Neo vampiros 14: Alias “301”

Neo vampiros 14
Alias “301”
Por: Darío Valle Risoto

Paula entró ostensiblemente entusiasmada y ávida de descargar una verdadera primicia pero se encontró con el pétreo y familiar silencio de Lorena. 
El sol aún se resistía a retirarse, la mansión del Prado las resguardaba detrás de gruesas cortinas negras y Lorena aún sentía ese persistente sueño casi cataléptico que sufren los vampiros durante las horas de luz.
Paula sacó un periódico de su cartera Gucci y oliendo a Dior comenzó con su perfecta y apabullaste   catarata de palabras.
__ ¡Se mató!, Seguro que era un torturador porque no se animó a encarar el juez, ¿Te enteraste?
Lorena inició uno de sus rituales, sacó el vino y sirvió lentamente en dos copas labradas de fino cristal, tomó una y se apoyó en la más cercana de las columnas que sostenían el espacioso living sobre su brazo libre.
__No podía dejar de enterarme, estuve ahí.
Una hebra de luz se colaba en el enorme salón y dejaba una fina línea de sol sobre el piano de lustradas maderas, el resto de la iluminación la proporcionaban los candelabros. Paula bebió lentamente el vino servido por su amiga, le costó esperar a que esta se explique, se sentía absolutamente embargada por la curiosidad.
__Llegué temprano a su despacho, trepada en el techo lo escuché hablar por teléfono con sus abogados, el coronel estaba convencido de que iba a salir impune.
__ Pero… dicen en todos los noticieros que se mató para no declarar.
Una vorágine de imágenes frescas y recientes fueron el soporte para la sonrisa de la vampira. Primero el arma, detrás el gatillo, el estampido y la bala que atraviesa con plomo candente el paladar, entra en el cerebro y revienta huesos, el estampido y la explosión de sangre y sesos contra la pared.
Inmediatamente el sonido sordo del muerto que cae ingrávido sobre la alfombra, golpeando seco contra la pata de una silla. Escuchar los pasos afuera fue cuestión de segundos unos segundos, suficientes para que Lorena diera un último vistazo y se retirara por la ventana.
__ Hijo de puta__ Pronunció mientras saltaba a la noche, tan negra como su ropa de cuero que desafió a la Luna y su pantalla plateada.
__ ¡Hijo de puta! __Exclamó Paula al escucharla. Le salió del alma, Lorena sonrió y dos colmillos perfectos asomaron entre sus labios carnosos.
La vampira caminó como flotando hasta la botella de “Casillero del Diablo” y se sirvió nuevamente, Paula se acercó para ser servida también, sus ojos se enfrentaron.
__ Le di la oportunidad de suicidarse, cuando bajé del techo comprendió que no me podía detener, le di una opción que no merecía, una oportunidad que nunca le dio a sus víctimas.
Esa tarde terminaron la botella casi en silencio, cuando la noche por fin le detuvo el sueño, Lorena salió flotando liberada al cielo nocturno. 
No faltarían mañana los nostálgicos del fascismo escupiendo sus consignas decrépitas, con sus discursos sobre la valentía de su colega. Pronto también les tocará a ellos.
Juicio y Castigo