ADIOS al URUGUAY NATURAL

Adiós al Uruguay natural
Por: Darío Valle Risoto

La historia de la izquierda en el Uruguay tradicionalmente giró en torno a algunos conceptos que se me ocurre formaban parte intrínseca de su fisonomía y le daban perfil y carácter más debemos comprender, o al menos aceptar, que “del otro lado del mostrador” las cosas cambian y ya no en la oposición sino en el gobierno habrá que adoptar otras formas y hasta desandar ciertos caminos que poco antes fueron orgullosas banderas.
Más la democracia es otra forma sutil de dictadura donde mandan los mismos de siempre pero tal vez y en el mejor de los casos con mayores limitaciones que durante gobiernos derechistas o aún durante las dictaduras. Ejemplo claro de que realmente estamos bajo un gobierno de centro y no de izquierda es que no se han hecho cambios estructurales de país desde que la coalición Frente Amplio llegó al gobierno sino que se han reseteado las viejas formas de explotación repartiendo claro está: “mucho mejor la torta” pero con lo que veníamos soportando tampoco se precisaba demasiado.
Hoy el Uruguay natural ese del viejo eslogan donde podríamos mostrarle al mundo contaminado por las transnacionales un país puro y limpito esta cada vez más lejano. Desde la introducción de cultivos transgénicos hasta la conflictiva planta de celulosa de Botnia-UPM frente a las costas argentinas esto comienza a caerse como un débil mazo de barajas.
Porfiadamente se violó el tratado del río Uruguay y encima se le moja la oreja a nuestros hermanos permitiéndole a esta transnacional elevar su producción justo cuando todo parecía aquietarse. Está claro que el dinero manda y no otra cosa pero: ¿Dinero para que?
Los millones que entran por todo el circuito de la forestación, transporte y elaboración de pasta de celulosa que viaja para hacerse papel a lugares remotos solo sirve para equilibrar la balanza de pagos y nada queda para invertir en desarrollo, pagamos las cuentas, quedamos al día pero nada para el futuro, es más, seguimos retaceando en servicios realmente esenciales como educación y salud. Volviendo a los cambios realmente estructurales que la verdadera izquierda desde mi óptica anarquista debería hacer es que toda la salud y la educación inmediatamente pasen al sector público y nada de estamentos en esos rubros de acuerdo al poder adquisitivo.
Pero lo peor todavía no llega y aunque tengo mis serias dudas de ese emprendimiento del Gas que pronto se va a hacer en frente a las costas de Montevideo por más que patalee una minoría de vecinos lo más aterrador es que la transnacional minera Aratirí pronto comenzará a explotar su mina de cielo abierto de un tamaño que sobrepasa el de la cuarta parte de Montevideo allá en tierras del interior del país. Y lo va a hacer por más firmas que se levanten en contra porque todo el proyecto cuenta con el lamentable y repudiable apoyo de toda la clase política y “en la carrera se ven los pingos” como decía un burrero viejo.
Un enorme pozo para extraer no solo hierro sino oro, plata y diamantes en medio de la mejor tierra del mundo para plantar y criar ganado parece ser la cosa más buena para que este país de una vez por todas salga del tercer mundo, ¡Nunca los vidrios de colores fueron más bonitos! Y no me hagan caso a mí, investiguen Internet mediante como quedaron los países del tercer mundo donde se explotaron sus riquezas minerales y después me cuentan, no hay uno solo que no haya quedado en la misma pobreza de siempre mientras estos piratas modernos les expoliaron todo lo que la tierra pudo darles en recursos No renovables.
¿Pero que hizo que antiguos militantes de izquierda, guerrilleros, luchadores sociales ahora defiendan el mismo corazón del capitalismo más cerril? ¿Les tocaron el bolsillo? ¿Se rindieron a la fuerza de la razón de la sinrazón? Realmente no lo se o tristemente debo reconocer que por todas estas cosas soy más anarquista que nunca.
El Uruguay natural es una fábula desde que se inauguró la planta de Botnia y desde allí en adelante la gran mayoría de la clase política defiende como un asunto de patriotismo un emprendimiento privado al punto de enviarles el ejército a cuidarles el culo porque una vieja de Gualeguaychú amenazó con explotarse a si misma frente a la planta.
Esto no termina aquí porque ahora somos nuevo pasto de las fieras que necesitan llevarse materias primas para que los países desarrollados continúen manteniendo sus altas cotas de consumo y paradojalmente el mismo presidente que en las naciones unidas dio un bello discurso en contra del consumismo o que en su programa de radio también continúa defendiendo esto en los hechos permite estas atrocidades. ¿Saben por que? : Porque en el Uruguay como en casi todas partes siguen mandando los mismos de siempre y estos políticos chotos y sin cojones son sus pibes de los mandados.

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