Los Simpsons siempre vigentes

Los Simpsons siempre vigentes
Por: Darío Valle Risoto

Algunos sostienen que esta serie debió haberse cancelado hace algunos años porque indudablemente pudo haber perdido algo de su frescura inicial y lo puedo admitir, pero por otro lado creo firmemente que no sería posible un mundo donde esta gran familia usamericana no se encuentre en la televisión.

Les cuento que una de mis más fuertes estrategias para conocer a la gente es preguntarles que opinan de ellos porque pienso que es una serie muy rica en matices y me resulta por demás raro que alguien me diga que no le gusta o que no la comprende.

Y si bien ya han superado los veinte años en el aire todavía no encuentro un solo capítulo donde no me atrapen absolutamente, todavía quedan millones de cosas por explotar en Springfield y desde este humilde pero grandioso blog les aconsejo a ustedes señores Fox que intenten una temporada completa con cada uno de los personajes secundarios como protagonistas y los Simpsons como secundarios porque en cada habitante de esta ciudad universal hay uno de nosotros: Flanders, Gorgory, el reverendo Alegría, Apu, el Director Skinner, Krosty, etc.

¿Quién no tiene un vecino odiosamente amigable?

Una de las grandes cualidades de los Simpsons es el de tomarse a las religiones como se merecen todas ellas: Para el cachondeo

Christina Applegate: mucho más que una chica hermosa

Christina Applegate

Fuente: Wikipedia

Christina Applegate (nacida el 25 de noviembre del 1971 en Hollywood) es una actriz estadounidense principalmente conocida por su interpretación de Kelly Bundy en la serie cómica Matrimonio con hijos. Ha recibido por su trabajo actoral los premios Emmy y Tony.
Actualmente es la protagonista de la sitcom Samantha ¿Qué?.
Carrera profesional

Christina Applegate hizo sus primeras apariciones en televisión a los tres meses de edad, junto a su madre en un anuncio de jabón, y a los cinco meses, en un comercial de Playtex. Su debut en la pantalla grande fue a los nueve años, en la películas Jaw of Satan y Beatlemania.A los 16 años saltó a la fama interpretando el rol de Kelly Ditzy Bundy, en la serie cómica de la cadena Fox Matrimonio con hijos. Permaneció en dicha serie durante diez años (1987-1997). Paralelamente, actuó en las películas Til Dawn (1988, NBC), Streets (1990), Vibrations (1995), Across the moon (1995), Wild Bill (1995), Mars Attack!! (1996) y Nowhere (1997). En 1995, fue una de las fundadoras de The Pussycat Dolls. En 1997, Matrimonio con hijos fue cancelada.

A los 20 años trabajó como bailarina por 1 mes en un local de Los Angeles para experimentar la vida.
En 1998, la cadena NBC le dio el papel protagónico del sitcom Jesse, que debutó recibiendo buenas críticas. Gracias a la serie, Applegate fue elegida por la revista People como «actriz preferida en una nueva serie de la TV», a la vez que consiguió una nominación al Globo de oro como mejor actriz de comedia. Jesse fue cancelada el año 2000.
En adelante, Applegate continuó actuando en películas tales como Héroes (2002), Wonderland, View from the Top, Surviving Christmas y Anchorman: The Legend of Ron Burgundy (2004).
En cuanto a su trabajo de la televisión, en 2004 ganó un premio Emmy como mejor actriz invitada en una comedia, por su interpretación de Amy Green en la serie Friends (noviembre de 2002 y octubre de 2003).
En 2004, debutó en Broadway en el musical Sweet Charity, donde interpretó el papel de Charity Hope Valentine. Por tal rol fue nominada en 2005 al premio Tony como mejor actriz en una comedia musical.
En 2006, apareció en una campaña publicitaria para Look who we’ve got our Hanes on now y en el video musical A Public Affair de Jessica Simpson, junto a Eva Longoria, Ryan Seacrest y Christina Milian.
Christina protagoniza actualmente la comedia de la cadena ABC, Samantha ¿Qué?; serie sobre una chica de 30 años que después de un accidente sufre amnesia y tiene que volver a descubrir su vida, sus relaciones y a sí misma.
Cáncer de mama
El 3 de agosto de 2008, la revista People señaló que la actriz había sido diagnosticada de cáncer de mama, lo que fue confirmado por su representante. El día 19 del mismo mes, se comunicó que Applegate estaba libre de la enfermedad, y que para evitar una recaída se había sometido a una doble mastectomía.

