.
Lorena lee un libro de Galeano, las circunstancias que rodearon el golpe de Estado del 73, las anécdotas, el reflejo de la angustia entre las líneas tipográficas, le viene de la oscuridad de su recuerdo de infancia el sollozo de la abuela.
___Esos comunistas le lavaron el cerebro, Antonio era un buen hombre. __ Y volvía a llorar, sentada al fondo debajo del parral en la casa quinta de Lezica.
Después a sus diecisiete, llegó el vampiro.
Mundialito, año 1980, Uruguay juega contra Holanda, en el cuartel, ponen radio Oriental a todo volumen. El Pájaro sonríe y mira a Antonio que ya casi no es Antonio, ahora solo es lo que queda del sindicalista de la construcción, lo que resta del padre de Lorena.
__ ¿Me imagino que querés que gane Uruguay? Eh… Bolche de Mierda. __ Mete Picana como quién lava y no tuerce, Antonio ha pasado por la frontera del dolor, ya no siente nada.
Lorena nunca supo que en ese mismo instante allá en Lezica, se puso a llorar y tiró todas sus muñecas por el brocal del aljibe.
__ Mi niña, ¿Qué has hecho?
Grita la abuela.
La niña de pocos años mira a la anciana con gesto inexpresivo.
__Papá está muerto. __ Dice, y rompe a llorar, a la vieja Andaluza se le parte el corazón. Los lazos de la sangre unen en felicidad y desdicha.
Treinta años después aún carga aquella tarde como quién guarda una foto envejecida y mientras Paula quema su tercer huevo frito. Comienza a amanecer.
Lorena baja al sótano a resguardo del sol, quemarse viva sería el precio de violar su condición de vampiro. El ataúd la espera al fondo a buen resguardo.
Boca arriba, se acuesta y cierra la tapa. Recuerda el sol penetrando a través del entramado de hojas del parral, la abuela vestida de negro, vieja Andaluza que se vino con Pepe, su marido a hacerse la América, tuvo nueve hijos, uno le salió Comunista, dos policías, otro cura, la otra… modista y… .
A sus padres se los llevaron una tarde de sol, la abuela se interpuso entre los milicos y su nieta, les amenazó con el mismo infierno si tocaban a la niña, se fueron sin titubear, ya tenían lo que querían.
¿Quiénes son los verdaderos muertos vivos?, ¿Ella?, ¿O los otros?
Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado.
Demasiado título para la Impunidad.
Juicio y Castigo