Terror clásico para una Cuarentena

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Por: Darío Valle Risoto

Luego de haber tenido un enorme éxito con la lista de mis comedias favoritas (La leyeron como cinco) para esta cuarentena que debemos sufrir si queremos parar el Coronavirus vamos entonces a intentar aproximarnos al cine de terror clásico, aquel en blanco y negro que comenzara a principios de los años treinta y se extendiera a poco más de los cincuenta. Este cine contó con monstruos reconocidos por todos nosotros y en general fueron las películas de los estudios Universal, más hubo otros estudios usamericanos que se plegaron a esta historia pero con menor fama.

En este caso si usted es una persona relativamente joven y no vio ninguna de estas películas me he atrevido a colocar la lista en el supuesto orden en que yo las vería si fuera por primera vez aunque no son exactamente continuaciones unas de otras y por ahí salvo excepciones pueden verlas como se les cante.

Antes que nada deberíamos apreciar el enorme valor estético de estas obras desde luego que influenciadas por el expresionismo alemán y prácticamente todas herederas de aquella “Nosferatu” del año 1922.

1-Drácula: De 1931 con el debut de Bela Lugosi como el vampiro creado por Bram Stoker y que en este caso toda la obra está inspirada en la obra de teatro antes que el libro en sí mismo. Para su época fue inmediatamente una especie de película de culto obviamente junto a la que sigue.

2-Frankenstein: Del mismo año 1931 pero muy superior a la antes mencionada, afortunadamente Bela Lugosi se negó a llevar el papel supuestamente porque el maquillaje no le agradaba y aquí nace para mí el mejor protagonista de terror de la historia: Boris Karloff. Película inspirada en la novela de Mary Shelley pero que se toma muchas libertades.

3-La novia de Frankenstein: De 1935 continuación de la anterior y que para muchos la superó largamente, aquí ya estamos frente al nacimiento de una saga dentro de la historia de los monstruos universal aunque Karloff solo volvería a interpretar a la criatura una vez más.

4-El Hombre Lobo: De 1941, saltamos algunos años y ya no estamos frente a un personaje de la literatura sino a un ser inspirado en el folclore europeo del este, el Licántropo interpretado por un Lon Chaney Jr que repetiría varias veces pero aquí tenemos la primera con la fabulosa transformación del señor Talbot.

5-El Hombre Lobo de Londres: De 1935 es anterior obviamente a la de Chaney pero tiene lo suyo sobre todo por la ambientación y ciertos giros en el argumento muy bien llevados.

6-Frankenstein conoce al Hombre Lobo: 1943, Un crossover que se las trae con Chaney como el hombre lobo y aquí si tenemos a Bela Lugosi interpretando al monstruo de Frankenstein aunque repite el maquillaje yo diría que ni de cerca se parece a Karloff pero bien vale la pena ver este enfrentamiento.

7-La Momia: Un año después del éxito de Frankenstein el señor del cine: Boris Karloff interpreta a una momia de Egipto que resucita para cobrarse venganza de los salteadores de tumbas. Una película con momentos realmente sublimes. Hubo dos o tres reapariciones de la momia pero con otros protagonistas.

8-The House of Frankenstein: Si el anterior crossover era de antología aquí tenemos a varios monstruos clásicos y a Boris Karloff interpretando a un científico loco, mientras que John Carradine la hace de Drácula y algunos otros más en una película del año 1944 que ya anunciaba el declive de una época.

9-The House of Drácula: De 1945 continúa el éxito de reunir a varios monstruos famosos ahora con Lon Chaney encontrando quizás la cura definitiva de su maldición del hombre lobo.

10-El Hombre Invisible: De 1933 tiene increíbles efectos para el año en que apareció esta película, solamente por eso vale la pena verla y no olvidemos que está inspirada en el libro de H.G.Wells y todo dicho.

11-La Hija de Drácula: 1936, esta vendría a ser una secuela directa la Drácula de 1931 pero en este caso con la hija del conde y algunos lejanos atisbos de la bisexualidad de la señorita chupasangre, todo muy sugerido, por supuesto.

12-El Monstruo de la Laguna negra: en 1954 Jack Arnold dirige al último monstruo famoso de esta época, tendría dos secuelas esta extraña historia un poco ecologista y con una criatura fabulosamente recreada con escenas bajo el agua de antología.9676eb32ea6c99661c700f2aee95b874

Estas serían las doce películas con las que más o menos luego de vistas usted se podrá llamar: “Experto en el terror clásico” pero como en la entrega anterior les voy a pasar tres bonus tracks que al menos a mi me parecen películas que junto a las anteriores bien podrían cerrar un gran ciclo de la mejor época del cine.

13-Abbott y Costello conocen a Frankenstein: Del año 1948 con Bela Lugosi recuperando el papel de Drácula y Lon Chaney vuelve como el hombre lobo mientras que la criatura de Frankenstein es interpretada por Glen Strange un viejo veterano que la hacía de gánster o vaquero malo en muchas películas de la época. En este caso podríamos decir que es el cierre definitivo de una época y por más que el monstruo de la laguna negra es del año 1954 ya no era lo mismo y venían tiempos nuevos para el cine. Hay otras del dúo cómico con diferentes monstruos como la momia o el Dr Jekill pero esta es la mejor.

14- El cerebro que no podía morir: Del año 1962 pero también en blanco y negro trata de un hombre que tras un accidente conserva la cabeza de su novia con vida mientras intenta encontrarle un nuevo cuerpo.