Ese país utópico de los Uruguayos

Ese Paisito de mentira de los Uruguayos
Por: Darío Valle Risoto

Hace mucho tiempo me llama poderosamente la atención esa nostalgia que sienten los uruguayos por este país cuando viven en el exterior o simplemente se van de viaje por un tiempo. Es curioso porque esta tierra no se caracteriza por un fuerte sentido de lo nacional aunque en los últimos tiempos, mundial de futbol mediante, hay una preocupante (Para mí) exacerbación de un sentido nacionalista.

Por otro lado nunca creí en ese país artificial de gente amigable y solidaria que hemos fabricado en nuestras cabecitas a fuerza de repetir continuamente consignas como aquella de que somos amigos de nuestros vecinos y entablamos fácilmente conversación con cualquiera a diferencia de lo que parece suceder en otras tierras.

Criado con una mente bastante globalizada gracias a una madre que trabajó como doméstica de extranjeros: usamericanos, Franceses, Ingleses, etc. Siempre imperó en mi una cultura global y un sentimiento de encontrarme como un extraño en tierras extrañas entre mis “compatriotas” Me refiero a que nunca sentí que los uruguayos tuvieran mejores condiciones de amigabilidad que los extranjeros ni que este “Paisito” fuera realmente excepcional, pero confieso que poco e viajado y solo me sostengo en conversaciones con personas que han vivido o estado en el exterior muchos años.

Por lo tanto estoy absolutamente convencido que la nostalgia de vivir en el exterior les ha hecho fabricar a los uruguayos una tierra utópica muy diferente de esto que me toca vivir a diario y que nada tiene de paraíso o tierra prometida, tampoco pretendo desmerecer alguna virtud que será más o menos la misma que en otros puntos del planeta.

Acaso el primer escollo para integrarse a nuevas sociedades y culturas sea esa fuerte impronta de ser un estandarte viviente de aquellas costumbres que hacen al acerbo cultural y folclórico de esta parte del mundo y entonces lo mismo que los uruguayos añoran por no tener, evita que se inserten definitivamente en otros países.
Mostrar con orgullo nuestros cultores de la música, el deporte u otras áreas no nos hace nada especiales y solo tendremos el mérito de algunas características particulares como cualquier país del planeta, todas las naciones tienen sus matices y colores y no hay una sola en este mundo que no tenga algo que compartir con el resto. Poco importa si algo nació aquí o en Katmandú si nos gusta solo eso lo hace válido.

Creo que hay una certera posibilidad de conseguir buenos amigos o gente despreciable en todos los rincones del planeta y que es bastante simplista ese deseo absurdo de que a fuerza de repetir constantemente factores nacionalizantes que realmente no existen, nos forcemos a fabricar una identidad que realmente es innecesaria.

Los uruguayos en el extranjero en su mayoría viven arrastrando nostalgias de cosas que en este país si alguna vez estuvieron vigentes ya no existen o se idealizan factores absolutamente artificiales. Montevideo se cae de mugre, la gente es cada vez más ordinaria y maleducada, tenemos un gobierno de izquierda que miente como cualquiera de derecha, continuamos reivindicando un mundial de futbol de hace sesenta años como si fuera algo extraordinario, nos queremos hacer creer que podemos salir a caminar seguros por la calle mientras la mendicidad, la delincuencia y el desempleo siguen agravándose y podría seguirles mencionando un montón de factores que son tan reales en mi deambular diario por este país como los de cualquier hijo del tercer mundo.

No me parece que un boludo que toma mate todo el tiempo, escucha murgas, cumbias y candombe y que además cada día procura ser un ignorante merezca mi especial cariño, ese para mí es el prototipo que pretenden vendernos del uruguayo pero por suerte no todos somos así.

Por lo tanto cuando un uruguayo en el exterior me quiere hacer creer a mí que vivo acá, que este es un país maravilloso… realmente, me dan ganas de reírme o a veces, de llorar.