Green Book
Por: Darío Valle Risoto
Como muchos me enteré de la existencia de esta película porque sacó el Oscar ganándole a Roma que era la preferida de muchos, aún así esperaba verla para saber si era justa la elección o no aunque desde luego esto de premiar el arte siempre merecerá toda mi oposición ya que bienvenidos los galardones pero en definitiva es cada uno quien decide lo que le gusta o no.
Green Book se trata pues de una de esas historias de carretera: un chófer blanco italo americano es contratado para llevar a un hombre de raza negra, un pianista, de gira por el sur de los estados unidos y en este viaje veremos a dos personalidades opuestas acercarse no solo entre ellos, también a nosotros los espectadores.
Historia real donde el “Libro verde” remite a la publicación del mismo nombre impresa para darle a los negros la posibilidad de viajar pernoctando en hoteles o yendo a comer a lugares donde no corran peligro de tanto racista suelto o que sencillamente se les impida entrar allí. La película transcurre en 1962 cuando aún en muchas partes de los Estados Unidos era muy difícil cargar con una piel oscura… lamentablemente esto aún se sigue dando.
Y me quiero detener en los protagonistas únicos merecedores de una historia que abreva en aquello de que visto de cerca nadie es normal y que si conocemos a los extraños por medio de la convivencia nos daremos cuenta de que quizás en vez de nuestros enemigos puedan ser todo lo contrario. De cada espectador dependerá decodificar el mensaje, más la película carece por completo de lo políticamente correcto y se muestra con un realismo que a mi me resultó muy atractivo y hasta cómodo.
Probablemente lo mas interesante sea el personaje de este italo americano encarnado por Vigo Mortensen que de verdad tiene todo para ese Oscar más que merecido a la mejor película y en segundo lugar el pianista negro que la hace en este caso del hombre que como si fuera un extraterrestre poco a poco comprende que el mundo no es tal cual parecía y que no todos los blancos somos iguales.