Space Jam 1996: Insuperable.

Space Jam 1996
Por: Darío Valle Risoto

Luego de la decepción de la remake de esta película me atreví a bajar la original y volver a verla supongo que unos 25 años después de aquella primera vez y junto a muchos pienso que es infinitamente superior, aunque desde luego no contara con los avances digitales de hoy día, más Michael Jordan tiene un feeling que creo Lebron James no alcanza y ni hablar que los Looney Tunes están mejor recreados y tienen un protagonismo que en la nueva versión se me ocurrió al menos deslucido.

La participación de Bill Murray es muy interesante, la nueva versión tiene a Don Cheadle pero no es un comediante por más que su rol sea importante como villano, creo que por primera vez estoy de acuerdo con muchos en que esta nueva película solamente se muestra prometedora en los primeros minutos para luego irse desinflando, cosa que no sucede con esta original donde la dinámica y la acción son parejas.

Lo que lamento es que en aquellos años hubo una secuela de Space Jam que a la fecha no he podido encontrar en ninguna parte: Looney Tunes: De nuevo en acción del año 2003…oh, oh, creo que la encontré. Por suerte como uno anda a cuatro manos, mientras escribe estos artículos a veces la suerte está de nuestra parte y creo que la encontré. Brendan Fraser y Steve Martin nos trajeron una continuación tan buena o mejor que la primera y quizás luego de “Quien engañó a Roger Rabbit” de lo mejor en películas que mezclan el mundo real con las animaciones.

Entre aleluyos y profetas de la mentira.

Entre aleluyos y profetas de la mentira.
Por: Darío Valle Risoto

La frase de que una mentira repetida mil veces se transforma en verdad me parece muy apropiada para el tema de la religión, hay cosas a las que no me puedo acostumbrar por más que en nombre de la paz y las buenas costumbres trate denodadamente de irlas soportando, una de ellas son las personas religiosas, esencialmente cristianas, dado que afortunadamente en el Uruguay El islam aún no ha entrado demasiado fuerte.
El problema me surge por una maldita consigna y es aquella de que debo respetar las creencias de mis semejantes, esos que precisamente suponiendo que sufro de su misma alucinación de fe, me atosigan con sus “bendiciones”, “gracias a dios” y sus “si dios quiere”. Convenientemente surge el momento incómodo en que les digo: “Soy ateo y dios no quiere ni existen los milagros porque ese tipo es un ser imaginario”

Algunos se ofenden, otros sienten lástima de este pobre hombre endemoniado y los peores me discuten intentando que explique la inexistencia de su dios, precisamente cuando los que deben explicar y/o explicarse es su existencia y no la carencia de algo que en realidad no existe. Reconozco que antes las conversaciones sobre teología me apasionaban hasta que me di cuenta hace unos años de que la “teología” no es posible a menos que sea el estudio antropológico de aquellas civilizaciones que se han inventado una deidad o varias de ellas para ir solventando lo intrigante de la vida y lo inevitable de la muerte.

No hace poco recibí otra cálida suspensión de Facebook de treinta días (La tercera ya) porque en un comentario a un líder sindical de mi país le aclaré que por más que un compañero sacerdote sea solidario y combativo contra el sistema de igual manera pertenece a la institución mafiosa más grande del planeta: La iglesia católica y por lo tanto aunque sea un excelente tipo yo no confiaría mucho en él.

La teología de la Liberación es una tremenda burla al sentido común intentando darle un cariz revolucionario a la figura ficticia de un Cristo hijo de dios y a la vez el mismo en persona. Reconozco que hubo sacerdotes que se tomaron en serio el tema de la lucha de clases pero inmediatamente pienso en la contradicción de formar parte de una organización nefasta y de forma ingenua y hasta suicida pretender cambiarla desde adentro. Así les va, o terminan asesinados o teniendo que abandonar esos absurdos votos.

No hay nada más poderoso que el miedo, el cristianismo se nutre de él cuál enorme vampiro que nos vende la ilusión de una vida eterna a cambio de rezar, tener fe y soportar toda la mierda del mundo porque seremos salvados en un ignoto futuro distante. ¿Y a mí quién me salva de los aleluyos?

Hay por lo tanto una dualidad interesante y es la de ser detestado por ateo y a la vez un poco admirado por carecer de este tipo de lazos, reconozco me ha llevado media vida quitármelos de encima, porque aunque vivo en un país supuestamente laico la institución católica es poderosísima al punto de que un día y otro también en los medios se entrevista a los chupacirios sobre temas que van desde lo social a la vida en Marte. Aquí como en la mayoría de este planeta “se respeta” tanto a quienes creen en ese enorme viejo imaginario que vive en el cielo que es muy difícil ser sinceros y plantarles cara a tantos disparates ilógicos y carentes del menor sentido común.

