Star Trek: The Next Generation y la posibilidad de soñar en grande.

Star Trek: The Next Generation y la posibilidad de soñar en grande.
Por: Darío Valle Risoto

Tenía leves pero invalorables recuerdos de la serie original, la que probablemente vi en compañía de mi padre cuando en 1987 se estrena nada menos que veintiún años después: Star Trek La Nueva generación, la que vi si mal no recuerdo en el canal 10 los domingos aquí en esta parte de la galaxia llamada: Uruguay.

Puedo afirmar que de aquella primera serie me quedó como a la mayoría de los fans un gran cariño por ese personaje extraordinario llamado simplemente: Spok, un hijo de padre vulcano y madre terrestre que en lo que a mí respecta es el personaje que dio a esta serie el carácter de irremplazable dentro de un medio televisivo signado por westerns y visiones infantiles de la ciencia ficción como: “Perdidos en el Espacio” y alguna otra por allí.

La serie duró solamente tres temporadas y una extra de dibujos animados, probablemente la gente no estaba preparada en los EEUU para un programa que apuntaba más a los argumentos cerebrales y a los diálogos que a la acción, la prueba está en que años después el gran éxito de Star Wars radica especialmente en las batallas espaciales y la violencia.

De todas maneras y aún con un bajo presupuesto la serie original nos presentó una serie de portentos tecnológicos adelantados para su época como los “teléfonos celulares de tapita” o las tabletas, ni hablar de un sistema de comunicaciones como la Internet además de muchos otros. El otro valor de la serie estaba en los personajes, teníamos al citado Spok, segundo oficial científico o “Número uno”, al generalmente demasiado temperamental capitán Kirk y especialmente al doctor: Bones quién se encargaba de darle al dúo inicial la perfecta asimetría o balance, como prefieran elegirlo. Y si bien el resto de la tripulación era muy interesante quizás nunca llegaron a recibir el carácter profundo que sus personajes necesitaban, hablo de: Uhura, Scotty, Sulu o Chejov que si bien en algunos episodios eran presentados jamás a la altura de los protagonistas.

La nota fundamental de la serie así como de sus subsiguientes reencarnaciones o secuelas fue el futuro optimista de la humanidad en contraposición al generalmente futuro apocalíptico de la mayoría de la ciencia ficción en cine o tv, de esta nota lo más importante es el carácter inclusivo de las series presentando a diferentes razas trabajando en la Enterprise bajo la consigna de explorar nuevos mundos siempre tratando de respetar la premisa de no corromper civilizaciones con menor grado tecnológico.

Gene Rodenberry creador de la serie no tuvo mucha suerte al principio para llevarla a nuestras pantallas y luego de darle de baja pasaron dos décadas para que podamos ver a La Nueva generación, la que le aportó a la saga de Star Trek una visión mucho más moderna, un insuperable capitán Picard y una tripulación que a lo largo de siete temporadas pudo finalmente ser apreciada en diferentes contextos con cambios en su integración como la inesperada muerte de Tasha Yar, la encargada de seguridad en la primera temporada o la sustitución de la doctora Crusher, etc.
Esta serie es una secuela directa de la primera muchos años después y debo reconocer que como leí por allí en algún portal la nueva imagen de la Enterprise no me gusta tanto como la original pero debemos aceptar que toda la estética de la serie antes tan colorida y de “cartón piedra” se ve mucho más realista y contemporánea que aquella visión sesentera y casi “Pop” de la primera.

Hace unos pocos días un amigo: un uruguayo desde España, me pasó el dato para bajar la serie afortunadamente subtitulada y a razón de tres capítulos diarios acabo de terminar la segunda temporada, debo decir que apenas recordaba algunos episodios de los vistos, fue mucho tiempo de por medio y también uno crece y ve con diferentes ojos las cosas ya vistas y llega a disfrutarlas de diferente manera, igualmente puedo afirmar que sigue siendo de lo mejor en series de televisión y sus tres secuelas directas: Star Trek Voyager, Star Trek Espacio Profundo Nueve y la precuela: Enterprise no son de menor calidad aunque indudablemente TNG sigue siendo la líder, cada uno tendrá sus gustos.

Desde luego que hubo sendas películas tanto de la serie original como de la Nueva Generación pero a mi gusto siguen siendo como capítulos largos de una serie de televisión llevadas al cine. Por ese mismo lado debo reconocer que las tres películas “Reboot” de la serie original me han parecido muy buenas tanto en sus guiones como en la elección de cada actor inaugurando la llamada: “Línea Kelvin” por la alteración temporal que incluía a dos versiones de nuestro querido señor Spok.

Nuevos tiempos han traído la serie: Star Trek Discovery y vi no sin cierto malestar las dos primeras temporadas, digamos que probablemente esté algo viejo para aceptar una estética inclusiva con cierto tono explícito tanto en lo sexual como en la violencia que a mi parecer se apartan de la idea de Star Trek y solamente están para marchar acordes a una idea un tanto panfletaria de defender los derechos de las minorías. No me parece mal pero creo que precisamente Star Trek aportó en ese sentido mucho más por el lado de hacernos pensar que por simplemente mostrarnos a dos tipos besándose en los labios o a una Klingon torturando a un tipo con cierto tono fetichista. De la serie: «Picard» prefiero no opinar porque vi pocos episodios y me dormí.

De todas maneras es bueno que se intente resucitar la serie aunque sea con cosas extrañas como: Prodigy o Lower Decks o la reciente idea de volver a la Enterprise del capitán Pike, aquel capitán que fue parte del capítulo piloto de la primera serie y que presumiblemente trabajó con Spok antes de que Kirk asumiera el mando.
Espero realmente que en este afán de resucitar cosas se vuelva de alguna manera a las serie “Enterprise”, la que fue bajada luego de cuatro temporadas y que al menos mereció una película de despedida.

PD: Paradojicamente es la serie: The Orville la auténtica heredera de lo que intenté extractar en este escueto artículo, me refiero a lo que las series mencioandas desde: TOS a Enterprise nos enseñaron y que además de atraparnos con la tecnología nos hicieron revalorar algo tan sagrado como la amistad.

Deja un comentario