Demasiado políticos y casi correctos

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Demasiado Políticos y casi Correctos
Por: Darío Valle Risoto

Mi amigo Juan me dijo un día que iba a llegar la época donde se encarcele a la gente por fumar cigarrillos en la calle o en las plazas, en relación a que comenzaba a regir la ley contra el consumo del tabaco en lugares cerrados. Eso fue hace muchos años y Juan ya no está vivo, pero creo que coincidiría conmigo en sentir una suerte de malestar por esta época de lo políticamente correcto sobretodo en las redes sociales.

Últimamente escucho por aquí y allá: “Todas y todos” y “Madres y padres” en un intento absurdo de contemplar a los dos sexos porque se supone que el idioma es sexista ¿? cuando en realidad: “Todos” y “Los padres” se refiere a un conjunto (Grupo indiferenciado de hombres, mujeres o lo que sea) de personas la primera frase y la segunda de los progenitores, por ejemplo de los alumnos de una escuela sin distinción de si son los padres, madres, inclusive entrarían los tutores.

Y cuando hablamos de “Los niños” genéricamente no nos referimos a los varones sino a todos los niños y por lo tanto: “Las niñas y niños” es tratar de explicar de forma innecesaria lo que ya estaba implícito en el conjunto de personas que están dentro de la etapa de la niñez, en todo caso nos referiríamos a “Los niños varones” de tratarse de algo que solo sería para convocar a los machitos.

Un hombre es “una persona” y una mujer es “un ser humano” sin necesidad de decir barbaridades por ejemplo como que un hombre es un “persono” y una mujer una “¿Sera humana?”. Presidente e intendente no tienen femenino y se aplica la diferencia en el pronombre: La presidente de la Argentina o La Intendente de Colonia, por citar dos ejemplos, el diccionario también admite presidenta e intendenta para ciertos países de Sudamérica dado que el idioma es cambiante aunque me temo que estamos frente a una época donde esto es apenas el principio.

Hay una clara tendencia que es muy positiva de terminar de una vez por todas con el abuso hacia el sexo femenino en todos los ámbitos sociales, pero que cambiemos nuestra forma de comunicarnos manipulando la economía del lenguaje en este aspecto no modifica sustancialmente el tema y solo aporta más confusión, los derechos de las mujeres no dependen de esto sino de algo mucho más importante que implica acabar con una larga historia donde los hombres nos creímos superiores a ellas.

Otro caso paradigmático es el tema de los nativos americanos que tradicionalmente fueron denominados: “Indios” porque Colón se confundió al llegar a América y creyó que estaba en Asia, históricamente fue así hasta que algunos pretenden no ofender con el término “indios” a los sobrevivientes (No se porque sería una ofensa) de las razas autóctonas de América por más que se siga denominando: “América” al continente e “Indígenas” a los nativos de estas tierras en otros ámbitos. Nativo americano parece el término correcto pero es curioso lo de ambas palabras juntas porque si vamos a la raíz del tema: este continente debería llamarse como lo denominaron sus nativos… ¿Y como fue? ¿Incas, mayas, Charrúas y Fueguinos entre muchos otros lo llamaban igual?

Hay  un deseo de no ofender a través del idioma y se toma como despectivo por ejemplo el término: “Negro” por pertenecer a la raza negroide y esto erróneamente se ha cambiado por “Afrodescendiente”, lo que en realidad no significa más que es un descendiente de un continente con un 70% de su población de raza negra y un 30% aproximadamente de raza blanca o caucásica si se me permite. Así que presumimos que es una persona de piel oscura e intentamos llamarlo con esta larga palabra: Afrodescendiente para no decirle negro.

El idioma se supone que debe ser ante todo claro y práctico pero estos no son el caso.
Volviendo a la realidad: todos somos Afro descendientes ya que la vida se originó en ese continente.

El uso del humor sobretodo aquel que se mofa de las minorías comenzó a transitar terrenos delicados cuando aparecieron los vigilantes de las redes morales prestos y rápidos en acusar de: homo fóbicos, racistas, xenófobos y hasta de carnívoros a aquellos que arriesgan un chiste que antes hacía reír y hoy ofende. Los tiempos cambian y parece ser que la gente se ha vuelto muy susceptible.

De allí a ser: Fachos, nazis y hasta malas personas solo un paso y avatares de la salvaguarda de los derechos de todos en sociedades paradójicamente polarizadas donde nos recluimos en nuestros espacios personales estancos con nuestros celulares y ordenadores tratando de ser ecológicos, democráticos y solidarios regalando un dedito para arriba a enfermos terminales, mascotas heridas y amores imposibles.

El lenguaje y la palabra evolucionan, hay formas nuevas de comunicarse pero todo depende sustancialmente de los intercambios sociales por medio de la relación de sus integrantes, de sus relaciones de producción, su arte y su creatividad tanto en el trabajo como en el tiempo de esparcimiento, pero si nos limitamos a lo que es político y correcto para tratar de no ofender a nadie, cosa absolutamente imposible sobretodo porque hay gente extremadamente sensible en las redes: algo nos estamos perdiendo.

Bienvenido sea este mundo donde cuidamos cada vez más el medio ambiente y tratamos de acomodar décadas de errores con el tema de la polución, la contaminación y el cambio climático, bien por proteger a las especies animales pero sin llegar al paroxismo de volvernos todos vegetarianos o defender hasta el derecho de los mosquitos. Todo tiene una medida, un tiempo y un proceso: No nos volvamos estúpidos.

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