Nadie puede explicarme claramente la fe porque es un sentimiento de necesidad por creer en algo, lo que sea, una locura colectiva que deviene en supersticiones de todo tipo comenzando por dios, siguiendo por la astrología, las viejas que dicen que los gatos consumen malas energías y todo tipo de disparates.
Yo que me pasé media vida estudiando esoterismo me vengo a chocar contra la convicción de que todo es mentira y que jugamos frente a infinitas formas de inventar excusas para no cagarnos en los pantalones por no saber para qué carajo estamos vivos, porque morimos y que cuernos nos espera luego.

Al menos el budismo se acercó un poco a la verdad cuando ciertas escuelas nos enseñaron que ese tipo de preguntas no tienen respuestas y que es mejor disfrutar en estas cortísimas existencias de las cuotas de felicidad que logremos vengan de donde vengan. ¿Resurrección?, ¿Reencarnación?: Puras tonterías para solventar la única verdad irrefutable: nacemos, vivimos, morimos y luego la nada absoluta, la inexistencia eterna. El tema de las almas inmortales, los fantasmas, la existencia de un cielo, un infierno o un harén de setenta actrices porno son cosas de la fantasía que bien le ha servido para que los profetas de la mentira mantengan a la mayoría de la humanidad esclava de un cuento tan infantil como horroroso.

Loki: Una serie fabulosa.

Loki
Por: Darío Valle Risoto

Creo que el actor Tom Hiddleston es uno de los mejores intérpretes de la gran cantidad de excelentes actores de las películas Marvel en cualquiera de sus etapas, como Loki a mi entender es parte fundamental por ejemplo, de que The Avengers haya sido una de las mejores películas del género y me atrevería a decir que tiene un futuro que lo pondrá a la altura de un DeNiro o un Pacino.

Una de las escenas más inesperadas y tristes fue la muerte de Loki apenas comenzaba Avengers Guerra Infinita y la noticia de esta serie fue un grato momento para un servidor, sobretodo porque inicia de alguna manera el tema del multiverso Marvel por más que en películas anteriores ya teníamos idea de ello. Les cuento que acabé de ver la serie y es desde luego la que más me ha gustado de la trilogía que completan Falcon y el soldado de Invierno y Wanda Visión que también me resultaron formidables.

Estamos pues frente a un fenómeno que se replica en los personajes de DC y es la teoría de los múltiples futuros a partir de determinados eventos, esto no solo sirve para diversificar las opciones de entretenimiento sino que también posibilita explicar algunas contradicciones en las tramas. Después de todo se trata de puro y simple entretenimiento pero si contamos con las altas cotas de producción de estas series, guiones bien pensados y protagonistas de lujo como Tom Hiddleston y Owen Wilson como Mobius, la cosa es realmente genial.

Afortunadamente vendrá una segunda temporada, las otras series se dice que no lo harán porque en el caso de Wanda Visión será la entrada directa para la segunda película del Dr. Strange y Falcon y el soldado de invierno a su vez será la precuela de una nueva película del Capitán América pero en este caso con un nuevo hombre del escudo.

No es casualidad que DC esté por estrenar la película “Flashpoint” en que esperemos puedan sacarse la mala racha de encima, ellos aparentemente apuestan a películas mucho más independientes que la continuidad Marvel, quizás porque ya son sus cómics sucedió así, mientras que quienes leíamos a los diferentes personajes de Marvel sentíamos que abordábamos un universo más coherente entre sí pero no exento de estos viajes temporales, transdimensionales, etc.

DC apelará a la nostalgia por el Batman de Burton, les llevó demasiado tiempo comprender que fue el mejor Batman de todos, igualmente Marvel pese a que Tom Holland es un buen Peter Parker podría apelar al Spider-Man de Sam Raimi en la película del Dr. Strange por la misma razón. Es triste que demoren años en retomar sus mejores figuras, probablemente lo hagan porque la nostalgia por los clásicos siempre vende y después de todo solo se tratará de ponernos frente a nuevas historias con personajes de antes.

Buena serie Loki, quizás un tanto entreverada por ese tema de las líneas del tiempo, las diversas variantes del hermano de Thor y un humor marvelita que siempre son bienvenidos.