Enredado en las Redes Sociales 2

Enredados en las Redes Sociales 2
Por: Darío Valle Risoto

Que me haya recibido de “Técnico en Comunicación Social” no significa que lo tenga que saber todo en esto de las comunicaciones, pero si al menos puedo aspirar a manejar ciertos elementos que se supone por allí me darán la facultad de decodificar determinadas formas de la comunicación humana. Pero vamos a recordar que me recibí en 1994 y pasaron algunos años para que el tema de la Internet se hiciera tan popular como hoy día en el Uruguay, aunque esto ya se veía venir y los debates sobre la red de redes ya se hacían oír en cualquier foro donde los comunicadores se encontraran.

Pero ni idea aún de esta cuasi revolución de Facebook y/o Twitter donde parece que la gente ha descubierto la sana costumbre de comunicarse y conseguir amigos lejos de contactos que permitan cosas tan desagradables como verse en vivo, olerse o tocarse. Ya lo teníamos entre manos cuando vino la incontenible ola de teléfonos celulares y las relaciones humanas sufrieron ese nuevo sacudón con gente que duerme, sueña, caga y come junto a su celular como antes lo fue la Biblia para los cristianos.

Desde luego que las tecnologías no tienen ninguna culpa del uso que les demos pero cierta responsabilidad en cambio se la podemos achacar a las campañas publicitarias que parecen apuntar a millones de entidades que usen todo lo electrónico para facilitar una comunicación que de todas formas aunque bastante menos rápida ya funcionaba más o menos igual desde que estábamos viviendo en cuevas.

Me llaman por teléfono para avisarme que están cerca de casa cuando yo sabía que venían pero en cambio no me avisan que no van a llegar a tiempo o que no vendrán, Una señora habla durante todo el trayecto en el colectivo con el marido (Presumo) con gesto de pocas ganas y al final del viaje hasta el vendedor de caramelos sabe que el tipo tiene hemorroides y la sobrina está embarazada porque pisó una baldosa floja.

Conozco muchos casos de personas que consiguieron pareja, sexo y hasta una cafetera nueva por Internet y yo sigo desconfiando de todos los perfiles que se me cruzan y mucho menos de las supuestas señoritas ampulosas que me piden amistad por Facebook sin tener la más put… idea de quien soy..
Bueno, yo de chico coleccionaba soldaditos y figuritas, hoy la gente coleccionas íconos que son amistades virtuales de gente que no se sabe si es gente pero que tiene la graciosa idea de enviarnos retos tales como: Si fueras una comida ¿Cuál serías?, Si fueras un dibujito animado ¿Cuál serías?, Si fueras un zombie ¿Tendrías Twitter?
Y bueno si uno tiene Internet habrá que usarla y más cuando el único contacto sexual que tuvimos desde hace varios meses fue mirar a Linda Le en la pantalla y lamer el monitor hasta que la estática nos produjo un golpe de corriente. Y la gente chatea y se conoce. ¿Cómo mierda hace? (Con perdón). Me han pasado más o menos media docena de chats que nunca pude comprender amén de que me quieren cobrar para conocer mujeres que supuestamente viven en mi ciudad mientras me muestran fotos de conocidas modelos eróticas que reconozco más que a las fotos de mis primas.

La gente chatea y se casa, la gente chatea y tiene orgías con enanos transvestis y todo y yo: Comunicador Social titulado no se como corno hacen porque a los cinco minutos de entrar en un chat me da sueño o me indigna tanta bobada que tengo que leer igual que ver esos programas de madrugada en la televisión, si los Telechats donde la mayoría de los mensajes picarescos los escriben los de producción para que la gilada gaste lo que no tiene en mensajes de texto.

La verdad que me frustra un poco no saber como encontrarle la vuelta para usar este maravilloso bicho multimediático para procurarme una buena chica oriental, una jovencita Ukraniana o al menos una mujer como la gente con la que compartir algunos mates, ver películas, hablar de libros…¿Qué se creían?

Los Martires de Chicago: No los olvidemos nunca

Revuelta de Haymarket
Por Wikipedia

El incidente de Haymarket o revuelta de Haymarket fue un hecho histórico que tuvo lugar en Haymarket Square (Chicago, Estados Unidos) el 4 de mayo de 1886 y que fue el punto álgido de una serie de protestas que desde el 1 de mayo se habían producido en respaldo a los obreros en huelga, para reivindicar la jornada laboral de ocho horas. Durante una manifestación pacífica una persona desconocida lanzó una bomba a la policía que intentaba disolver el acto de forma violenta. Esto desembocó en un juicio, años después calificado de ilegítimo y deliberadamente malintencionado, habia ocho trabajadores anarquistas, donde cinco de ellos fueron condenados a muerte (uno de ellos se suicidó antes de ser ejecutado) y tres fueron recluidos. Fueron denominados Mártires de Chicago por el movimiento obrero.

