Neo Vampiros 100
Mujer de Tokio
Por: Darío Valle Risoto
Una difusa niebla roja caía sobre la ciudad y el aeropuerto parecía un extraño monstruo cuyos tentáculos despedían luces indescifrables para la vista de Mitzuko.
Nada la había favorecido desde que había abandonado el clan y sin embargo aún quedaban camaradas que la apreciaban, quizás por ser la más joven no-muerta de Tokio o tal vez porque los viejos tiempos declinaban a manos de una nueva forma de ver las cosas.
Esperó a que se aclare un poco el acceso de los equipajes y se presentó en la ventanilla siete tal como le habían dicho, un hombre calvo de ojos pequeños observó sus finas manos de uñas pintadas de negro y su cabello del mismo color atado con un aplique con forma de cabeza de lobo.
__ Soy Takeshiro, el clan me dijo que te despidiera honorablemente.
__ ¿Y eso que significa? __ Preguntó mostrando sus largos colmillos que asomaron de entre sus labios pintados de marrón muy oscuro.
__ No mi niña, no pienses mal, me pidieron que de verdad te consiga la mejor caja para el viaje, entra por favor.
La condujo por un depósito atestado de empaques de toda especie y de diversos puntos del planeta, la hizo pasar por un angosto corredor ocupado por enormes bidones de plástico y cajas de cartón con diversos símbolos y notas en sus lados.
__ En esta zona apenas venimos los más viejos de la sección empaques, se trata de los envíos de productos médicos, sustancias peligrosas, animales, esas cosas.
__ ¿Y también cadáveres? __ Preguntó al ver sobre un sector cuatro ataúdes con membretes hacia los estados unidos.
__ Si, son los cuatro soldados eliminados en maniobras frente a Corea del norte la semana pasada, gracias a esa calamidad te pondremos dentro de uno de ellos en un doble fondo hasta la escala en Santiago de Chile, allí te deberás bajar.
Mitzuko observó el inteligente dispositivo que hacía ver como a un ataúd normal una caja con dos compartimientos, iba a tener que soportar tener un cadáver de vecino. En verdad esa pequeñez no la molestaba.
__ ¿Cuánto tiempo de viaje?
__ Desde Japón a Chile son catorce horas más o menos, pero por suerte para ti serán horas diurnas, llegarás al aeropuerto internacional de Santiago al caer el sol.
Mitzuko entró dentro de un espacio de unos cuarenta centímetros de alto por cuarenta de ancho, como no respiraba no tendría problemas con el aire, sin embargo si podría pensar sobre la nueva misión que iba a encarar en su vida.
__ Es la última vez que desobedeces al clan y esta vez no podrás ser protegida por los ancianos como antes. __ Le había dicho Sato Nimoshi.
Dos hombres habían muerto a sus manos cuando asaltaron una escuela para tomar las donaciones de sangre destinadas al hospital de Kanewara pero algo se había interpuesto en los planes del clan.
Unos de los hombres había matado a una joven que había sido testigo del asalto nocturno de los vampiros, antes de que gritara la mordió salvajemente hasta que su cuerpo quedó sin movimiento alguno y blanco como el mármol.
Mitzuko quiso dejarlo pasar pero la joven tenía una hermana más pequeña y antes que el otro hombre también acabara con su vida se interpuso y las espadas habían brillado.
Su Katana de hoja de plata había sido letal.
__ Te exiliamos a Sudamérica Mitzuko, no podemos tolerar estas dos muertes.
Nada dijo, permaneció en silencio mirando el recinto donde los jefes de los cuatro clanes de Tokio la enjuiciaban sin darle opción a defensa alguna. Era la vampira más joven de las islas y eso hace que los ancianos se vuelvan aun más intolerantes.
__ Viajaras al Uruguay para acabar con una hija de la noche, nos lo piden los clanes Europeos y debemos ser leales al trato que nos mantiene en paz desde el siglo quince.
__ ¿Una sola hija de la noche en ese país?
__ Se llama Lorena Luna y la queremos muerta definitivamente.
Juicio y Castigo