Loco Por Ti
Por: Darío Valle Risoto
Estoy volviendo a ver esta serie después de más de una década en que la veía por la televisión abierta uruguaya y me había quedado con la sensación de que esta fue quizás una de las mejores sitcoms de la historia y por varias razones.
Para comenzar tiene quizás el humor más fino y sencillo jamás visto en este tipo de comedias cortas en que en media hora se desarrollan situaciones comunes y corrientes pero con mucho humor. A diferencia de otras series esta se circunscribe casi exclusivamente en el trío integrado por el matrimonio de Paul (Paul Reiser) y Jamie (Helen Hunt) más su perro Murray. Desde luego que hay otros personajes pero son todos secundarios aunque desde luego que con su propia incidencia en la serie.
Hay también dos crossover famosos de esta serie con Friends cuando confunden a Phoebe con su hermana Ursula que les atendía en un café de su barrio y en la primera temporada Paul va a su viejo apartamento que está habitado nada menos que por Kramer y al salir hacen referencia a un comediante que vive en frente que no es nada menos que Seinfeld.
Pero lo que más rescato de esta serie que se desarrolló desde 1992 a 1999 además del citado humor sencillo es precisamente la particular visión de los asuntos cotidianos de una pareja moderna que será imposible que no relacionemos con nuestras propias vivencias, las pequeñas manías como dormir de un lado a otro de la cama, los problemas al decidir a donde salir, los vecinos que no nos quieren, los problemas de nuestros amigos, nuestros padres, los otros parientes, etc.
También la serie es una oda a la Nueva York que hasta el fin de la serie tenía una cara que lamentablemente fue prácticamente destruida con el 11S y me refiero a ese tono de barrios, de diferentes colores y costumbres dadas por inmigrantes de todas las naciones de la tierra que buscan su propio concepto de libertad. Loco por ti tiene la sencillez profunda de una comedia de Woody Allen y el aroma de aquellas comedias de los años cincuenta donde aún podíamos creer que la gente era sana y generosa.