15-El Hombre Menguante: Del año 1957 Fabulosos efectos especiales en tanto trata de un hombre que tras ser cubierto por una extraña niebla comienza a empequeñecer sin aparente remedio. La pelea con el gato es espectacular así como otros momentos de esta obra maestra del cine clásico.

Bien, espero que esta lista les sirva de algo, no olvidemos la trilogía de La Mosca de los años: 1958,59 y 65 que son fabulosas o también la primera de King Kong del año 1933 y su secuela  olvidada por muchos: «El Hijo de Kong» rodada el mismo año.

monsters universal por Alex Ross 4

 

Aquella Cuarentena Montevideana (Cuento)

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Aquella Cuarentena Montevideana
Por: Darío Valle Risoto

Eran duros de entendederas así que era mejor no acompañarles en su discutible idea de la libertad y dejarlos ir. Era turismo y eran jóvenes y tenían plata y la cuarentena les importaba una mierda, por lo que huyeron hacia La Paloma buscando pasar un buen turismo con todo lo que tradicionalmente trae aquello de procurarse unas buenas “lobas”, pasar los atardeceres en la playa y quizás hasta conseguir un buen porro para disfrutar de la vida.

Eduardo los saludó desde el otro lado de la ventana como si fuera un preso.
__ ¡Te estás tomando la cuarentena demasiado en serio! __Le gritó el negro Luís mientras abrazaba a Oscar y se reía con esa boca de cien dientes.
__ ¡Menos mal que no fuiste! __Le dijo la abuela Nora al mismo Eduardo cuando un mes después el primero en morirse fue Camilo, aquel que lo había puteado por teléfono porque no quiso irse al este con la barra.
__ ¿Siempre el mismo pelotudo? ¡La vida es una sola che!

Camilo no era su mejor amigo, ninguno de ellos era realmente su amigo, se conocían desde el trabajo en los talleres de Imprenta Marechal pero el tiempo les había separado, de todas maneras todos o casi todos siempre se daban una vuelta para invitar a salir a Eduardo que casi siempre les decía que si. Pero todo tiene un límite.
Quizás porque era un tipo raro que no escuchaba cumbias y tenía la costumbre de tratar bien a las mujeres, aún a aquellas que querían que las tratara mal. Cosas de la vida o tal vez era un hombre viejo habitando en el cuerpo de un muchacho joven.

Había probado cocaína por primera vez en la casa del Camilo que ahora estaba muerto y sin velorio por culpa del virus, de la pandemia y de un estúpido viaje al este donde todos volvieron contagiados. Pero claro que en ese momento no lo sabían.
La cocaína le caía mal, la primera vez le dio hipotermia, la segunda vez sintió tremendas palpitaciones y unas ganas enormes de vomitar, nunca hubo tercera vez.
__ Sos un blando viejo, ¡Los metaleros todos curten che!
Eduardo le había sonreído preguntándose: ¿Qué mierda puede opinar de música un flaco que tiene una discoteca llena de discos de Karibe con K?

Ahora era otro muerto de los casi trescientos o cuatrocientos diarios que la ignominia Montevideana le escupe a los pozos ahora sin nombres ni cruces, solamente pozos donde se depositan los perdedores de una guerra que nadie quiso aceptar y pocos combatieron con ganas.

Se imaginó a los sobrevivientes de la barra parados al borde de un enorme cráter con miles de cadáveres incluidos el presidente y el ministro de salud y el párroco de Montevideo monseñor quien sabe que mierda.
El negro Luis: Muerto, Oscar: Muerto, no sabía si Marita vivía porque se había ido al Paraguay y allá las cosas estaban peor que peor. Había dos más: Horacio que solía cuidarse porque era inmune depresivo por sufrir de HIV desde hacía años, así que no podía apostar por él, quedaba entonces Alvarito: el mejor de todos ellos.

__ ¿Estarás vivo Alvarito? __ Pensó una tarde en que se puso a llorar mirando por la ventana del edificio a las calles desiertas donde solamente dos perros se disputaban una bolsa de basura.
Luego de ello respiró mejor, aunque se le dificultaba hacerlo, no dejó entrar a la abuela a tenderle la cama, prefirió hacerlo él mientras el perro saltaba y no lo dejaba alisar las sábanas y le mordía las puntas a las cobijas.

__ ¡No jodas Checho!, ¡Salí de la cama!
Se sentó a mirar la televisión que mostraba la junta de militares a cargo del gobierno desde que murió el presidente víctima del virus tras contagiarse en una junta de ministros. Poco a poco fueron cayendo los de izquierda y los de derecha hasta que quedaron media docena de aterrados parlamentarios en un palacio más desierto que nunca. Y llegaron los milicos.
Otro apagón cortó el discurso de los milicos tratando de justificar su toma del poder, un poder que ahora no significaba nada porque ya casi no quedaba país.

Una voz arenosa dijo a su espalda mientras retornaba la luz: __Si el presidente de los estados unidos preside desde un portaaviones para evitar el contagio y en Europa les disparan a los que andan en la calle durante el toque de queda probablemente en el Uruguay estos pelotudos decreten alguna medida inteligente como que todos nos cortemos el pelo o dejemos de tomar mate…una cosa de esas.
Eduardo miró a su padre que vendía salud, un tipo increíble sin lugar a dudas, un hombre de mucha fuerza y el faro que le llevaba la luz a su diezmado hogar. Porque ellos también habían tenido bajas.

Entró al cuarto y se sentó lejos y muy al lado de la ventana abierta. Hubiera querido abrazarlo pero no era buena idea. La abuela pasó por el corredor y les hizo una guiñada. Eran los últimos sobrevivientes de un mundo en descomposición.

FIN