Un Gánster para un Milagro 1961: incomparable obra de Capra.

Un Gánster para un Milagro 1961
Por: Darío Valle Risoto

Anunciar una película dirigida por Frank Capra ya por si solo significa que estaremos ante una verdadera obra maestra del cine usamericano y esta no lo es menos sobretodo porque tenemos el protagonismo de la enorme actriz: Bette Davis, algo así como La China Zorrilla pero de allá y al no menos importante Glenn Ford acompañados por innumerables actores y actrices de la época como por ejemplo Jack Elam, el famoso villano de ojos “extraños” de las películas de cowboys, etc.

Pocketful of Miracles (en Argentina, Milagro por un día; en España, Un gánster para un milagro cuenta además de todo lo anterior con el debut de una de las mujeres más bellas que nos ha dado el cine como: Ann Margret con un papel secundario pero no menos importante en esta fabulosa comedia. No olvidemos también a Peter Falk (Columbo) que interpreta a uno de los gánsteres que acompañan a Ford y en su momento fue nominado al óscar como mejor actor secundario por este papel.

Durante la época de la ley seca Dave un gánster de Nueva York tiene la costumbre de comprarle manzanas a una pobre y alcohólica mujer porque está convencido que le dan suerte, hasta que en determinado momento se ve involucrado en un enorme engaño para hacer aparecer a esta señora como una dama de sociedad ante la llegada de su hija de Europa la que desconoce que su madre es prácticamente una vagabunda. Además de la transformación de “Annie” tenemos una de esas películas esperanzadoras más no exentas de una enorme cuota de fantasía, una suerte de “cenicienta” moderna pero inversa o quizás no tanto, pero la genialidad del elenco y de este director incomparable nos hacen disfrutar de cada segmento.

Dentro de aquellas películas antológicas de un Hollywood que fraguó lo que muchos creíamos era “América” y hasta nos convenció de que los “Americanos” eran solo ellos, tenemos estas joyas de un cine que no volverá jamás para bien o mal pero que afortunadamente podemos revisar como un servidor y tal vez dejar escapar unas lágrimas furtivas.

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