Lady Bird: Gente como una

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Lady Bird
Por: Darío Valle Risoto

Esta es el tipo de películas que suelo denominar: “de gente” ya que a diferencia de lo que suelo ver de los géneros de ciencia ficción y fantasía se refieren a historias de gente común y corriente sin mayores efectos que aquellos devenidos del guion y por lo tanto de historias que pueden de alguna manera pasarnos a todos, a menos que usted sea un extraterrestre o un viajero del tiempo que por casualidad entró a este blog.

Lady Bird es el nombre que se da a sí misma una chica adolescente de la ciudad de Sacramento en California, ciudad que suele ser en este caso un protagonista latente a todo lo largo de la película tanto como su madre, una actriz excelente lamentablemente con mucha menos fama de la que merece como la veterana: Laurie Metcalf, quizás por muchos de ustedes conocida por interpretar a la madre fanática cristiana de Sheldon en The Big Bang Theory.

Por lo tanto Lady Bird es una joven algo friki que va a un colegio católico con todo lo que esto significa, en especial hay una escena fabulosa cuando una señora va a dar un discurso en contra del aborto y la chica la pone en su sitio y que es mejor que ustedes vean por sí mismos. También debemos notar que hay muchos personajes nada originales pero que se desenvuelven perfectamente en una historia que tiene como fin el sueño de la joven a por ir a una universidad fuera de su ciudad natal con todo lo que esto significa en los Estados Unidos donde los ricos van a mejores lugares de estudios porque los pueden pagar y los pobres a los institutos del estado… bueno en el Uruguay es igual y me supongo que en el resto del planeta es más o menos igual. Los pobres nos jodemos.

Lady Bird es también un viaje desde la temprana adolescencia a la madurez de tener dieciocho años, poder tomar alcohol y por allí descubrir que el primer sexo no era la gran cosa y que uno tal vez deberá acostumbrarse a que la mayoría de las veces tampoco lo será. ¿Quién lo sabe? A esto sumémosle la sensación que todos tuvimos de muy jóvenes de que nuestros padres nos odian precisamente porque nos cuidan demasiado y ese descubrimiento a veces duele porque nos damos cuentas que el amor también se manifiesta por exigencias.

Lady Bird crecerá a lo largo de la historia con los mismos miedos, alegrías, amigos, desamigos y profesores y padres y un montón de cosas que todos vivimos y que esta película nos ayuda a recordar, sonreír y porque no repensar nuestras relaciones.