Posteriormente este hecho dio lugar a la conmemoración del 1 de mayo, originalmente por parte del movimiento obrero, y actualmente considerado en la gran mayoría de los países democráticos (exceptuando los Estados Unidos, el Reino Unido y el Principado de Andorra), el Día internacional de los trabajadores.
Hay una Placa conmemorativa del gobierno de Chicago dedicada a los trabajadores involucrados en el incidente de Haymarket, los mártires de Chicago. En rotulador, «Primero tomaron vuestras vidas, ahora explotan vuestra memoria».

Los hechos que dieron lugar a esta revuelta están contextualizados en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad de EE.UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergarían a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes venidos de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.

La reivindicación de la jornada laboral de ocho horas
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. El hacer valer la máxima ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa. En este contexto se produjeron varios movimientos. En 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York la jornada de ocho horas. Anteriormente existía una ley que prohibía trabajar más de dieciocho horas, salvo caso de necesidad. Si no había tal necesidad, cualquier funcionario de una compañía de ferrocarril que hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de dieciocho horas diarias debía pagar una multa de veinticinco dólares.

El movimiento sindical en Canadá inició una campaña similar a partir de 1872 a favor del día laboral limitado y de los derechos sindicales, que se obtuvieron en la década de los 1870 en ese país.

La mayoría de los obreros estaban afiliados a la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo, con una importante influencia anarquista, pero tenía más preponderancia la American Federation of Labor (AFL) (Federación Americana del Trabajo). En su cuarto congreso, realizado el 17 de octubre de 1884, había resuelto que desde el 1 de mayo de 1886 la duración legal de la jornada de trabajo debería ser de ocho horas. En caso de no obtener respuesta a este reclamo, se iría a una huelga. Recomendaba a todas las uniones sindicales a tratar de hacer promulgar leyes con ese contenido en todas sus jurisdicciones. Esta resolución despertó el interés de todas las organizaciones, que veían que la jornada de ocho horas posibilitaría obtener mayor cantidad de puestos de trabajo (menos desocupación). Esos dos años acentuaron el sentimiento de solidaridad y acrecentó la combatibilidad de los trabajadores en general.

 En 1886, el presidente de Estados Unidos Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo las ocho horas de trabajo diarias. Al poco tiempo, diecinueve estados sancionaron leyes que permitían trabajar jornadas máximas de ocho y diez horas (aunque siempre con cláusulas que permitían hacer trabajar a los obreros entre catorce y dieciocho horas). Las condiciones de trabajo eran similares, y las condiciones en que se vivía seguían siendo insoportables.

Como la Ley Ingersoll no se cumplió las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron. La prensa calificaba el movimiento en demanda de las ocho horas de trabajo como «indignante e irrespetuoso», «delirio de lunáticos poco patriotas», y manifestando que era «lo mismo que pedir que se pague un salario sin cumplir ninguna hora de trabajo».

La Noble Orden de los Caballeros del Trabajo (la principal organización de trabajadores en EE.UU.) remitió una circular a todas las organizaciones adheridas donde manifestaba: «Ningún trabajador adherido a esta central debe hacer huelga el 1° de mayo ya que no hemos dado ninguna orden al respecto». Este comunicado fue rechazado de plano por todos los trabajadores de EE.UU. y Canadá, quienes repudiaron a los dirigentes de la Noble Orden por traidores al movimiento obrero.

En la prensa del día anterior a la huelga, el 29 de abril de 1886, se podía leer: «Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los más locos anarquistas». El New York Times decía:
Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo.

El Philadelphia Telegram decía:
El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas.

El Indianapolis Journal decía:
Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento.

1 de mayo, inicio de la huelga
El 1 de mayo de 1886, 200.000 trabajadores iniciaron la huelga, mientras que otros 200.000 obtenían esa conquista con la simple amenaza de paro.

En Chicago donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peores que en otras ciudades del país las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que trabajaba era la fábrica de maquinaria agrícola McCormick que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. La producción se mantenía a base de esquiroles. El día 2 la polícia había disuelto violentamente una manifestación de más de 50.000 personas y el día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas, cuando estaba en la tribuna el anarquista August Spies sonó la sirena de salida de un turno de rompehuelgas. Los concentrados se lanzaron sobre los scabs (amarillos) comenzando una pelea campal. Una compañía de policías, sin aviso alguno, procedió a disparar a quemarropa sobre la gente produciendo seis muertos y varias decenas de heridos.

Adolph Fischer, redactor del periódico Arbeiter Zeitung, corrió hacia la imprenta del periódico para imprimir 25.000 octavillas (hecho que luego se utilizaría como principal prueba acusatoria en el juicio que lo llevó a la horca). Las mismas proclamaban:
Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormick, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!
¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.
Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.
Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden…
¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!
¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el 4 de mayo, a las cuatro de la tarde, en Haymarket Square. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30.

