Always
Por: Darío Valle Risoto
Buscando una película japonesa del mismo nombre me encontré esta fabulosa historia de amor entre un contendiente de lucha libre y una joven ciega que bien podríamos dividir en tres etapas a saber: El romance propiamente dicho, el regreso a la lucha y el reencuentro final.
No quiero contarles la historia pero estoy convencido de que es una historia de amor muy bien construida que nos atrapará al primer instante. Todo comienza cuando un cuidador de estacionamiento recibe la visita de esta chica ciega que viene “a ver” historias de amor en la televisión de la caseta de vigilancia. Luego lo que viene luego es una intensa historia con ribetes de drama y tragedia que nos harán pensar en esa cosa llamada destino y en mi caso me hizo reflexionar sobre aquello de la casualidad o de la “causalidad” a la que tanto alude la filosofía budista.
“Marcelino” es el extraño para los coreanos segundo nombre de este joven introvertido que poco a poco cae prendado de la chica en cuestión, lo demás al mejor estilo de Romeo y Julieta se irá desplegando ante nuestros ojos con un estilo sencillamente perfecto en su conjunción.
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