4 de mayo, día de la revuelta
El 4 de mayo a las 21:30 el alcalde, quien estuvo presente en en el acto de Haymarket Square para garantizar la seguridad de los obreros, dio por terminado éste. Pero el mismo siguió con gran parte de la concurrencia (más de 20.000 personas). El inspector de la policía John Bonfield consideró que habiendo terminado el acto no debía permitir que los obreros siguieran en ese lugar, y junto a 180 policías uniformados avanzó hacia el parque y empezó a reprimirlos. De repente estalló entre los policías un artefacto explosivo que mató a un oficial de nombre Degan y produjo heridas en otros. La policía abrió fuego sobre la multitud, matando e hiriendo a un número desconocido de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda, y en los días siguientes se detuvo a centenares de obreros, los cuales fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato del policía. Se realizaron cantidad de allanamientos y se fabricaron descubrimientos de arsenales de armas, municiones, escondites secretos y hasta «un molde para fabricar torpedos navales».

La campaña de prensa
La prensa en general se plegó a la represión y realizó una campaña apoyando y animando la misma con columnas como esta:
Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!.

La prensa reclamaba un juicio sumario por parte de la Corte Suprema, y responsabilizando a ocho anarquistas y a todas las figuras prominentes del movimiento obrero. Se continuó con la detención de cientos de trabajadores en calidad de sospechosos.

92: Cryptic Writings: Megadeth

92: Cryptic Writings
Megadeth

 Por: Darío Valle Risoto

Se que a Debe Mustaine le debe haber caído algo mal al estómago porque se hizo cristiano pero todavía, si tengo que quedarme con una única banda de Heavy Metal de todas las que me gustan (Que son varias) me quedaría con Megadeth y este disco es mi preferido por muchas razones.

Recuerdo que no bien salió mis conocidos me decían las consabidas frases de “Se vendió” en alusión a que este disco es sin lugar a dudas mucho más “comercial” que sus seis trabajos anteriores pero realmente opino que es un trabajo muy bueno y nos e trata de tenerle miedo a los temas gancheros si esto realmente son originales y tienen esa cosa que nos hacen escucharlos hasta que se nos peguen como calcos en los sesos.

Y elijo este disco de otros varios (¿O todos?) los de esta banda en especial porque tiene un tema genial como: “A Secret place” que escucho una y mil veces en mis mp3 y creo que en alguno post anterior he referido a el pero ya saben a uno se le van acabando las cosas de que postear. “Trust” que es bastante cristiano pero mata y “Almost Honest” no se quedan atrás en un trabajo donde Megadeth suena super limpio, cristalino pero sin perder esa esencia Mustaine que bien quisieran tener los Metallicas.

She-Wolf es otro gran corte y en realidad Cryptic Writings es un verdadero disco de Heavy Metal pero que no dejó conformes a aquellos que sobretodas las cosas son Trashers y no se fuman mucho los devaneos con los riffs entradores pero vuelvo a lo de siempre: Si es bueno y me gusta poco me importa si está hecho para vender o fue de pura casualidad que les salió así.

Lamentablemente a Marty Friedman le quedaría un disco más antes de irse y si bien la banda sigue en el camino y a retornado a sonidos más crudos y aguerridos yo me quedo con esta etapa y este álbum aunque desde luego de entre mis 100, de Megadeth habrá algunos más. Felizmente tengo el disco original re-editado con algunos tracks de versiones raras de algunos temas del mismo que son otra maravilla.

93:Tenkirin Kumikyoku:Kokusyoku Sumire

 
93: Tenkirin Kumikyoku
Kokusyoku Sumire
Por: Darío Valle Risoto
Por Superman. ¡Que disco del carajo!
Esta es una de las bandas que le debo haber conocido a Baltazar de Chile y su excelente blog de novedades musicales. Aparentemente liderada por este duo de señoritas que aparece en la portada la banda nipona: Kokusyoku Sumire con este disco me dio vuelta la cabeza, es una rara mezcla de opera, rock, percuciones, baladas y de todo un poco con un excelso buen gusto.
A esto le llaman: Dark Cabaret y es una suma de subestilos que no encajan en ninguna parte definitivamente y ni falta que les hace.
No era raro que entre mis 100 discos favoritos no hubiera una banda de Japón pero realmente es impactante cada track donde estas dos Lolitas acompañadas (Presumo) de otros músicos la gastan literalmente para ser endiabladamente buenos y por sobre todas las cosas muy originales lo que en estos días de músicas prefabricadas es muy raro.
También se los define como «Neo clásicos» o «Visual» pero la verdad que si ustedes se sienten en esta búsqueda contínua de verdadero arte dentro de un mundo infelizmente tecnocratisado (¿Existe la palabra?)…bueno, a buscar, escuchar y a gozar chicos (¡Que asco esto último suena a salsa!)
Demás está decirles que si por allí alguien en este mundo cada vez más pequeño me puede conseguir otros discos de esta gente se les agradecerá con una sonrisa sideral.